Jalisco | El alcalde cuestiona la guerra contra el narco Aristóteles promete intensificar programas en la Colonia del Fresno Aplicarán una intervención por objetivos para acercar servicios básicos, económicos, sociales, cultura y deporte Por: EL INFORMADOR 13 de enero de 2011 - 05:06 hs El padre (al centro) de Evelyn y Betsa contempla los ataúdes donde yacen sus niñas, quienes murieron en una balacera. M. PATIÑO / GUADALAJARA, JALISCO (13/ENE/2011).- El Ayuntamiento de Guadalajara implementará el Programa de Intervención por Objetivos (PIO) en la Colonia del Fresno, para focalizar ahí las acciones y estrategias de las distintas dependencias municipales, como se hizo en la colonia Santa Cecilia, que también destaca por su problemática delictiva. Así lo informó el presidente municipal tapatío, Aristóteles Sandoval Díaz, luego del incidente ocurrido en la colonia, donde fueron ultimadas dos niñas. El PIO fue creado por el Gobierno municipal para mejorar las condiciones de vida en comunidades específicas que presentan situaciones sociales muy desfavorables, lo que detona los hechos de violencia. Con el PIO se considera desde el mejoramiento de la infraestructura urbana de la zona (renovación de pavimentos, alumbrado, espacios públicos, etc.), hasta el acercamiento de la oferta cultural, económica, deportiva y social del Ayuntamiento, con la intensificación de los programas de instancias como la Secretaría de Promoción Social, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), y los planes para la generación de pequeños negocios (microcréditos Emprende). El PIO parte del entendimiento de la inseguridad pública como una problemática multifactorial para el que no basta la acción policial. “Lo preocupante en este momento”, declaró Sandoval Díaz, “es el que ya se esté afectando a personas inocentes. Esta situación nos habla que no hay castigos severos, que no hay investigación a fondo, que hace falta un rediseño de lo que es la política integral en materia de seguridad”. Este hecho violento llama a la autoridad municipal a incrementar el patrullaje de las columnas de seguridad (los grupos de patrullas de los tres órdenes de Gobierno) y las acciones preventivas, como el PIO. El alcalde de Guadalajara cuestionó la estrategia del Gobierno federal para el combate al crimen organizado: “Creo que le pegaron a un avispero sin tener las medidas cautelares, sin tener la política preventiva, sin tener la política de inteligencia, de investigación, de financiamiento, y llegamos solamente a un combate frontal en esta guerra que no se está ganando a nivel nacional”. El Ayuntamiento informó que apoyará a la familia de las menores con asesoría jurídica en los trámites del Servicio Médico Forense (Semefo) y funerarias; que se cubrirá la capilla de velación, cremación o inhumación, y con acompañamiento psicológico. Al PIO también se integrarán las colonias Morelos y Del Sur, cercanas ambas a la del Fresno. Por su parte, la Secretaría de Seguridad Ciudadana anunció que se llevará a cabo una rotación en los comandantes de las zonas del municipio, para descartar cualquier posibilidad de corrupción establecida entre ciertos elementos y delincuentes de algunos barrios, pues vecinos de la Colonia del Fresno acusan complicidad entre la autoridad y los vendedores de droga. También implementarán el programa Familias en Alerta, que tiene como fin involucrar a los habitantes en las tareas de prevención. En este sentido, se aplicará en el Centro de Comunicaciones y Observación Electrónica (Cecoe) de la Policía un servicio telefónico exclusivo para atender al representante vecinal de esta colonia (una opción que estará disponible también para el resto de los presidentes vecinales del municipio). La Secretaría también destinará 10 de las 49 patrullas recientemente adquiridas para reforzar el patrullaje de la colonia (que se encuentra en la Zona Siete, muy extensa y que considera áreas como el Mercado de Abastos, las colonias Morelos, Del Sur, Lomas de Polanco, etc). El retrato de la violencia en la red En Youtube está colgado un video de nombre “Rap de la Colombia del Fresno”, en el cual, con versos al ritmo de hip hop, se retrata a la colonia como un territorio en disputa por varias bandas a las que no les importa arriesgar la vida. En el video se ven policías, personas muertas en el suelo, la ubicación geográfica de la zona con un mapa y se escuchan balazos. La letra hace referencia a enfrentamientos entre delincuentes y policías: “De la colonia del Fresno he venido decidido a eliminar a todo aquél que interfiera en mi camino / listos para la muerte bato gánster delincuente”. También hay un video de un narcocorrido que cuenta la historia de un joven que se dedica al narcotráfico en la colonia. En la canción alardea de poseer mujeres, camionetas, bebidas alcohólicas, armas y negocios. Algunas de las imágenes del video muestran marihuana, autos de lujo, casas en la playa, pistolas y metralletas. De acuerdo con José Igor González, investigador del