Alistan diagnóstico para evaluar universidades privadas en Jalisco

GUADALAJARA, JALISCO (02/MAR/2015).- El Consejo Estatal de Planeación de la Educación Superior (Coepes) acordó levantar un diagnóstico de la situación que impera en el desempeño de las instituciones particulares de educación superior, adelanta Gustavo Padilla Montes, coordinador de Educación Superior, Investigación y Posgrado en la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología (SICYT).

En Jalisco, según la dependencia, existen 177 mil 743 estudiantes de 401 programas de licenciatura reconocidos en 30 instituciones particulares. Tan sólo de agosto a diciembre de 2014, se recibieron 50 solicitudes, de las cuales se certificó al 80 por ciento.

El diagnóstico, que estará listo a finales de año, busca diseñar un programa integral de fortalecimiento e impulso de la calidad en todas las instituciones incorporadas.

“Se está invitando al Gobierno Federal y a la Universidad de Guadalajara para que participen en la evaluación y establecimiento, en conjunto, de un marco para la regulación del otorgamiento del Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE), y un proceso de acompañamiento hacia la calidad”.

Entre los proyectos para este año, añade la revisión y actualización de la normatividad y el instructivo correspondiente para el RVOE, “procurando poner elementos que lleven a la pertinencia de los planes y programas de estudio a las necesidades del mercado”.

El funcionario adelanta que se intentará introducir requisitos para que las instituciones privadas contemplen la posibilidad de acreditarse: “Sino tendrían que avenirse a una serie de disposiciones que les lleve a lograr mayores índices de calidad”.

Caen multas y apercibimientos

Las autoridades desconocen el número de inspecciones realizadas en los últimos años en las instituciones privadas de educación superior. La Secretaría de Educación Pública, a nivel federal, evadió la respuesta. En Jalisco, la SICYT, respondió que no cuenta con la información solicitada.

El problema es que la ley no obliga a las autoridades educativas a inspeccionar que los planteles sigan cumpliendo con las condiciones por las cuales cuentan con el RVOE. La normatividad solamente sugiere al menos dos visitas de inspección por ciclo escolar, por ello no es de extrañar que el número de multas y apercibimientos en todo el país se desplomara 45 y 77 por ciento, respectivamente, en los últimos cuatro años.

Las multas pasaron de 178 a 97, entre 2010 y 2014; mientras que los apercibimientos cayeron de 54 en 2011, a 12 el año pasado. Y en los últimos cuatro años, apenas 296 instituciones particulares perdieron el registro de validez federal, de un total de 953 programas en el país.

Por ley, los planes de estudio de las instituciones particulares deben señalar al menos los objetivos generales, métodos y actividades para alcanzarlos, criterios y procedimientos de evaluación y acreditación de cada asignatura; pero un recorrido por tres centros privados revela que ninguno cumplía con la publicación de los datos señalados en sus programas de estudio.

Otro de los requisitos legales es que los maestros cuenten al menos con cinco años de experiencia y titulación, sin embargo, ninguno de los planteles accedió a proporcionar información sobre los perfiles docentes.

“Somos una institución con una trayectoria y reconocimiento empresarial”, “profesores con experiencia profesional y docente”, exhibe en su publicidad uno de los centros, pero cuando se solicitaron los reconocimientos empresariales, el encargado de admisiones desconoció la información y tampoco proporcionó detalles sobre el cuerpo docente.

El delegado de la Secretaría de Educación Pública en la Entidad, José Luis Castellanos González, reconoce que “muchas veces falta efectivamente tener una vigilancia más estrecha y cercana para que se sigan cumpliendo los requisitos”.

En tanto, el coordinador de Educación Superior, Investigación y Posgrado del Gobierno de Jalisco, Gustavo Padilla Montes, desconoce el número de inspecciones realizadas en lo que va de la administración.

La SICYT respondió que no ha revocado ningún RVOE, por lo que desconoce las fallas e incumplimientos que más cometen las instancias privadas de educación superior.

ESTÍMULOS FINANCIEROS
Piden incentivos para alcanzar calidad de escuelas privadas

“Todo individuo tiene derecho a recibir educación de calidad”, señala la Ley General de Educación en su artículo segundo. Pero la legislación no contempla incentivos para garantizar esta característica en la educación superior privada. Tampoco la obliga ni la promueve.

En Jalisco ocho instituciones privadas están certificadas por la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (Fimpes), mientras que 20 planteles tienen al menos un programa acreditado por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior.

