AXKAN KEMA...

Según el historiador y antropólogo mexicano Miguel León-Portilla, Axcan quema (al parece en náhuatl se escribe de las dos maneras) era sólo la primera parte del grito de guerra de los indios que desde antes de 1540 se rebelaron contra los conquistadores españoles en los territorios de lo que ahora son los estados de Nayarit, Jalisco y Zacatecas.

Dicha rebelión es conocida como la “Guerra del Miztón” y tuvo como uno de sus protagonistas centrales al indio caxcan Francisco Tenamaxtle, definido como el primer guerrillero de América levantado en armas contra la dominación ibérica, y quien junto con muchos otros indios estuvieron a punto de tomar la ciudad de Guadalajara entre los días 27 y 28 de septiembre de 1541.

El grito de guerra completo, siempre de acuerdo con León-Portilla dice: ¡Axcan quema, tehuatl, nehuatl! y quiere decir: “¡Ahora sí, tú o yo!”. Puede conceptualizarse así, como grito de guerra, pero también puede decirse que era una forma de hacerles saber a los españoles, que eran en realidad quienes hacían la guerra, que ya no iban a soportar ningún abuso más, que iban a levantar la cabeza, los mirarían a los ojos y no sólo se defenderían con sus armas, sino que harían lo posible por echarlos de sus territorios y hacerlos volver a España. Evidentemente no lo lograron, pero lo que importa ahora es reivindicar y no olvidar nunca que en el Occidente de México, en Jalisco, hubo resistencia a la conquista.

Saber esto es muy importante, porque la historia oficial nos ha dicho que por estos rumbos la conquista fue cosa fácil, y que por ello esta región quedó marcada como una zona donde la gente se deja abusar y explotar por sus dominadores.

Esta nota histórica viene a cuento, porque el viernes de la semana pasada en el barrio de San Juan Bosco, en la calle Pablo Valdez, del otro lado de la Calzada Independencia, en un barrio que en los años sesenta y setenta del siglo XX fuera zona de influencia de la legendaria pandilla “Los Vikingos”, se inauguró un café que pretenderá ser cultural y  que lleva por nombre la primera parte de aquel grito de guerra indígena: AxKan Kema. Por supuesto no es una casualidad el nombre, porque el café está instalado en una parte de la finca que aloja una panadería propiedad de don Luciano Rentería, quien estaba cumpliendo 84 años de vida, y resulta que don Luciano desde los 13 años de edad ya era miembro del Partido Comunista en el rancho Santa Rosa, cerca de Moyahua, Zacatecas, su Estado natal.

Aquí en Guadalajara, apenas iniciada la década de los setenta, durante el periodo de la guerra sucia del Estado mexicano contra los grupos guerrilleros, don Luciano fundó el primer Comité de Familiares Pro Defensa de Presos, Desaparecidos, Perseguidos y Exiliados Políticos, antecedente del Comité Eureka que años más tarde usufructuó la señora Rosario Ibarra de Piedra, actual senadora de la República, e integrante del grupo parlamentario del Partido del Trabajo.