Departamento de Estudios sobre Movimientos Sociales de la UdeG, dichos videos tienen una dimensión estética en la que los artefactos simbólicos asociados con el narcotráfico se vuelven elementos sustanciales “para la arquitectura de algunos sujetos adscritos a ciertos sectores de la población”. Por otro lado, agrega que la producción de este tipo de videos “enuncia una valoración altamente positiva del modus vivendi asociado con la vía violenta. Se mitifican los actos criminales, se glorifican las ilegalidades, se entroniza a los bandoleros, y se deconstruye, pues, la heroicidad”. Hace 20 años La investigadora del ITESO, Rossana Reguillo, especialista en temas sobre violencia social y culturas urbanas, emprendió en 1989 un estudio de campo sobre la “Banda Los Olivos” de la Colonia del Fresno, formada por unos cincuenta jóvenes. Describe que la colonia estaba dividida en tres grandes territorios; cada uno tenía diferentes niveles de violencia. “Los Olivos mantenían una actividad no sólo de tomar cerveza y consumo de marihuana y tonsol, era lo menos en ese momento. Ya después de los tres, cuatro meses que estuve ahí, y los chavos me tenían confianza, vi cómo llegaba la gente a comprarles droga”. Mencionó que es importante no estigmatizar a las colonias donde hay violencia: “Muchas veces se habla de los que venden droga ahí pero no de los chavitos y las señoras que llegan en sus carros a comprar. En la colonia hay gente que trabaja prestando muchos servicios honradamente”. Reveló que la Colonia del Fresno “fue el lugar que los cárteles o grupos organizados que venían de Sinaloa empezaron a utilizar para pagar protección policíaca con mercancía y ya no con dinero. También pasó en otras colonias como Miravalle. Esto provocó un cambió en la violencia, porque convirtieron en vendedores de droga a los chavos que nada más se dedicaban al grafiti”. Señaló que estos actos violentos son parte de la “evolución natural” del proceso de abandono en que se dejó a estas colonias junto con la corrupción policíaca que hay desde hace años. Después de 20 años la investigadora regresó a la Colonia del Fresno para rastrear qué había pasado con los integrantes de la “Banda Los Olivos”, y encontró que sólo quedaba vivo uno de los integrantes. “Un contacto del barrio me hizo ver que ahora era muy peligroso trabajar ahí. Me dijo ‘ahorita ni te muevas ahí, está calientísimo’”. La diferencia es que hace dos décadas, entre las bandas había un pacto implícito en el que no se “tocaba” a los vecinos de la colonia. Apunta que para detener la ola de violencia es importante encontrar los puntos de distribución y venta de droga, y añade que a pesar de que las autoridades saben dónde sucede, no se ven resultados porque están coludidas. "La Colombia del Fresno" Ningún niño tiene autorizado ir a esa tienda. Ni a la que está a media cuadra, ni a la de la vuelta, ni a ninguna de “ésas” que todos conocen por ese rumbo. A Evelin y Betsa las mandó su abuela a la tienda; pero no a ésa. “Ellas iban pasando por ahí”, dice una vecina, otra y muchas más que saben lo que se vendía en esa esquina, en la que ahora sólo queda un letrero —“Las niñas serán veladas en José María Vigil 1200, en el Crematorio Mezquitán”—, un árbol de naranjas, cuatro veladoras, tres rosas, más de una veintena de círculos blancos y dos óvalos de cal que intentan ocultar el color magenta que dejaron los cuerpos de las dos pequeñas de 12 y ocho años de edad. Pero todos saben qué pasó ahí el martes, en la esquina de Fresno y Encino, enclavada en el cuadrante conocido como “la Colombia del Fresno”. Una mujer que compra mandarinas y jitomates a menos de 20 metros de la escena del crimen aprieta los hombros y levanta su mano para señalar con fuerza el centro de su frente: “Aquí, aquí le dieron… cayó de espaldas con el tiro en la cabeza. A la otra sólo la vi agonizando. Le pedí al policía que la levantara para que no se ahogara”. Después del impacto de bala en el tórax, agrega la vecina, Evelin cayó de frente, encima de otra niña que no se menciona en los reportes oficiales, su hermanita de dos años de edad: “Como pudo salió de debajo del cuerpo y la resguardaron en la carnicería. Esa imagen nunca la voy a poder olvidar”. En la carnicería, los trabajadores cuentan que después de los balazos vieron a esa niña, hermana de Evelin y Betsa, llorando por la calle Fresno. “Nadie sabía quién era, estaba temblando, asustada. Y hasta que llegó la abuelita a reconocer los cuerpos de las niñas supimos que había una tercera y que había sobrevivido”. En los alrededores circulan carros de judiciales, de la Policía estatal y muchas camionetas ostentosas. Todos los negocios siguen abiertos porque —dicen— ya están acostumbrados a la violencia. La mayoría guarda silencio. Y los pocos que hablan repiten palabras como “indignación” e “impotencia”, porque “no se vale que maten a criaturas inocentes”. Los asesinatos, robos y hechos violentos son tan comunes que hay “gritones” que al menos cada 15 días aparecen muy temprano