Sábado, 23 de Noviembre 2024
Jalisco | Entre veras y bromas por Jaime García Elías

— Veladoras

Sus legítimos derechos como propietarios de casas y parcelas son argumentos a favor del “No”

Por: EL INFORMADOR

Si se ponen en un platillo de la balanza las mil personas —en  números redondos— que se verían afectadas por la inundación de tres pueblos de Los Altos de Jalisco (Acasico, Palmarejo y Temacapulín), que serían sepultados por las aguas y borrados del mapa en que difícilmente aparecen, si, finalmente, se da la luz verde definitiva a la construcción de la presa de El Zapotillo, y en el otro se coloca a los casi dos millones y medio de habitantes de 14 municipios de Jalisco (la Zona Metropolitana de Guadalajara incluida) y Guanajuato (León, principalmente) que serían, en teoría, los principales beneficiarios de la obra, en rigor no habría dilema; cualquiera, con poder de decisión, se pronunciaría por sacrificar a los menos... y beneficiar a los más.

—II—

El tema pasó —como suele suceder— del desacuerdo al conflicto. El Gobierno del Estado —también, como suele suceder— decidió secundar un programa del Gobierno federal, y prometió —una vez más: como suele suceder, puesto que los demagogos, en el fondo, no son sino una mala caricatura de los merolicos— los bueyes y la carreta, que sería lo de menos, pero también cosas imposibles de cumplir (la remoción, piedra por piedra, de la Parroquia de Los Remedios, en Temacapulín, que data del siglo XVIII y que, según el dictamen del Instituto Nacional de Antropología e Historia, no es susceptible de realizarse... salvo que David Copperfield en persona asuma la empresa), con tal de conseguir la anuencia de los vecinos.

Éstos, como era previsible, se mostraron poco dispuestos a firmar en blanco la sentencia que condenaba a muerte su pasado y su presente, a cambio de la promesa incierta de una vida mejor... y, adicionalmente —que no se diga que los gobiernos del cambio son cicateros—, con un reconocimiento por su desapego, su espíritu solidario y su heroísmo.

Sus legítimos derechos como propietarios de casas y parcelas; su identificación ancestral con el terruño; la defensa de su patrimonio cultural...: todos, al final de cuentas, son argumentos a favor del “No”.

—III—

Atrapado en un conflicto que de alguna manera recuerda las “vencidas” entre el Gobierno federal y los comuneros de San Salvador Atenco, en el sexenio anterior, por los terrenos en que se pretendía construir el nuevo aeropuerto para la Ciudad de México —con los resultados que constan en actas—, el Gobierno de Jalisco hace dos cosas: contar las horas... y encender veladoras.

JAIME GARCÍA ELÍAS / Periodista y conductor radiofónico.

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