Lunes, 25 de Noviembre 2024
Jalisco | Entre veras y bromas por Jaime García Elías

— ¿Qué nos pasó...?

Entre los más modernos botones de muestra está la ''Vía Exprés''. Mire usted...

Por: EL INFORMADOR

Quien conoció a los tapatíos de antaño, tan mansos, y ve a los actuales, tan levantiscos, tendría que preguntarse qué pasó ahí; quién y cómo se los cambió; a qué horas lo hizo...

Hay quien considera que el parteaguas en la historia moderna de Guadalajara está nítidamente marcado por las explosiones del 22 de  abril de 1992 en las calles del Sector Reforma. Esa fecha marca el límite preciso entre el antes y el después. Esa fecha está grabada en la lápida bajo la que quedó sepultada —se supone— la tradicional apatía tapatía.

Entre los más modernos botones de muestra está la “Vía Exprés”. Mire usted...

—II—

Hace unos cuantos días, cuando los merolicos del Gobierno del Estado salieron a las plazas a vender su más reciente pomada para los callos, se ponderaron sus bondades; una solución “de Primer Mundo” —según los susodichos merolicos— para uno de los pecados capitales de la Zona Metropolitana de Guadalajara: la movilidad urbana.

El efecto alucinante duró poco. Surgieron, de inmediato, las objeciones: algunas porque, a falta de un estudio de origen y destino, no quedaba clara la relación entre las verdaderas necesidades de la población y el proyecto; otras porque la “ideota” (aumentativo de idea) de un viaducto elevado de cuota, implicaría un desembolso económico incosteable para la mayoría de los potenciales usuarios; algunas más porque la ocurrencia se agregaba a las muchas que han apostado por el automóvil particular y desperdiciaba, a priori, la ocasión de pensar en que la estructura elevada que se construyera paralela a las vías del ferrocarril, pudiera utilizarse para el transporte público.

Después, ya ni eso. Arquitectos y ambientalistas, reunidos en la Escuela Superior de Arquitectura, se pronunciaron por presentar un proyecto alternativo para la “Vía Exprés”: en vez de un “segundo piso” para las vialidades, un parque lineal de 23 kilómetros.                                          

—III—


Un “parque lineal” bastante peculiar, por cierto, ya que incluye la construcción, a lo largo de la Avenida Inglaterra, de más de 500 departamentos que se venderían a millón 200 mil pesos en promedio, lo que dejaría un beneficio económico de más de siete mil millones de pesos. Algo que permite preguntarse hasta dónde los críticos del Gobierno son eso... y desde dónde son oportunistas que en los proyectos de la autoridad, más que la ocasión para solucionar problemas sociales, la ven para jalarle a la cobija en beneficio de su bolsillo.

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