— Otro autogol

Perich, humorista español, niega categóricamente que los celtíberos desciendan de los celtas y los íberos; plantea, en cambio, la hipótesis de que los especímenes de ese pueblo hispánico prerrománico, descendían —salvo prueba en contrario, desde luego— “de los celtas y las íberas, y de las celtas y los íberos”.

—II—

El culteranismo viene al caso por dos noticias...

Una: la impugnación planteada por el Gobierno de Jalisco ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación por los conflictos que pudieran resultar de que los matrimonios entre personas del mismo sexo, recientemente aprobados en el Distrito Federal, y válidos, por definición constitucional, en todo el país, carecerían de reconocimiento en Jalisco, porque su particular Constitución establece la concurrencia de un hombre y una mujer como “conditio sine qua non” para el matrimonio. De hecho, sobre el tema, el procurador federal, Arturo Chávez Chávez, argumenta que “la protección de la familia” es el bien social que la Constitución general de la República trata de tutelar; a su vez, el ministro Sergio Valls repara en que la Constitución no limita el derecho al matrimonio a personas de diferente sexo.

Otra: la intentona del futbolista —que actualmente trabaja como regidor tapatío— Gamaliel Ramírez, de sacar el choclo que metió al pronunciarse contra las marchas gay “porque no es la Guadalajara sidosa que queremos”. Mientras el presidente municipal de Guadalajara y el delegado (en funciones de presidente estatal) del Partido Verde —al que pertenece Gamaliel— trataban de desmarcarse y de atenuar el efecto de dicha declaración, e incluso la Comisión Estatal de Derechos Humanos ponderaba la posibilidad de recogerla oficiosamente y dedicarle la consabida “recomendación” admonitoria, el propio Gamaliel, decidido a demostrar que la capacidad del ser humano para decir barbaridades no tiene límite, habló de nuevo: ahora para pedir “perdón a los que ofendí”..., aunque —“aclaró” a continuación— “no a los sidosos”. (Para que se enteren las madres e incluso los niños que desde antes de nacer ya tienen ese ominoso estigma... a consecuencia, por ejemplo, de una transfusión —inocente y torpe a la vez— de sangre contaminada del Virus de la Inmunodeficiencia Humana).

—III—

Arthur Bloch, en la Ley de Murphy, aporta —involuntariamente, por cierto— la moraleja a la medida para el segundo autogol consecutivo del futbolista-regidor: “El problema con los chistes sobre políticos estriba en que los políticos no los consideran graciosos... y las demás personas no creen que sean chistes”.