Domingo, 24 de Noviembre 2024
Jalisco | El diminutivo no suaviza ni hace amable el concepto medular

—''Asquito''

El diminutivo no suaviza ni hace amable el concepto medular

Por: EL INFORMADOR

A los políticos —a ciertos políticos, sobre todo...— suele reprochárseles el llamado “doble discurso”. El concepto, reducido a su explicación más simple, consiste en la discrepancia e inclusive en la contradicción entre lo que se dice y lo que se hace... Los botones de muestra de esa peculiaridad de los mortales que ejercen uno de los oficios más desprestigiados del mundo, proliferan. Y uno de ellos, ciertamente, fue casi el ejemplo perfecto de doble discurso dentro de un mismo discurso, ofrecido el viernes pasado por el gobernador Emilio González Márquez.

—II—


Se trataba de la pieza oratoria preparada para la inauguración de un foro denominado “Cumbre Iberoamericana de la Familia”, en presencia de dirigentes de asociaciones civiles y religiosas “a favor de la familia tradicional” y de personajes como el cardenal Juan Sandoval Íñiguez. Lo mismo si él escribió el discurso que si se lo escribieron, se supone que el gobernador avala plenamente los conceptos centrales de su alocución: “Debemos dejar de etiquetar a las personas como buenos y malos; debemos dejar de etiquetar a las personas como los que se parecen a lo que yo creo que está bien, y por lo tanto estoy con ellos...”.

Es probable —las notas informativas no lo puntualizan— que, a manera de “morcilla”, espontáneamente, de su propia iniciativa, sin asesoría de nadie, el gobernador defendió su concepto —absolutamente válido, por lo demás— de matrimonio, entre hombre y mujer: “Uno es a la antigüita —dijo—; el otro (en alusión al concepto de matrimonio entre personas del mismo sexo, recientemente incorporado en el Código Civil del Distrito Federal y que deberá ser aceptado en los demás estados de la República, aunque no lo incorporen a sus respectivas legislaciones), no le he perdido el asquito a aquello”.

—III—


El diminutivo (“asquito”) no suaviza ni hace amable el concepto medular. Asco implica repugnancia, desagrado, reprobación, rechazo; desprecio, incluso. En el caso, habida cuenta de que el matrimonio entre personas del mismo sexo se ha identificado torpemente con homosexualidad, el “asquito” del señor González es, a todas luces, una expresión de homofobia (definida por la Academia como “aversión obsesiva hacia las personas homosexuales”).

Lo cual invita a sospechar que la aseveración de que “debemos dejar de etiquetar a las personas como las que se parecen a lo que yo creo que está bien, y por lo tanto estoy con ellos” y el “asquito”, búsquesele por donde se quiera, nomás no checan.

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