Domingo, 24 de Noviembre 2024
Jalisco | Cuestionan “olvido” de las autoridades

A dos décadas, evaluarán secuelas del 22 de abril

La ausencia de políticos y funcionarios públicos en la celebración de la misa contrastó con lo que ocurría en los actos de conmemoración cercanos al tiempo de la tragedia

Por: EL INFORMADOR

Ayer se realizó una misa conmemorativa de las explosiones del 22 de abril, a cargo de la Fundación “Por un Jalisco mejor”. A. HINOJOSA  /

Ayer se realizó una misa conmemorativa de las explosiones del 22 de abril, a cargo de la Fundación “Por un Jalisco mejor”. A. HINOJOSA /

GUADALAJARA, JALISCO (08/MAY/2011).- El próximo año se cumplen dos décadas de las explosiones del 22 de abril de 1992 en el Sector Reforma, por lo que varios organismos ciudadanos realizarán una evaluación sobre las secuelas sociales y materiales que han quedado de tal acontecimiento.

Así lo anunció el presidente de la Fundación “Por un Jalisco mejor”, el psicólogo José de Jesús Gutiérrez Rodríguez, quien precisó que la evaluación surge ante el desinterés que han mostrado las diversas autoridades en darle seguimiento al estado de salud mental y al tejido social de los habitantes de la colonia de Analco y de la zona metropolitana en general. Recordó que el 22 de abril del presente año, las autoridades desdeñaron asistir al acto conmemorativo por haber caído en el periodo vacacional.

Subrayó que es cuestionable la apuesta al olvido de parte de las autoridades e incluso de la nueva generación de habitantes de la zona devastada por el siniestro de aquella trágica fecha de 1922, “pues una sociedad que olvida errores de su historia, tiene el riesgo de repetirlos”.

Adujo que hay varios temas que evaluar como las secuelas emocionales y daños materiales, además del deterioro de la vida barrial que se tuvo en varios núcleos comunitarios que fueron afectados, tanto por las explosiones como por la falta de una rehabilitación integral del espacio urbano dañado.

Gutiérrez Rodríguez fue entrevistado al término de una misa conmemorativa celebrada en un domicilio particular de la colonia Quinta Velarde. Al inicio de la eucaristía había un grupo de unas 15 personas que posteriormente se amplió para tener una comida y una convivencia.

La ausencia de políticos y funcionarios públicos en la celebración de la misa contrastó con lo que ocurría en los actos de conmemoración cercanos al tiempo de la tragedia, según comentarios de varios de los asistentes.

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