Lunes, 25 de Noviembre 2024
Jalisco | Entre veras y bromas por Jaime García Elías

— ''Vamos ganando''

Mientras el Felipe Calderón visitaba tierras mundialistas, en México se alcanzó la cifra de 77 ejecuciones en un sólo día

Por: EL INFORMADOR

Mal regresó de su viaje relámpago —“de trabajo”, según se apresuró a establecer la Secretaría de Relaciones Exteriores— a Sudáfrica, y antes de que se diluyeran los ecos de las voces de sus críticos, más o menos concordantes en que, un poco a la manera de Nerón, él tocaba la lira (es decir, dedicaba sus afanes a apoyar moralmente, con su presencia en el estadio, al “Tri”) mientras Roma ardía (es decir, mientras la violencia vinculada con el crimen organizado alcanzaba la espantosa cifra récord de 77 ejecuciones en sólo un día), cuando el Presidente Felipe Calderón dispuso la publicación de uno de los desplegados más extensos de que, al menos desde que el PAN —como se propuso Vicente Fox— consumó la hazaña de sacar al PRI de Los Pinos, se tenga memoria...

—II—


El opúsculo en cuestión, intitulado “La Lucha por la Seguridad Pública”, trata de ser una especie de diagnóstico situacional, confeccionado en primera persona de singular, en el tono un tanto coloquial de una serie de reflexiones en voz alta, de una de las banderas de la actual administración: la guerra declarada contra el crimen organizado; la llamada “guerra contra el narco”, pues... Habla del “bajo perfil” que los grupos criminales tenían en el pasado, y su transición a “un perfil violento, intrusivo y desafiante”. Señala que los criminales plantearon a la autoridad “la llamada ‘ley de plata o plomo’”. Repara en que los delincuentes encontraron los mecanismos de complicidad y corrupción que les permitieron controlar plazas. Afirma que “alrededor de 90%” de los homicidios registrados en los últimos años, corresponden a “enfrentamientos o ejecuciones entre bandas”. Reconoce que en México se da “la impunidad crónica”; la atribuye a “las enormes posibilidades de corrupción de ministerios públicos y jueces”, y augura que “si no nos aseguramos (...) de la idoneidad y honestidad de ministerios públicos y juzgadores (...), la impunidad y sus efectos nocivos sobre la seguridad pública persistirán”.

—III—

No queda claro, más allá de las consabidas buenas intenciones y de la desmoralizante aseveración de que esta lucha costará tiempo, dinero y “por desgracia, costará también vidas humanas”, en qué van a consistir las reformas estructurales que harán confiables a las corporaciones policiacas y eficaz al Poder Judicial... o de qué planeta vendrán “los buenos” —los honestos, los incorruptibles— que seguirán al Chapulín Colorado y nos salvarán de este apuro.

(Como se decía en las matinées de antaño: “Seguiremos informando”).

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones