Albergues, sin información oficial de Secretaría de Salud sobre virus

GUADALAJARA, JALISCO.-  Todo depende del albergue. El Buen Samaritano tiene salas en las que duermen alrededor de 60 personas por noche: todos respiran el aire de todos. El Fray Antonio Alcalde y Barriga tiene cuartos con capacidad de hasta ocho personas. Ambos reciben parientes y pacientes del Hospital Civil viejo de Guadalajara, del que entran y salen constantemente. Sin embargo, la Secretaría de Salud Jalisco ( SSJ) no se ha presentado a estos sitios para dar recomendaciones de cómo prevenir el contagio de la influenza tipo A H1N1.

El Buen Samaritano está por la calle Belén, a la vuelta de Urgencias del Civil, donde en el día el sol carcome la soledad de las banquetas y por la noche, desde el lunes pasado, se aglomeran hasta 100 personas que, de acuerdo a un taxista que ahí trabaja desde hace 30 años, “nunca había habido tanta gente pidiendo atención”.
La madre Daría, encargada del lugar, cuenta que han tomado las medidas que difunden los medios de comunicación, aunque considera necesario que las autoridades sugieran qué hacer, pues con uno que se enferme puede contagiar al resto.

La asociación civil Fray Antonio Alcalde, ubicada en avenida Alcalde en una finca que hace años fue una vecindad conocida como “Las casitas” de la que se obtenían recursos para mantener el Hospital Civil, recibe entre 120 y 130 personas al día. Junto a la puerta, hay un frasco grande de jabón para que cada que alguien ingresa se lave las manos. “No les damos de comer en la cocina, se salen al patio, estamos lavando los utensilios con cloro, todos usan cubrebocas y si alguien tiene síntomas se va directo a que lo revisen”, relata el encargado de recepción, Jaime García.

Las medidas las decidieron ellos. Aquí tampoco llegaron recomendaciones oficiales de la SSJ, “la directora tuvo que ir el miércoles a pedir información”.

Albergues de otro tipo, como Madre Felícitas, Casas para el Desarrollo de la Niñez, Mi único Apoyo Eres Tú y Centro Indígena Huichol, confirman que tampoco han recibido información del Gobierno estatal o federal. Todos aseguran no tener casos “riesgosos”, pero sí “buenas medidas preventivas”: las que reproducen los medios de comunicación.

La hermana Eva Ramírez, de la casa hogar Madre Felícitas, dice vía telefónica que sí le gustaría que la visitaran, para tener certeza de cómo evitar el contagio de los niños que cuidan, pues todos duermen en cuartos comunes. “A los niños no los dejamos salir. De hecho, regresamos a todos los que tienen tutores, sólo nos quedamos con los hijos de los presos que no tienen a dónde ir”.

El Centro Indígena Huichol no se arriesgó. Al considerar que había peligro de contagio, decidió cerrar el sitio que da alojo provisional en Guadalajara a los indígenas wixárika de la sierra Norte de Jalisco.

Por otro lado, el director de la Secretaría de Desarrollo Humano, Martín Hernández Balderas, ha declarado que desde hace unos días inició una campaña de difusión de las medidas a tomar para evitar la propagación del virus de la influenza humana en albergues o asilos.

De acuerdo al funcionario, personal de esta dependencia acude a los centros comunitarios para que capaciten al personal que labora en estos lugares.