— Ruido y humo

Unos días antes de la inauguración —rumbosa y colorida, eso sí...— del Puente Matute Remus, un reportero preguntó al Gobernador:
—¿Le parece bien gastar un millón de pesos en el festejo inaugural?
—Pregúntales a los que van a asistir —fue la respuesta, de bote-pronto, del interpelado. (¡Zape, malpensados...!: “interpelado” significa aquél a quien se demanda una explicación sobre un hecho cualquiera).

Las crónicas no consignan si alguien, ahí mismo, tuvo la oportunidad, el ingenio, el temple y el estómago necesarios para retrucarle:
—Pregúnteles usted a quienes pagan los impuestos de donde va a salir ese millón.

—II—

A manera de intermedio: en los tiempos heroicos en que los panistas remaban contra la corriente en los meandros de la política en México, Abel Vicencio Tovar —coordinador que fue de la fracción parlamentaria blanquiazul en la Cámara de Diputados— explicaba que él y sus correligionarios eran oposición, por convicción, por compromiso con su conciencia, “porque la mayoría de los mexicanos se han visto envilecidos, burlados, empobrecidos en forma progresiva por los gobiernos que aún se atreven a llamarse revolucionarios” (el calificativo para los gobiernos puede actualizarse, si se estima pertinente, sustituyéndolo por “del cambio”). “Somos oposición —añadía— porque el régimen dominante ha demostrado (...) su incapacidad para cambiar las estructuras sociales y ponerlas al servicio de la seguridad, de la suficiencia, de la justicia para los mexicanos”.

—III—

Prorrateado el millón de pesos que se gastó entre las cinco mil personas —según los medios— que asistieron al festejo (bandas, rock, fuegos pirotécnicos...: ruido y humo, en último análisis), la “inversión” es de 200 pesos per cápita. El resto de las crónicas del episodio es anécdota: las recriminaciones de los “fans” de artistas y grupos participantes, a través de los grupos sociales, “por participar en un acto del Gobierno”; el gigantesco cartel, visible para la concurrencia, que se desplegó estratégicamente en el muro del hotel que se construye a pocos metros del puente: “Gracias, lo hiciste posible” (cartel patrocinado —modestia aparte—... por el Gobierno del Estado).

—IV—

A manera de corolario: Manuel Gómez Morín, uno de los padres ideológicos del PAN, imprecaba así a los gobiernos con respecto a los cuales su partido decidió, en conciencia, ser oposición: “Dime cómo (...), en qué, en dónde y en quiénes gastas e inviertes el dinero, y te diré qué tipo de gobierno eres”.

JAIME GARCÍA ELÍAS / Periodista y conductor radiofónico.