— Paradoja

Hay cosas que —disculpas anticipadas por el anglicismo— simplemente no checan...
En el desplegado del día, la Universidad de Guadalajara presume —modestia aparte— algunos de sus trofeos..., logrados, se infiere, “a pesar de las graves dificultades económicas” que justifican, según se plantea, decisiones como la de “salir a la calle, en demanda de los recursos económicos indispensables”. Entre la media docena de trofeos que se ponen a consideración de la opinión pública, Éste: “Somos el primer lugar nacional en profesores reconocidos por la SEP con el perfil PROMEP”. (Esto último, para quien lo ignore, significa Programa de Mejoramiento del Profesorado, “creado para elevar permanentemente el nivel de habilitación del profesorado, con base en los perfiles adecuados para cada subsistema de educación superior”. En la “filosofía” de dicho programa se subraya su razón  última: “Formar los profesionistas que México requiere”).

—II—

Como si se hubiera hecho con premeditación, alevosía y ventaja, se publicaron, paralelamente, los resultados de la prueba ENLACE (Examen Nacional de Logros Académicos en Centros Educativos). Tales resultados reflejan mejoría, de un año a otro, en los avances registrados por los estudiantes de Jalisco en el nivel de secundaria. En primaria, en cambio, hubo retroceso. Y en preparatoria, ídem.

En habilidad lectora, entendida como la capacidad para comprender un texto determinado, en cuatro prepas de la Universidad de Guadalajara —una de ellas en la zona metropolitana tiene de 84% a 100% de sus alumnos en niveles de “aceptable”; en cuatro más, en cambio, de ocho a nueve de cada 10 alumnos se encuentran en niveles de “no aceptable”. En habilidad matemática, a cambio de números mediocres en el rango de lo “aceptable”, hay cuatro preparatorias de la U. de G. con 100% de los alumnos (¡todos, pues!) en niveles de “no aceptable”.

—III—

Si los dirigentes de la Universidad afirman —aseveración válida para efectos de inventario— que la calidad de sus mentores le permite ostentarse como institución líder en ese rubro, de los resultados de la prueba ENLACE sólo puede colegirse que la calidad de la enseñanza no concuerda, como debería hacerlo —¡oh, mayúscula paradoja...!—, con la presunta calidad de los educadores.

Para decirlo en un vocabulario comprensible para un universitario, puesto que al final de cuentas “se baja el cero y no toca”, del contraste de las dos informaciones se infiere necesariamente —búsquesele por donde se quiera— que una de las dos premisas es falsa.