Aspirantes presentan examen de admisión a la UdeG

GUADALAJARA, JALISCO (24/MAY/2014).- ¿A, b, c, d o e? Cuatro letras del alfabeto se interponen entre ellos y su futuro.
 
Desde las 7:00 de la mañana, futuros historiadores, filósofos, abogados y politólogos aguardan a las puertas del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades ( CUCSH), de la Universidad de Guadalajara, para tomar el examen que determinará los próximos cuatro años de su vida.
 
Hay cuatro mil 731 aspirantes. Sólo mil 300 lo lograrán. Sus conocimientos en español, matemáticas y, ahora, también de inglés, serán los que decidan quiénes de ellos se volverán colegas y quiénes extraños.
 
"¿Qué te salió en la 22?", preguntan algunos desesperados, hojeando el cuadernillo de estudios. Algunos se acaban de conocer durante la espera, otros han sido amigos durante años, pero todos son competencia. Sin embargo, no parece importarles. Los futuros licenciados abren sus guías y contrastan resultados con perfectos desconocidos e, incluso, forman pequeños grupos de estudio mientras aguardan su turno para entrar a los salones.

Preparatorianos, algunos veinteañeros e incluso un señor llegando a la cincuentena utilizan sus últimos instantes de espera para repasar los temarios. Unos cuantos más se limitan a charlar para distraerse antes de las cuatro horas de encierro. Probablemente lo que no aprendieron durante los últimos 15 años de estudio no lo podrán reponer en los 15 minutos restantes.

"No estoy tan nerviosa", comenta María José, una aspirante de 20 años.
 
Es la segunda vez que María José presenta el examen. La primera fue hace dos años, cuando recién salió de la preparatoria. Aprobó el examen con un muy buen puntaje y entró a la carrera de Diseño de Interiores, pero se salió un par de semestres después. "No era lo mío", admite, "Ahora estoy aplicando para Derecho, es de las carreras más difíciles de entrar, pero a ver qué. Sólo me preocupa un poquito la parte de inglés porque cuando yo presenté el examen la primera vez, no estaba esa parte".
 
La joven tiene razón. De acuerdo a Francisco Javier Mill, Coordinador de Control Escolar del CUCSH, la Licenciatura en Derecho es, efectivamente, la carrera con mayor demanda en el centro e, incluso, en todo el sistema UdeG. "Ahí compite con Medicina, pero es de las más solicitadas", explica el coordinador.
 
Mill luce un poco atareado. Deambula entre los pasillos coordinando a las más de 750 personas en el equipo organizador. Cada alumno debe estar en el edificio correcto, cada profesor en el salón asignado, cada forma debe ser correctamente llenada. "Hemos tomado todas las precauciones", expresa, "tenemos dulces y paletas en los salones para evitar que los chicos se sientan mal y que sigan teniendo energía".
 
Los dulces no son lo único. Mill y su equipo también han instalado un grupo de protección civil para atender cualquier emergencia. "A veces los aspirantes vienen muy estresados, durmieron poco o no desayunaron y se pueden poner mal. Con el equipo (de protección civil) podemos atender a todos los casos sin necesidad de llamar a la Cruz Verde".
 
Los candidatos, al fin, tienen luz verde para entrar a los salones. Las risas cesan, los cuadernillos de respuestas se cierran y a muchos se les congela el aliento en las gargantas. Un profesor entra al salón. Las instrucciones son claras: tres horas y 55 minutos determinarán su carrera.
 
"Sus proyectos de vida se definen en un día como hoy", suspira el coordinador.
 
Las puertas se cierran y el tiempo comienza a correr. Ni una mochila, bolsa o bulto es permitido en los salones. Son sólo ellos y un lápiz del número 2 contra una hoja de papel que contiene su futuro.

EL INFORMADOR / DANIELA CASTILLO