Alcalde zapopano pide respeto al gobernador

ZAPOPAN, JALISCO (23/SEPT/2011).- Aunque evitó opinar sobre el desplegado en el que el alcalde de Guadalajara, Jorge Aristóteles Sandoval hizo un llamado para hacer una tregua con el objetivo de que durante los Juegos Panamericanos el Gobierno del Estado y los municipios se abstengan de hacer una guerra de declaraciones, para no dar una mala imagen a los visitantes, el presidente municipal de Zapopan, señaló que el Ejecutivo y sus funcionarios siempre han sido los primeros en hacer declaraciones nocivas, por lo que le pidió respeto al gobernador.

“Lo que sí puedo decir es que hay que tomar en cuenta que el Gobierno del Estado ha sido muy irresponsable con las declaraciones que han emitido muchos de sus servidores públicos, por eso yo sí le pido respeto al gobernador”, aseveró el primer edil.

El alcalde recordó que desde que iniciaron sus respectivas administraciones los presidentes municipales electos para el periodo 2010-2012, comenzaron las declaraciones de funcionarios estatales contra los alcaldes priistas, porque “casualmente todo era culpa de nosotros, y eso es un error, quiero decir que tanto Miguel Castro, Jorge Aristóteles y yo siempre hemos actuado a la defensiva, nosotros somos respetuosos…”

Vielma Ordóñez destacó que uno de los grandes problemas de Jalisco es la impunidad, en este sentido manifestó que mientras la Procuraduría de Justicia del Estado continúe dejando en libertad a todos aquellos delincuentes que son detenidos como parte del esfuerzo de las corporaciones policiacas municipales.

“Querer echarle la culpa a los ayuntamientos de ineficiencias del gobierno estatal puede provocar reacciones de nosotros (los alcaldes) porque vamos a defender a nuestros municipios y sobre todo a las instituciones, por eso digo que no es ni con desplegados, ni con declaraciones irresponsables como se van a resolver los problemas de la ciudad”.
Considera que una manera de evitar una guerra de declaraciones, es respetar las formas y trabajar en conjunto, pues se debe hablar con resultados en la mano y repartiendo culpas.

EL INFORMADOR/ LILIANA NAVARRO