Martes, 22 de Octubre 2024
Jalisco | Entre veras y bromas, por Jaime García Elías

— Salida salomónica

Volvemos a las matemáticas: puesto que se tiene una idea muy aproximada del número de habitantes que tendrá el complejo, ya en funcionamiento, basta con acrecentar la superficie construida. Y tutti contenti

Por: EL INFORMADOR

Jaime García Elías.  /

Jaime García Elías. /

Decía un ilustre jurista que “En cuestiones aritméticas, dos y dos siempre son cuatro; en cuestiones legales..., casi nunca”.

—II—

Las matemáticas, en efecto, son rígidas en extremo; el derecho, sumamente flexible. Por si alguna duda quedaba, ayer se vio con qué facilidad se encontró la manera de acatar en lo formal y de eludir en la práctica la resolución del Tribunal de lo Administrativo del Estado (TAE), reduciendo a lo meramente simbólico el mandato de suspender las obras de construcción de la Villa Panamericana en los terrenos de El Bajío... y, en fin, salvar el buen nombre de Guadalajara para las futuras generaciones, asegurando la celebración, en octubre próximo, de “los mejores —¡ojalá...!— Juegos Panamericanos de la historia”.

El trámite fue tan simple y expedito como quitarle la espuma al choco-milk: de un soplido. Si el TAE fundó la “medida cautelar” —que acalambró por unas horas a más de cuatro— en que el plan parcial vigente en la zona permite una densidad de 75 habitantes por hectárea, y el proyecto de la Villa contempla más de 600 durante los Juegos y 300 una vez que los departamentos sean comercializados y habitados, era obvio que los permisos de construcción otorgados por el Ayuntamiento de Zapopan en los últimos meses de la administración anterior, implicaban notorias irregularidades.

Si paralizar la obra, a estas alturas de la película, implica poner en riesgo su finalización oportuna y comprometer, en consecuencia, la celebración de los Panamericanos, los expertos en buscar atajos para salir del embrollo jurídico, dieron con uno: el Ayuntamiento ordena que se suspenda la obra por unas horas, para cumplir con el trámite —y evitar, de paso, el posible juicio político por desacato a la resolución del TAE—... y a continuación otorga a los constructores un plazo de 30 días para que tengan a bien subsanar las obvias irregularidades. Para el efecto, bastará con que los desarrolladores agreguen unas ocho hectáreas al proyecto...

Volvemos a las matemáticas: puesto que se tiene una idea muy aproximada del número de habitantes que tendrá el complejo, ya en funcionamiento (el dividendo), basta con acrecentar la superficie construida para efectos de habitabilidad (el divisor) al efecto de reducir la densidad habitacional (el cociente) hasta donde el plan parcial lo demanda. Y tutti contenti.

—III—

Los Juegos, pues, están salvados...

Después de ellos —diría Luis XV en el celebérrimo apotegma, summum del egoísmo... “el diluvio”.


JAIME GARCÍA ELÍAS / Periodista y conductor radiofónico.

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