anunciando por las calles las novedades de la nota roja de esa colonia. Dicen los rumores que hasta los maras que viajan por el tren se detienen a conocer una “colonia muy famosa” donde encuentran “drogas buenas”. “Así es aquí, balazos por todos lados. Y pues todos sabían que en ese lugar vendían (droga). Las niñas iban pasando por el lugar equivocado. Uno de los testigos se impactó tanto que ya no quiere regresar a trabajar, se escondió detrás de un ‘refri’ y luego luego se fue. No quiere declarar, porque teme que luego lo quieran matar a él”, cuenta otra de las vecinas, quien remata, seca, que el problema es obvio: la culpa la tiene la droga. Inmediatamente reflexiona y pide que la charla se termine, porque “todos sabemos quién vende” y teme que piensen que está “hablando de más”. Las madres de familia dicen que por lo pronto no quieren que sus hijos salgan de casa. “Pero pedimos que esto ya acabe. Queremos más vigilancia, pero no de los municipales, porque todos sabemos que ellos controlan los puntos de venta y no podemos denunciar; todos están coludidos y es muy descarada la venta… Ésta es la historia de la Colombia del Fresno”. CRONOLOGÍA Asesinatos de jóvenes 26 de diciembre de 2008: Es asesinada Ana Karen García López de 17 años por un grupo de sujetos que arribaron en un automóvil Caribe, en el cruce de las calles Ébano y Ciprés. Ana Karen había llegado al lugar para saludar a unos conocidos. 28 de mayo de 2009: Es asesinado Jorge Cristian Jasso Heredia de 27 años en una tienda de abarrotes en el cruce de las calles Fresno y Encino. Tan sólo 15 días antes, Jorge Cristian había sido liberado del Penal de Puente Grande tras haber sido acusado del homicidio de Pablo Guillermo Téllez en la calle Pelícano, también en la Colonia del Fresno, en 2005. 10 de agosto de 2009: Jonathan García de 16 años fue baleado por unos individuos a bordo de automóvil que se acercó lentamente por la calle Ciruelo. 4-13 de octubre de 2009: Dos hechos paralizan a la Colonia del Fresno: se encuentran dos sujetos asesinados cubiertos por sábanas con mensajes amenazantes. El primero fue Óscar Osvaldo de la Rosa, de 20 años, y el segundo César Raúl Vargas, de 35 años, quien se desempeñaba como “lavacoches” en la colonia. 10 de mayo de 2010: Muere de cinco cuchilladas el joven de 22 años, Eduardo Cruz. La calle Pelícano fue el punto exacto del asesinato; fuentes allegadas sugirieron que el móvil era un ajuste de cuentas por el control de rutas para la venta de droga. TELÓN DE FONDOLa última visita… Eran las 14:40 horas del martes 12 de enero cuando los teléfonos de la Policía de Guadalajara, del Estado, la Procuraduría estatal y los radios comunicadores de paramédicos alertaban de seis personas heridas por arma de fuego, en el cruce de las calles Fresno y Encino, enfrascadas entre una zona industrial y otra comercial de la metrópoli. Vecinos de esa zona vivieron minutos de terror debido a que cayeron muertas las hermanas Evelin, de 12 años de edad, y Betsa, de ocho, en un ataque por parte de la delincuencia organizada que decidió que ese día fuera ejecutado un narcomenudista. También cayeron heridos a tiros Luis Javier González Suárez, de 18 años, y Karla Janeth Evia Aviña, también de 18, quienes ahora se debaten entre la vida y la muerte en la cama de un hospital. Además de Gustavo, de 27, y su hermano Francisco Javier Díaz De La Torre, de 41 años. En la esquina más peligrosa de Guadalajara se derramaron lágrimas de familiares de las fallecidas y de vecinos aterrados por las 30 detonaciones de un par de pistolas calibre .9 y .45 milímetros. “Se bajaron dos del carro y con las pistolas en las manos dispararon y cayeron todos lo que estaban en la tienda, y una señora que estaba dentro salió corriendo después de los balazos con su bebé en brazos y una niña; a ellas no les tocó... pero qué desalmados, desgraciados”, dijo una señora que observó la escena. Relató que no pasaron ni tres minutos cuando llegaron los policías y paramédicos para ayudar a los heridos, “pero las niñas, no lo puedo creer... es algo con un sabor pero muy muy amargo (...) yo estaba aquí parada en esta esquina e iba a ir a la tienda para comprar tortillas de harina”. Los criminales iban a bordo de un Jetta de color blanco con vivos rojos. No se pudo localizar el auto, como si hubiera desaparecido. Las autoridades tardaron cerca de dos horas para contar los casquillos y tomar huellas, video y fotografías. Cuando se fueron, en la calle sólo quedaron los familiares de las víctimas, inconsolables, y el recuerdo de las dos hermanas cuyas vidas terminaron al estallido de la pólvora. Temas Ayuntamiento de Guadalajara Municipios Aristóteles Sandoval A FONDO Lee También ¿Puede ser viable el regreso de los trenes de pasajeros? Expertos analizan el proyecto Gente Bien Jalisco: Revista del 28 de noviembre 2024 ¿Cuáles son los horarios y fechas de la FIL 2024? ¿Cuáles son las colonias tapatías con mejor recolección de basura? Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones