3, 2, 1… aumentan los arrancones en vía pública

GUADALAJARA, JALISCO (22/AGO/2015).- En Guadalajara, como en otras ciudades del país, la fascinación por las películas de acción y cuya temática central radica en competir clandestinamente a bordo de vehículos con motores alterados, ha crecido a tal grado que hoy las calles de la metrópoli también son escenario de competencias como las que se retratan en dichas cintas.

La Secretaría de Movilidad, por ejemplo, tiene ubicados varios puntos en los que recurrentemente se organizan competencias clandestinas: las avenidas Lázaro Cárdenas, Patria, Clouthier y Cordilleras, son algunos. También está un fraccionamiento cerca del Zoológico (cuyo nombre no se precisó) que no está habitado, pero en el que sí están concluidas las calles.

Pero “el más fácil y seguro es en donde están las Villas (Panamericanas)”, expone el comisario de Vialidad, Francisco Poe Morales. “Dicen que ahí con el tipo de concreto amarran muy bien las llantas”.

Los puntos que ha ubicado la dependencia estatal dan muestra de la mínima dimensión que se tiene del problema. Los ciudadanos que atestiguan competencias clandestinas prefieren reportar a sus respectivos ayuntamientos sobre el hecho, no a la autoridad estatal.

En Zapopan, por ejemplo, se ha denunciado a la Policía Municipal arrancones en las avenidas Valdepeñas (3 de mayo de 2014) y De La Mancha (15 de junio de 2015). Los tlaquepaquenses han hecho lo propio desde las colonias Cerro del Tesoro, Francisco Silva Romero, Villa Fontana, Camichines, Parques de la Victoria, Las Huertas, Las Juntas, el fraccionamiento Revolución y El Sauz, entre muchos otros espacios.

La Secretaría de Movilidad no cuenta con un registro de estos puntos. El comisario Francisco Poe reconoce que ya hay una “alerta” para reforzar la vigilancia adentro de la ciudad y no sólo en la Periferia. “Tenemos que revisar más (…) Estamos revisando afuera y adentro”. La Unidad de Transparencia de la Semov (expediente 443/2015) informa que, tras verificar en su base de datos, el Centro de Comunicación “No tiene un registro”. De hecho, se consideró que: los reportes de arrancones detectados entre 2010 y el primer semestre de 2015 ante esa instancia, es “improcedente” porque la información no existe.

En un tono similar, la Oficina de Transparencia de Guadalajara (expediente 1628/2015), a través de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, informa que tampoco puede ofrecer información sobre los reportes por una simple razón: “El sistema de despacho de servicios cuenta con falla técnica”.

En Tonalá sucede igual. La Comisaría de Seguridad Pública del Municipio reporta que “no es posible proporcionar tal información, toda vez que ésta no obra bajo nuestro resguardo por no ser la fuente generadora de la misma”. Y por lo que ve a Tlajomulco se informa que sólo hay un reporte en el que se mencionan arrancones el pasado 26 de marzo.

EL ARGUMENTO DE LA AUTORIDAD
Ya saben dónde está la Policía Vial

Para que una jornada nocturna de arrancones en la vía pública transcurra sin mayores tropiezos, los organizadores deben conocer en dónde se encuentran las autoridades. Lo peor: éstas saben que son monitoreadas, por lo que se dedican a “jugar al gato y al ratón”.

“Hay mucha gente, es una dependencia de dos mil elementos”, relata el comisario de Vialidad, Francisco Poe. “Muchos traen radio y se juntan con los que andan en las motos (…) traen frecuencias nuestras. Todo mundo sabe qué andamos haciendo y cuándo vamos y dónde vamos”.

Pese a estas declaraciones, el mando vial afirma que si existe una fuga de datos no está en la Semov. Aduce que el personal de otras dependencias es quien podría facilitar sus ubicaciones y, por ende, propiciar el desarrollo de estas competencias clandestinas.

Por esa razón, cada operativo que se planea se hace de manera encubierta.

“Tenemos que hacerlo sorpresa, pero es muy desgastante”.

Explica que el resto de las responsabilidades de la Policía Vial complican que las movilizaciones sean constantes. Por eso la estrategia actual busca inhibir y no sancionar. Tal es la razón por la que sólo se han realizado cuatro operativos en los últimos dos años, cuando sólo en 2013 fueron nueve.

“No es que hemos aflojado, estamos buscando cómo no tener accidentes, y creo que lo hemos logrado”.

El funcionario estatal niega que los arrancones los hayan rebasado, aunque al mismo tiempo narra cómo el pasado viernes 7 de agosto se encontró con cerca de 300 vehículos obstruyendo la Avenida Agustín Yáñez. Él patrullaba en un convoy compuesto por tres unidades.

“Incluso instalaron un toldo. Había vino y música (…) Quieren tomar las calles para ellos. Nos mantienen ocupados en otros eventos. Traemos alcoholimetría y otros operativos”.

¿Qué hizo?, se le pregunta. Se colocó en medio de la “fiesta”. Encendió las torretas y las sirenas y bajó de la unidad. Todos los presentes huyeron. Ninguno fue detenido.

“Detenga los operativos”

Los operativos de la Secretaría de Movilidad contra las carreras clandestinas comenzaban a impactar en los ingresos de su hijo, quien recientemente se había casado e invertido todo su patrimonio en un taller para alterar motores.

La señora investigó y dio con el domicilio del comisario de Vialidad. Lo esperó hasta que llegó a su puerta y lo detuvo en seco. “Me pidió un favor: que su hijo era ingeniero mecánico y que se dedicaba a arreglar carros para arrancones. Entonces, (me dijo) que con mis operativos le estaba bajando la chamba”, relata el funcionario.

Francisco Poe no revela el nombre de la señora, pero sí la negativa rotunda que le dio a la inusual petición. “Hasta ese grado llega la sociedad. Es tremendo este tipo de cosas. A la señora la recibí, la atendí y la escuché. Le dije que su hijo puede seguir arreglando sus carros, pero que hay un autódromo: que todos paguen y den una cuota (para usarlo)”.

“En las calles no lo vamos a permitir”, agrega. “Que corran y arriesguen la vida de ellos, pero de terceros no. Somos una autoridad con cero tolerancia”.

Para cada operativo anti-arrancones, la Policía Vial destina más de 120 elementos.

CARRERAS CLANDESTINAS
¿Qué responden las autoridades?

Solicitud de información:

Reportes ciudadanos que han llegado al Ayuntamiento por arrancones en la vía pública, entre 2010 y 2015.

Guadalajara

l Improcedente. El sistema de despacho de servicios cuenta con “falla técnica”.

Zapopan

l Procedente. 27 reportes recibidos entre 2010 y junio de 2015.

Tlaquepaque

l Procedente. 16 reportes recibidos sólo en 2014.

Tonalá

l Improcedente. La información al respecto “no obra bajo nuestro resguardo por no ser la fuente generadora de la misma”.

Tlajomulco

l Procedente. Un reporte recibido entre 2010 y junio de 2015.

Secretaría de Movilidad

l Improcedente. No se tiene registro de este tipo de reportes.

Fuente: Unidades de Transparencia.

VACÍO

En ningún apartado del Código Penal del Estado ni del Reglamento de Vialidad se mencionan las palabras “arrancones” o “carreras”. La práctica de referencia es sólo una falta administrativa para las autoridades locales, que sólo obtiene un castigo adicional si se comprueba que el conductor consumió alcohol.

El artículo 159 del Reglamento de Movilidad de Jalisco considera como una “infracción grave” conducir un vehículo con exceso de velocidad “en más de veinte kilómetros por hora del límite permitido, o en las zonas restringidas exceder el límite permitido sin tolerancia alguna”.

Organizar o participar en carreras clandestinas en la Ciudad de México es castigado con arresto administrativo inconmutable de 20 a 36 horas, y la remisión del vehículo al depósito.

BUENAS PRÁCTICAS
El buen actuar

El comisario de Vialidad, Francisco Poe, recomienda a quienes gustan de participar en carreras clandestinas que, en su lugar, acudan al Autódromo y realicen dicha actividad en un ambiente seguro y sin poner en riesgo a terceros.

El gerente del Autódromo de Guadalajara, Mario Alberto Álvarez, expone que acceder a ese espacio no es tan simple. Aunque es económico (entrar a competir cuesta hasta 150 pesos), antes debe firmarse un documento en el que se aceptan los riesgos de la actividad, y se asume la responsabilidad en caso de una mala práctica.

Las competencias se desarrollan en un ambiente controlado. “Tenemos un sistema de cronometraje profesional (…) Servicios médicos profesionales certificados, paramédicos con unidad de rescate, una grúa interna que auxilia en el momento en que un carro se quede a la mitad de la pista”.

También hay oficiales de pista certificados, quienes asesoran a los nuevos practicantes del deporte. El Autódromo Guadalajara abre los días miércoles y viernes de 21.00 a 01.00 horas, y los sábados de 18.00 a 22.00 horas. El primer día se cobra 150 pesos; los restantes, sólo 100.