Entre las primeras se encuentra el Tec de Monterrey, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente, la Universidad Panamericana, la Universidad del Valle de Atemajac, el Tec Milenio, la Universidad Marista de Guadalajara, la Universidad del Valle de México y el Instituto de Especialización para Ejecutivos.

Estas escuelas acreditan la excelencia y mejora continua de la calidad, pero la certificación es costosa y voluntaria.

El secretario general de la Fimpes, Rodrigo Guerra Botello, explica que la Federación no cobra la certificación, pero sí una membresía anual que asciende a 275 mil pesos, esto en función de la cantidad de alumnos en la institución: “Las más grandes, las que tienen 85 mil alumnos pagan 275 mil, las chicas (150 alumnos) pueden pagar 16 mil pesos”.

La otra instancia encargada de validar la calidad de los programas es el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (Copaes), que cobra entre 80 y 180 mil pesos por cada programa certificado: Universidades como la UTEG, acreditan sus programas ante la instancia.

Para que más instituciones puedan pagar a los organismos y certificar su calidad, Guerra Botello propone una serie de incentivos, entre ellos fondos para investigación, financiamiento para alumnos y deducibilidad de las colegiaturas: “Las universidades públicas sí reciben un presupuesto adicional si se certifican”.

El coordinador de Educación Superior, Investigación y Posgrado del Gobierno de Jalisco, Gustavo Padilla Montes, apunta que precisamente la falta de incentivos se refleja en la calidad de las instituciones: “En la medida de que sea mayor la exigencia por parte de los empleadores y no sea explícita, las instituciones particulares no tienen el incentivo”. Dice que un estímulo natural para los estudiantes, es la inserción al mercado laboral.

Sin embargo, el secretario de la Fimpes contrasta que deberán cumplirse los requerimientos que marca la ley para que prevalezca la amenaza de perder el registro en caso de incumplir. Pero la legislación tendría que apoyarse en una red de acreditadoras de instituciones y programas.

El delegado de la SEP en Jalisco, José Luis Castellanos González, destaca que, además de las certificaciones de las escuelas y programas, se necesita un método de evaluación del alumnado: “Debemos cuidar más la calidad a través de cambios que garanticen que salgan bien evaluados”.

Para el director técnico de Copaes, Juan Carlos del Castillo Vázquez, la evaluación externa implicaría presentar una serie de elementos y evidencias de que se imparten estudios de calidad. Las complicaciones que enfrentarían son infraestructura, instalaciones, procedimientos, academias que revisen los planes de estudio o la gestión académico-administrativa.

Los ejemplos

Singapur creó una Comisión en la que tienen representación universidades, empresarios y padres de familiay fijan las reglas de control de instituciones privadas. Las escuelas aprobadas reciben un permiso de hasta por cinco años.

En Reino Unido, el Parlamento es la única entidad que puede aprobar una universidad, después de pasar rigurosos filtros. En Estados Unidos, si los alumnos no aprueban un examen al final de la carrera no pueden ejercer.

LA VOZ DEL EXPERTO
Se debe reformar la legislación

Rodrigo Guerra Botello (secretario general de la Fimpes)

Es urgente actualizar las normas de calidad educativa, así como la vigilancia continua a los registros de validez y a los programas de estudio, afirman estudiosos del tema. La misma Secretaría de Educación Pública se pronunció, en una evaluación de 2012, a favor de una transformación constitucional y administrativa del Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE).

En el mismo tono,el secretario general de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (Fimpes), Rodrigo Guerra Botello, lanza un llamado a reformar la Ley General de Educación: “La ley tiene tres décadas, el RVOE ya va para 15 años, ambos fueron concebidos en un país muy diferente al de hoy, el mundo se mueve en ese tiempo”.

Estima la dificultad de cobertura de la normatividad actual de todas las necesidades que deben enseñar los entes privados de acuerdo a lo que requiere el mercado laboral. Apenas cuatro por ciento de las instituciones particulares en el país están certificadas por la Federación.

¿Las consecuencias? El joven egresado que estudia un programa con RVOE no tiene una garantía de calidad, el registro simplemente es un certificado de que la universidad tiene maestros, plan de estudios e infraestructura, responde.

En cambio, los egresados de instituciones acreditadas en calidad tendrán mejores oportunidades y garantías de encontrar un trabajo relevante. “Este tipo de universidades interactúan constantemente con el mundo laboral, ajustan sus planes de estudio, perfiles de maestros y técnicas de enseñanza todo el tiempo”.

Además, estima, se tiene un mejor desempeño en las evaluaciones del Ceneval o en la actuación de la vida profesional.

