GUADALAJARA, JALISCO (18/MAY/2017).- El Centro de Atención al Talento (Cedat) estima que en México hay alrededor de un millón de personas sobredotadas o que manejan un coeficiente intelectual de 130 o más, de los cuales, sólo 5% está identificados como tal, mientras que una mínima parte recibe atención especializada.El director del Departamento de Psicología del Cedat, Andrew Almazán Anaya, señaló que el Cedat atiende a 300 niños en la Ciudad de México y a 100 en Guadalajara, con apoyo toda la semana y fines de semana para quienes vienen de otros estados; “ 95% de la población todavía no sabe que es sobredotada, está en una escuela tradicional, incluso, con malos diagnósticos de Trastorno por Déficit de Atención, con Asperger, autismo, están siendo medicados o tratados”.El pasado martes, la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ) anunció que en el próximo ciclo escolar abrirán el Centro Educativo para Altas Capacidades de Jalisco (Cepac), a nivel primaria, donde se atenderá de manera focalizada y especializada a niños sobredotados.Almazán Anaya considera que se trata de una buena idea, que debe reforzarse con un buen equipo de profesores qcapacitados en el abordaje de estos niños, para potencializar sus aptitudes. También se requiere de apoyo psicológico para los alumnos y que los grupos sean pequeños: “Si metemos un maestro preparado para el modelo tradicional y no le damos algo extra, no tiene la preparación, ese niño sobredotado puede ser que requiera temas de secundaria o de preparatoria... los niños tienen mejor desarrollo si sus profesores tienen mejor nivel, pero también, si los entienden”.Sin diagnóstico y abordaje adecuados puede haber problemas futurosUn niño sobredotado que es identificado desde la infancia, puede ser orientado de acuerdo a sus habilidades, lo que lo hará sentirse bien. En cambio, quien no es atendido, puede tener frustración, sufrir depresión al sentirse distinto y no sabe por qué.“Sufren bullying o acoso escolar, y hemos llegado a ver niños con intento de suicidio porque se deprimieron lo suficiente, cuando realmente lo que requería era que se encontrara que no era igual a todos, pero en el sentido bueno, de inteligencia”.TESTIMONIOA los 11 meses ya hablabaComenzó a hablar cuando tenía 11 meses de edad. Desde entonces ya hacía preguntas a su madre. Cuestionaba, por ejemplo, ¿dónde se encuentra Japón?Desde pequeño hizo cosas que los niños de su edad no hacían. Cuando su mamá intentó que dejara el pañal, Alaín lo dejó en dos días, a diferencia de la mayoría de los niños, que tardan semanas. Además, el pequeño presentaba un índice de supervivencia que impresionaba a todos, pues los médicos no le daban muchas esperanzas de vida: nació con acidosis tubular renal, malformación en el corazón, así como episodios de epilepsia y fuertes migrañas.Miriam, su madre, cuenta que cuando Alaín tenía cuatro años, una psicóloga le dijo que su hijo era muy inteligente y que, si estaba de acuerdo, le podría hacer una prueba, donde se detectó que era un niño sobredotado con 130 puntos de coeficiente intelectual.No ha sido fácil encontrar lugares donde pueda tener una atención especializada, pues a nivel gubernamental no existen centros donde los puedan recibir.“Busqué en todos lados, realmente no conseguí de ninguna institución pública un apoyo para esto. Es un suplicio lo que vive uno en las escuelas con estos niños, que no son entendidos. Lo peor es ver a un niño triste, que no pueda desarrollarse como debe”.Al salir del preescolar, Alaín ya leía, hacía ecuaciones, escribía perfectamente y hacía resúmenes. Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas; todo cambió en la primaria con sistema personalizado a donde acudió, donde no se le dio un seguimiento de acuerdo a su coeficiente intelectual.Empezó a bajar de calificaciones, estaba triste, frustrado, sufría bullying de sus compañeros y maestros, por lo que decidió hacerse invisible para los demás.Alaín tiene ahora 13 años de edad, está aprendiendo a hablar en chino, asiste a una secundaria regular con método personalizado, pero tiene el apoyo sabatino con el Centro de Atención al Talento (Cedat), donde lo apoyan con un abordaje especializado de acuerdo a su coeficiente intelectual.Thamara VillaseñorLA VOZ DEL EXPERTOLos niños sienten que “encajan”María de los Dolores Valadez (académica)Tener un lugar exclusivo donde se trate de manera focalizada a niños sobredotados es algo que hacía falta en Jalisco pues, así como hay necesidad de atención de discapacidad intelectual, también la hay para quien tiene altas capacidades.La directora del Laboratorio de Psicología y Educación Especial del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara, María de los Dolores Valadez Sierra, advierte que la ventaja de tener un centro especial da la oportunidad de que los niños convivan con sus similares, se percaten que no son los únicos en esa condición y ello les permitirá “encajar” en ese lugar.Hasta el momento sólo se contempla que el centro que abrirá la Secretaría de Educación Jalisco sea a nivel primaria, cuando lo ideal sería que se tuviera desde el preescolar y hasta la preparatoria, así como que sea un programa permanente que no desaparezca cuando cambie la administración.Además, se necesita que el maestro esté capacitado en el tema, para saber cómo abordar a los niños y saber cuáles son sus características.“Sí se requiere de una capacitación, de toda una formación, no nada más que les digan los qué, sino los cómos, y que también se le acompañe en todo el proceso y se le esté retroalimentando” explicó la académica de la Universidad de Guadalajara.PARA IDENTIFICARLOSCaracterísticas de los sobredotadosEl Centro de Atención al Talento (Cedat) maneja un perfil de niño sobredotado, de acuerdo a un estudio que realizó en dos mil 500 menores atendidos. Un niño sobredotado puede tener las siguientes características que pueden identificar los papás o maestros:• Hiperactividad, que disminuye cuando tiene una tarea que le demande su interés.• Tiene un aprendizaje rápido.• Es distraído, pero tiene una capacidad de aprendizaje aunque no preste atención.• Participa en pláticas de adultos y las comprende.• Le agrada conversar con gente mayor que él.• Continuamente arma objetos o estructuras.• Quiere imponer sus propias reglas.• Es muy sensible y emocional.• Maneja baja tolerancia a la frustración, lo que genera una búsqueda incansable por conseguir siempre sus objetivos.