OPERATIVOS EN LA METRÓPOLI

Pasada administración

Año Operativos Sanciones y vehículos detenidos

2007 0 0

2008 1 4 cuatrimotos detenidas

2009 1 14 cuatrimotos y autos detenidos

2010 1 839 sanciones y 31 vehículos detenidos

2011 0 0

2012 2 167 sanciones y 8 vehículos detenidos

Total: 5 1,006 sanciones administrativas y 57 vehículos y cuatrimotos detenidos

Presente administración

2013 9 1,493 sanciones; 53 motocicletas, 18 autos y 1 cuatrimoto detenidos; 2 alcoholemias positivas

2014 2 268 sanciones y 14 motocicletas y 11 vehículos detenido

2015 2 175 sanciones y 21 motocicletas y 12 vehículos

Total: 13 1,936 sanciones administrativas y 130 vehículos y motos detenidos

LA VOZ DEL EXPERTO
La Ciudad de México es el ejemplo

Jorge Luis González Monteón (de la Academia de Derecho Penal)

Las competencias clandestinas de carreras en la vía pública no figuran como delito en el Código Penal del Estado, o como una falta grave en el Reglamento de Tránsito; ni siquiera se mencionan los términos “carrera” o “arrancón”. Un caso contrario al Reglamento de Tránsito Metropolitano de la Ciudad de México, en cuyo artículo 14 deja en claro que “está prohibido organizar o participar en competencias vehiculares de alta velocidad o ‘arrancones’”.

Ese estatus, desde la óptica de Jorge Luis González Monteón, presidente de la Academia de Derecho Penal, es una prueba más de que las autoridades locales actúan más en función de la reacción que de la prevención. Antes de aprobar la llamada Ley Salvavidas (que es mejor conocida como “Ley Antiborrachos”), la estadística de muertes por consumo de alcohol iba en aumento. El detonante fue un percance registrado en marzo de 2011 en la colonia Providencia: un individuo presumiblemente alcoholizado atropelló y mató a una joven, pero se rehusó a aplicarse las pruebas de alcoholemia y salió libre bajo fianza.

Hoy, el comisario de Vialidad reconoce que un motociclista falleció en fechas recientes (no concede nombre ni fecha exacta) al participar en una competencia de arrancones. “Jorge”, uno de los participantes de estas prácticas, asegura que todos saben cómo actuar ante un percance en estos eventos: huir.

“A veces se actúa a posteriori”, dice el experto. “Lo ideal sería que priorizaran la creación de normas una vez que está el supuesto (…) Son conductas de riesgo que la autoridad sí debe tenerlas debidamente descritas”.

La Ciudad de México no es el único sitio que pone la muestra a Jalisco. La ciudad de Torreón, en el Estado de Coahuila, también incluye la figura de arrancones en su Reglamento de Tránsito y Vialidad. La pena allí es de 10 salarios mínimos. En la capital del país, arresto inconmutable de 20 a 36 horas y la remisión del vehículo al depósito. “Me queda claro que la Ciudad de México lo tiene debidamente descrito. Para allá debe voltear su atención la autoridad estatal”, remata el especialista.

TALLERES MECÁNICOS
Cuesta hasta 60 mil pesos alterar un vehículo

Si se corre y se apuesta en las calles, la victoria o la derrota pueden ser grandes. Aunque la mayoría de los que improvisan arrancones en la vía pública busca prestigio en el manejo del volante y el acelerador, el trato puede concluir con un vehículo adicional en la cochera… o sin él.

“Roberto” es participante de estas competencias desde hace varios años. La experiencia adquirida le anima a no apostar de más, pues en ciertas carreras organizadas en la calle se paga con el vehículo que pierde. Por eso, él ha optado por correr en el Autódromo.

Alterar el motor de un vehículo para “correrlo” puede ir de los 15 hasta los 30 mil pesos: abrir el carburador o instalarle un turbo cubre ese gasto. Pero si se buscan incluso llantas de mayor tracción, mofle abierto, filtros, o incluso óxido nitroso para aumentar la velocidad, el gasto alcanzaría fácilmente los 60 mil pesos.

“Debe ser con un motor de seis u ocho cilindros, porque se revolucionan más”.

La competencia improvisada es simple: hay una línea de salida y una de meta. En ambas hay personas que verifican quién llegó primero y quién después. Regularmente, dice “Roberto”, son personas que pertenecen a clubes.

“Accidentes catastróficos no me ha tocado ver. Sólo sé que hay carros a los que se les prende el motor o se les calentó de más (…) Cuando la Policía llega y si sólo están parados, como en exhibición, pasan y se aseguran que nadie esté corriendo”.

Nunca ha visto que las autoridades hayan sido sobornadas. Sin embargo, es “bien sabido” que tal es la razón por la que cada vez hay más carreras.

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