“El secreto está en que las competencias deben reflejar las necesidades del mercado laboral”. Finalmente matiza que aunque son pocas las instituciones acreditadas por la Fempis, en éstas estudian hasta 540 mil estudiantes.

NUMERALIA
Calidad en el papel

85% De las escuelas privadas se encuentran en el último nivel de compromiso con la calidad.

4% Está en el primer nivel de calidad.

61% No cuenta con un estricto proceso de evaluación del aprendizaje de los alumnos.

72% No imparte programas en idiomas extranjeros.

1 De cada 10 reporta algún nivel de investigación.

Fuente: Diagnóstico. Programa de Fomento a la Calidad en las Instituciones de Educación Superior Particulares

APROVECHAN NEGOCIO
Facilidad de apertura de universidades, genera incompetencia de egresados

Una universidad es todo establecimiento que ofrece por lo menos cinco planes de estudios de licenciatura o posgrado, en tres distintas áreas, una de las cuales deberá ser del área de humanidades, estipula el Acuerdo 279 de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Sobre la calidad universitaria no hay mención.

Cualquiera puede tener una escuela. De hecho, es un negocio rentable: cada día se incorporan, en promedio, 156 alumnos universitarios a una institución privada, lo que resulta en un aumento de 55 por ciento de la matrícula en los últimos ocho años.

Los particulares pueden acudir a la SEP, a las secretarías de educación estatales o a las universidades facultadas para tramitar por cada carrera un Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE); o pueden impartir estudios sin el reconocimiento, aunque están obligadas a mencionar en toda su publicidad y documentación su calidad de “no incorporadas”, lo que impedirá a los estudiantes obtener un título y cédula profesional.

El RVOE significa, simplemente, el cumplimiento de los requisitos mínimos para funcionar en cuanto a profesorado, instalaciones y programas de estudio.

En el país existen mil 400 instituciones y escuelas privadas de educación superior con RVOE: 353 en el Distrito Federal; 201 en el Estado de México; 110 en Guanajuato; 104 en Veracruz y 78 en Jalisco, según la SEP.

Para obtener el RVOE los profesores de asignatura deben tener mínimo un título y cinco años de experiencia docente o laboral; los programas de estudio deben señalar objetivos generales, métodos para alcanzarlos, procedimientos de evaluación de cada asignatura y el perfil de egreso. Sobre las instalaciones, basta con que se encuentren libres de controversias administrativas o judiciales y que se acredite su ocupación legal. La autoridad sólo realiza una visita de inspección para comprobarlo, y otorga o niega la validez oficial. Pero que un programa académico cumpla con los requisitos que marca la ley no quiere decir que éste tenga calidad.

Algunos egresados obtienen títulos que no son acordes con el nivel de competencias demandado por las empresas, revela la Encuesta de Competencias Laborales 2014, del Centro de Investigación para el Desarrollo.

Otro estudio del Centro Nacional de Evaluación Educativa (Ceneval) revela que ocho de cada 10 instituciones superiores privadas que cuenta con RVOE no reúnen las condiciones mínimas para que puedan ser consideradas como universidades.

En Jalisco, la brecha entre la oferta y demanda de competencias es de 20%, lo que significa que ese porcentaje de empresas respondió que tiene o ha tenido vacantes que no han podido llenar a pesar de tener candidatos.

GUÍA
Consejos para garantizar la calidad de programa académico

— ¿En dónde consultar si tu carrera cuenta con RVOE?

— La institución privada debe mencionar en toda su publicidad y documentación la fecha de expedición y autoridad que otorgó el registro de validez oficial.

En el servidor http://www.sirvoes.sep.gob.mx/ puedes encontrar los RVOES que otorgan las autoridades federales y estatales.

Si los estudios están incorporados a otras instancias educativas como las universidades autónomas, puedes acudir directamente a dichas instancias.

La institución debe tener un RVOE por cada licenciatura ofrecida; cuando la escuela particular carece del esta certificación no puede otorgar título ni cédula profesional al término de estudios.

— ¿Qué hacer si el programa de estudios que cursas no obtuvo el RVOE?

— Los particulares que imparten estudios sin RVOE tienen la obligación de mencionar en toda su publicidad y documentación su calidad de no incorporados.

La principal consecuencia es que los estudios carecen de validez oficial.

Si fuiste engañado, la SEP puede tomar medidas para que resultes lo menos afectado en tu trayectoria académica.

Sin embargo, si tenías conocimiento desde un principio que los estudios carecían de validez oficial y la institución cumplió con mencionar en su publicidad y documentación su calidad de “estudios no incorporados”, no hay nada que la autoridad pueda hacer.

ILEGALIDADES
Las sanciones