Atinado, cambio de rumbo de caso Rodolfo Ocampo

GUADALAJARA, JALISCO (10/JUN/2014).- El proceso contra Rodolfo Ocampo, por su presunta responsabilidad en el desvío de más de 280 millones de pesos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) originalmente entregados para el programa "Todos con Agua", ha cambiado el rumbo para bien.
 
Desde la óptica del investigador de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Felipe de Jesús Garibay Valle, el juicio continuará pero "con las mismas circunstancias y garantías". Esto es: con el señalado tras las rejas.
 
Aunque la defensa del señalado confía en que hay posibilidad de que el juez al que se le asigne el caso decida otorgar libertad, en tanto se continúan desahogando pruebas, el especialista considera que el viraje significa todo lo contrario: una coraza que impide la salida del ex funcionario, por un error en las atribuciones del juez local.
 
"Si recuerdan: Caro Quintero salió libre porque lo enjuició un juez que no era competente. Entonces es correcto que se ajuste la formalidad del procedimiento para la nueva resolución".
 
Dice que los tiempos legales son los correctos. No hubo tardanza en las autoridades para resolver que quien siguió durante un año el caso Ocampo era legalmente incompetente para hacerlo.
 
"A reserva de conocer a fondo las actuaciones, esa (entregar el expediente a un juez federal) es una observación atinada. Se dio el ajuste a la competencia que debe ser, de acuerdo con quienes conocen lo actuado: estuvo en tiempo".
 
Pero anticipa también que no hay total responsabilidad en el actuar del juez, pues antes que él, el Ministerio Público es quien debe averiguar y reunir elementos de prueba para ver si el indiciado incurre en algún delito, y si éste afectó o no al Estado.
 
Además, agrega, las pruebas no siempre están a la mano y es necesario hacer estudios contables (que demoran su tiempo) para establecer cuál será el rumbo adecuado del caso
 
"Definitivamente aún no se agotaban todos los tiempos del proceso", concluye.
 
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA