Asesinato en la colonia Del Fresno

GUADALAJARA, JALISCO.- Una muerte por arma blanca quedó registrada la noche de ayer en calles de la colonia Del Fresno, en Guadalajara; y es que un hombre de 42 años fue asesinado por varios sujetos que, a decir de testigos, llegaron en una camioneta con el único propósito de atacarlo.

Todo sucedió aproximadamente a las 20:00 horas, en el triángulo en que convergen las calles de Fresno, Sauce y Mezquite; sitio en que se encontraba Antonio Velásquez Martínez.

“El Chino”, como también era conocido, presumiblemente fue abordado por varios sujetos que llegaron en una camioneta tipo Mazda, en color blanco, y quienes descendieron únicamente para golpearlo, refirieron los testigos.

No obstante, después de que terminaron de agredirlo, los desconocidos sujetos abordaron el automóvil en que llegaron y escaparon a toda velocidad. Cuando los residentes de la zona se acercaron a auxiliar a “El Chino”, constataron que éste no había sido golpeado, sino acuchillado, y ya no presentaba signos vitales.

Por ello, los vecinos pidieron ayuda de los cuerpos de socorro, pero a la llegada de la Cruz Verde, sus paramédicos únicamente constataron el deceso por 17 heridas penetrantes en tórax. Posteriormente acudió el Servicio Médico Forense ( Semefo), quien inició con los peritajes de rigor para esclarecer cómo es que se dieron los hechos.

Al sitio también acudió personal operativo de la Policía de Guadalajara, quienes se encargaron de “peinar” la zona; no obstante, la movilización no rindió frutos, pues los agresores no fueron localizados.

Fue el hermano del finado, Alejandro Vázquez, de 49 años, quien se encargó de reconocer en el sitio a su consanguíneo; informó a las autoridades que su familiar ya había estado recluido en Puente Grande en más de una ocasión, por lo que en el sitio se comentaba que el ataque pudo haberse tratado de una venganza.

La Policía Investigadora acudió al lugar e inició con los interrogatorios que lleven a dar con los culpables de este deceso, así como los motivos que los orillaron para perpetrarlo.

EL INFORMADOR // Isaack de Loza