GUADALAJARA, JALISCO (17/DIC/2016).- Una “tortura” de casi tres años. Ir de abogado en abogado sin lograr que le resolvieran su caso. Así es la experiencia que ha vivido José en su intento por defenderse de una demanda en su contra.El primer profesionista en Derecho que contrató abandonó su caso; con el segundo fue víctima de fraude, ya que desapareció con el anticipo de 50% de lo que cobraría por el asunto y, un tercero, simplemente “no hizo nada”.La Dirección de Profesiones del Estado ha comenzado a captar denuncias relacionadas con mala práctica profesional de abogados. Ya acumula cinco de éstas, según su titular, Felipe de Jesús Oceguera Barragán.Entre las malas prácticas de las que hablan los clientes están pedir dinero en repetidas ocasiones a cambio de actuar y sin obtener avances, o dejar inconcluso el asunto. “Son una práctica muy común”.Al respecto, el Colegio de Abogados Libres de Jalisco “Tomás López Linares” tiene identificadas malas prácticas de litigantes, por lo que realiza una serie de recomendaciones a quienes requieren los servicios de profesionistas de esta área, como son corroborar que tengan cédula profesional, el domicilio de su oficina y protegerse con un contrato.Para la contratación de un abogado es indispensable, desde el punto de vista del presidente de esta organización, Juan Manuel Lepe González, cerciorarse de que tenga un domicilio fijo, preguntarle sus horarios y días que se le localiza en el sitio, preguntarle si pertenece a un colegio de abogados.Es recomendable también fijar el monto de honorarios desde el principio y firmar un contrato de prestación de servicios, detallando qué abarca. “Con esto tan simple se evitará problemas en el futuro. Le deben decir en ese contrato qué es lo que abarca la intervención del abogado, porque está el juzgado, la apelación, el amparo indirecto o directo, la revisión del amparo, son cuestiones diferentes… También debe establecer que las actuaciones las va realizar en forma exacta y oportuna. En el contrato se debe decir cuáles van a ser las intervenciones por el costo de honorarios”.Con el contrato también debe establecerse qué incluye, “todo lo necesario de la intervención del abogado”, ahí van incluidas las propinas, de manera que no tendrá que estarle pidiendo al cliente dinero “para esto y para lo otro”.Recomienda establecer en el contrato una cláusula en la que el abogado se obliga a reparar daños y perjuicios que ocasione al cliente por negligencia, dolo, torpeza, mala fe e ignorancia.En el contrato también es necesario anotar del nombre del abogado, el número de cédula profesional, si tiene alguna especialidad. Debe contar con la autorización de la Dirección de Profesiones del Estado y el Registro Profesional ante Tribunales Federales.Lepe González manifiesta que en el caso de abogados colegiados, cuando incurren en alguna mala práctica, a través de una queja se les puede llamar a cuentas y es posible que se les sancione dándolos de baja como asociados. Además, se transmite la queja a Profesiones del Estado, que puede proceder a sancionar su autorización para litigar manera temporal o definitiva.Dependiendo del caso, se puede presentar una denuncia penal por abandono del asunto, por ejemplo. La Fiscalía debe revisar si se abandonó con causa justificada o no.TESTIMONIO“Es una tortura”José intentó defenderse de una demanda en su contra, pero tres abogados distintos le dejaron mal sabor de boca y aumentaron su angustia. Luego de que los tres le fallaron y tras dos años y medio de estar en un juicio y ver que no avanzaba, tomó la decisión de aceptar la culpabilidad a pesar de asegurar que es inocente. Su esposa lo demandó por violencia física.“Para ya no meterme en broncas de abogados que me estuvieran volviendo a extorsionar, decidí aceptar la culpabilidad de algo que yo quería defender, donde yo era inocente”.Hoy, el hombre necesita nuevamente a un profesionista en Derecho para divorciarse y no ha logrado contratar a nadie, entre la desconfianza y “pavor” que tiene hacia este gremio, y que los abogados con quienes ha conversado no han mostrado mucho interés en su caso.“Como no hay nada económico qué pelear, nadie quiere tomar mi caso. Los abogados que me escuchan me dicen que no tienen tiempo para mí, porque todo lo que quieren es sacar un caso donde tengan que robar ellos”.Sobre su mala experiencia, el entrevistado indica que el segundo abogado contratado fue el peor: lo conoció a través de su padre y hermano a quienes se los habían recomendado unas amistades.Recuerda que al principio no conocían su oficina, pero concertaron reunirse en un crucero donde le entregó 50% de lo que les cobraría por continuar el juicio. Al darle el dinero firmó una hoja en la que se especificó la cantidad. Sin embargo, al acudir al juzgado para notificar que era el nuevo abogado defensor no presentó su cédula profesional, por lo que no se pudo acreditar como tal. Ante ello, comenzó a insistirle que cubriera ese requisito para continuar con el caso.En dos ocasiones el abogado lo recibió en su oficina; no obstante, después de esas visitas jamás volvió a localizarlo ahí, jamás le respondió las llamadas ni acudió al juzgado, “jamás hizo nada”.