Acuerdo político, única salida a la crisis financiera del Congreso

GUADALAJARA, JALISCO (23/SEP/2013).- Sin 200 millones de pesos más, el Congreso del Estado de Jalisco no podrá cumplir con sus compromisos financieros para lo que resta del año, tanto en nómina como de pago a Pensiones del Estado o los gastos de operación. En cualquier escenario, las salidas del Congreso son dos: o vende algunos de sus activos —como el edificio de Corona y Juárez— e incorpora más recursos propios (formas valoradas) o busca más recursos provenientes del Poder Ejecutivo. Y la segunda es la opción más viable.

Así lo ve el diputado Enrique Velázquez, coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y presidente del Congreso: “Tenemos ya algunos resultados en materia de adelgazamiento de nómina y menos trabajadores, pero la verdad es que la situación actual del Congreso es una ‘bola de nieve’ que se acumula desde hace casi 10 años y nadie había hecho nada. Nosotros pretendemos dejar el Congreso en buen estado financiero y, sobre todo, con sustentabilidad administrativa a futuro, pero para eso necesitamos hacer una reestructuración que a corto plazo necesita dinero”.

Según datos proporcionados por la Secretaría General del Congreso, mientras en la segunda quincena de diciembre de 2010 (es decir, cuando comenzó la LIX Legislatura), la nómina contemplaba mil 476 trabajadores con un gasto total por quincena de 13 millones 937 mil 742 pesos, al día de hoy, para la segunda quincena de septiembre, el gasto en pago de nómina en el Congreso es de 10 millones 872 mil 80 pesos, para solventar los sueldos de 934 empleados.

Sin embargo, esta incipiente reducción no es suficiente. El Congreso está ahorcado por varios frentes. En primer lugar, prácticamente una décima parte de su presupuesto mensual se destina al pago de la deuda que tiene el Legislativo con Pensiones del Estado, en torno a cinco millones de pesos mensuales (una cuarta parte del costo mensual de la nómina). En segundo lugar, la demanda de la Consultora López Castro exige un pago por 59 millones de pesos por servicios prestados al Congreso para reducir la deuda con Hacienda, despacho contratado por la LIX Legislatura, más los intereses que se han acumulado y que ya ubican el pasivo por encima de los 70 millones de pesos. Y por si no fuera suficiente, a los laudos que ya han llegado al Congreso hay que sumarle la posibilidad de alrededor de 100 laudos más que busquen una indemnización o incluso la reinstalación con salarios caídos.

“Si queremos reformar de fondo al Congreso debemos de entrada tomar buenas decisiones. Si empezamos a despedir gente en automático, tendremos reinstalaciones y juicios por todos lados. Ésa no es la solución. Lo que tenemos que hacer es pensar qué Congreso queremos, con cuántos empleados y con cuánto presupuesto es adecuado, y emprender las reformas necesarias”, señala el propio Velázquez González. Y agrega: “Claro que si se nos amplían los recursos, debemos de entregar resultados concretos y tangibles. Pero siempre pensando en tener un Congreso fuerte no sometido al Ejecutivo, para ello debemos sanear completamente nuestras finanzas y tomar decisiones firmes”.

Al final, aunque el Congreso ha logrado, a través de condonaciones y acuerdos con distintas instancias de Gobierno, reducir la deuda de 589 millones a 127 millones de pesos en un periodo de 10 meses, el impacto de la deuda y los posibles laudos que aparecen en el horizonte, hacen impredecible el desarrollo financiero del Poder Legislativo. Como señala el secretario general, la deuda se mueve porque van apareciendo pasivos que no estaban contemplados. “Si llegan demandas y nos exigen pagos, tenemos que pagar, no hay de otra”.

Ante esto, el Congreso está a expensas de que el Ejecutivo “le extienda la mano” y libere recursos para que el Poder Legislativo cierre sus finanzas de este año. Sin embargo, tampoco hay señales tan claras del Ejecutivo. Por ejemplo, hace algunos días, Ricardo Villanueva, titular de la Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas, fue enfático al señalar que “para recibir ayuda, el Congreso debe de hacer cambios definitivos”.

En el Congreso del Estado asumen que la ampliación presupuestaria está más que negociada desde que se aprobó el crédito quirografario y la remodelación de la administración pública estatal. Al parecer en el Poder Ejecutivo no lo tienen tan claro. El dinero es el primer foco de conflicto en la relación entre el gobernador y los diputados.

El impacto de la deuda y los posibles laudos que aparecen en el horizonte hacen impredecible el desarrollo financiero del Poder Legislativo


EL DATO
Radiografía de las finanzas del Congreso

Deuda con que inició la actual Legislatura: 589 millones de pesos.

Deuda actual después de condonaciones y pagos: 127 millones.

Deuda restante con Pensiones del Estado: 67 millones de pesos (se paga mensualmente).

Pago de nómina por quincena:

10 millones 872 mil pesos.

Número de empleados: 934.

SABER MÁS
¿Cómo salir del atorón?

El Congreso necesita 200 millones de pesos para solventar gastos lo que resta del año. Las opciones no son muchas.

Rescate del Ejecutivo

Es la opción que contemplan los diputados, y están esperando por lo menos 200 millones de pesos más como rescate.

Vender activos

La venta del edificio de Juárez y Corona podría darle al Congreso unos 50 millones de pesos.  

Más ingresos propios

El Congreso tiene pocas formas de hacerse de recursos, las formas valoradas son tal vez la más importante. Por ese concepto podría el Congreso recaudar menos que en el pasado, al pasar el precio de cada documento a 2.6 pesos.  

Reducir nómina y gasto corriente

El coordinador de los diputados del PRI, Miguel Castro,  señaló que el Congreso debe reducir 300 empleados a su nómina. Eso quiere decir dejarla en torno a los 650 o 700 empleados. Manteniendo el sueldo promedio del Congreso (22 mil pesos mensuales), esta medida le abonaría al Congreso 83 millones de pesos en ahorro anuales.

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