Alianzas y ajustes de cuentas

El pleito venía de tiempo atrás. Durante el proceso de renovación de la dirigencia municipal del Partido Acción Nacional (PAN) de Guadalajara volvieron a salir las viejas rencillas, las culpas y los resentimientos. La derrota panista en la zona metropolitana no se avistaba tan catastrófica, pero la debacle tapatía, en uno de los bastiones emblemáticos del blanquiazul a nivel nacional, que estaba en su poder ininterrumpidamente desde 1995, hizo que se recrudecieran los rencores y se reagruparan los liderazgos para desplazar a los adversarios internos.

La molestia del grupo que todavía se alinea con el ex alcalde Fernando Garza durante la campaña electoral se concentraba en la figura del candidato Jorge Salinas, a quien nunca vieron comprometido con los militantes de base, con los de a pie, que se desgastaban en sus ratos libres para hacer proselitismo en su favor. Hay quien cuenta que en algún momento del proceso el propio Garza sondeó la posibilidad de ser él candidato y oponérsele a Salinas, pero fue convencido de que se trataba de un despropósito mayúsculo, por más que sus adeptos y algunos de los políticos que se formaron bajo su cobijo renegaran de la campaña.

En efecto, la imagen que proyectó Salinas en una etapa crucial de la campaña fue la de un candidato sobrado, hasta soberbio, seguro de que el triunfo llegaría prácticamente solo. En los corrillos políticos, entre comunicadores se multiplicaba la pregunta de por qué el candidato panista no se involucraba más con la gente.

Cuando el resultado electoral regresó a los priistas al poder en Guadalajara, en automático el presidente del Comité Municipal del PAN, Manuel Romo, designó a Jorge Salinas como coordinador de la fracción que ahora era oposición. Pero como es facultad estatutaria que el dirigente en turno del comité nombre al coordinador, el cambio en la presidencia, que ganó Carlos Tiscareño, hacía prever que el grupo nucleado en torno a Garza, con el diputado Alfredo Argüelles y el ex director del SIAPA, Rodolfo Ocampo, en primera fila, se aprestaría a tomar el control de la fracción.

El nuevo coordinador edilicio es Ricardo Ríos. La lucha por la candidatura a la alcaldía de Guadalajara ya es abierta; Salinas y su grupo (que sigue atendiendo consejos y directrices del ex gobernador y diputado Francisco Ramírez Acuña) ha perdido un round. Pero a esto le falta mucho y todavía veremos confrontaciones por muchos rincones del Estado conforme se aproxime la apertura formal del proceso electoral que culminará con los comicios de 2012.

Desgaste es un concepto que al parecer no quieren comprender muchos panistas que van por otros cargos sin mirarse en el espejo y sin revisar lo que les prescriben los Principios de Doctrina que les legaron los fundadores de su partido, al que, por cierto, han arrastrado al desprestigio por la falta de escrúpulos con la que muchos han actuado desde los puestos que han ocupado, de elección o designación.

Habrá entre los panistas quienes piensen que sus responsabilidades gubernamentales pueden esperar. Ahora es temporada de caza.