“Nunca lo pude volver a localizar, iba y me le plantaba en su oficina. Resulta que ese abogado lo que hacía era agarrar casos, agarrar anticipos y andarse moviendo de una oficina a otra. En el despacho donde él trabajaba, resulta ser que nadie lo conocía, que le rentaban un cubículo”.Una secretaria le comentó que no era la única persona que se la pasaba “correteándolo”.Lo anterior no es un caso aislado, el Colegio de Abogados Libres de Jalisco “Tomás López Linares” tiene identificado que hay personas que se ostentan como abogados y se dedican a rentar oficinas por periodos cortos e incluso alquilan celulares, y están constantemente cambiando de inmueble y número de teléfono móvil, “enganchan” clientes a quienes les cobran los anticipos y luego desaparecen, indicó el presidente del organismo, Juan Manuel Lepe González.Además, también conocen de casos de quienes abandonan los juicios, o les cobran a los clientes para diversos asuntos vinculados al juicio y no les resuelven.En este tema, Rogelio Barba Álvarez, Jefe del Departamento de Derecho Privado de la Universidad de Guadalajara, opina que quienes contratan los servicios de licenciados en Derecho están muy desprotegidos.LA VOZ DEL EXPERTO“Los clientes están desprotegidos”Rogelio Barba Álvarez (académico de la UdeG)Al señalar que no existe un código de ética de los abogados y que desconoce que se hayan aplicado sanciones por mala praxis, Rogelio Barba Álvarez, jefe del Departamento de Derecho Privado de la UdeG, considera que quienes contratan estos servicios están muy desprotegidos. Aconseja que el cliente se cerciore de que el abogado que pretende contratar cuente con una cédula profesional; de no tenerla puede ser sancionado.En la Ley de Profesiones se establecen una serie de responsabilidades, y se marca que la persona debe estar debidamente acreditada como abogado. Si se ostenta como pasante o profesionista en el ramo de la abogacía, sin serlo, hay sanciones. También quienes ejercen como abogados sin cédula se les puede amonestar y va en aumento la sanción si reinciden.Aunque el Código Penal establece sanciones, a consideración de Barba Álvarez hay ambigüedad, por lo que deben revisarse. En esta norma se contempla que si una persona abandona al cliente sin motivo, se le puede imponer una pena de tres meses a tres años; además, contempla la inhabilitación para ejercer hasta por dos años.Desde su punto de vista, el nuevo sistema de justicia penal va a terminar con este tipo de abogados porque la persona debe tener conocimiento jurídico, del proceso y habilidades. “Estamos muy pobres en legislación para la protección de los clientes”.CLAVESDónde corroborar profesiónPara corroborar si el abogado que se pretende contratar cuenta con cédula profesional se puede buscar en: profesiones.jalisco.gob.mx. Allí hay un apartado de consulta de registro y es suficiente con colocar el nombre de la persona.Sin embargo, en la página electrónica se pueden consultar las cédulas de 2007 a la fecha, de manera que si no aparece el nombre que se busca se puede enviar un correo electrónico a la Dirección de Profesiones.CONTACTOEn la Dirección de Profesiones del Estado se pueden realizar quejas de manera anónima y para darles mayor formalidad se pueden presentar por escrito, en las oficinas en Madero 110, esquina Degollado, en el Centro de Guadalajara.El teléfono es: 1543-8808.Atención jurídica gratis para personas de escasos recursosLa Procuraduría Social es una instancia a la que pueden recurrir las personas de bajos recursos que requieren un abogado, ahí se les apoyará con un servicio gratuito en áreas de Derecho Civil, Mercantil, Familiar y Laboral Burocrático; en tanto que el tema Penal lo proporciona el Estado.“El servicio jurídico que presta la procuraduría es 100% gratuito, nadie tiene por qué pedir ni un solo peso”, subrayó el procurador Social, Carlos Trejo Herrera.Aunque los servicios son gratuitos, el interesado tendrá que cubrir gastos generados por el juicio, como son la publicación de edictos en los que tienen en algunos casos descuentos, en tanto que son gratuitos cuando se emiten en el Periódico Oficial de Jalisco.Además, a través de convenios con el Registro Civil pueden obtener actas de nacimiento o matrimonio sin costo, y descuentos en trámites que involucran al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, por ejemplo.De enero a septiembre de este año, la procuraduría ha atendido a 14 mil personas que han acudido a esta instancia, en la mayoría de los casos se trata de temas en materia familiar. Algunas personas acuden sólo por una segunda opinión de su caso. También realiza una labor de mediación y se logran convenios de conciliación en algunos casos.CONTACTOProcuraduría SocialSe puede contactar con la Procuraduría Social a través del número telefónico 01800-7257624.Sigue: #DebateInformador¿Qué opina de las leyes y sanciones contra los abogados que engañan o defraudan a sus clientes?Participa en Twitter en el debate del día @informador