Lunes, 25 de Noviembre 2024
Jalisco | Entre veras y bromas por Jaime García Elías

— Misterioso

“La burra —sin ánimo de ofender a la susodicha— no era arisca...”

Por: EL INFORMADOR

En seco: puesto que el gobernador de Jalisco ha declarado reiterativamente en las últimas semanas que ya se eligió el sitio en que finalmente se construirá el estadio de atletismo para los Juegos Panamericanos del año próximo, que ya se hacen en el área los correspondientes movimientos de tierra y que en las próximas semanas se invitará a “los amigos de los medios” para mostrarles el terreno y presentarles el proyecto, es válido preguntarse por qué el adalid de la transparencia se obstina en ser, en ese aspecto en particular, tan elusivo... por no decir tan opaco.

—II—

Al efecto de entender por qué hemos llegado a este punto, convendría hacer memoria...

Al inicio de la administración anterior, a partir del argumento de que urgía emprender acciones al efecto de asegurar el abastecimiento de agua a los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara “para los próximos 25 años” —de los que ya van 10—, se anunció, con bombo y platillos, la construcción de la Presa de Arcediano. Se expropiaron terrenos. Se desalojó a los vecinos de la última comunidad rural que quedaba en el municipio de Guadalajara. Se invirtieron muchos millones de pesos —¿quién sabe a ciencia cierta cuántos...?— en estudios técnicos y en litigios. Se removió, piedra por piedra, con tal de evitar las iras de los quisquillosos, el centenario puente colgante que había en el fondo de la barranca. Se sostuvo —con enjundia digna de mejor causa— una feroz guerra de saliva contra los opositores del proyecto... En fin: una interminable pelea de perros y gatos. Y al final de cuentas, “la obra del sexenio” anterior terminó siendo un mayúsculo aborto del actual.
Después, la “Villa Panamericana”: desde el “Proyecto Alameda” (supuestamente, el primer gran paso para revertir la degradación del llamado Centro Histórico de Guadalajara), hasta el aborto —¡uno más...!— del proyecto, pasando por conflictos con los vecinos, encarecimiento de los predios, destrucción de fincas... y, en suma, el deterioro aún mayor de la zona.

A continuación, los pleitos por la intención inicial de construir el estadio de atletismo en la ceja de la Barranca de Huentitán. Luego, la oposición generalizada a la segunda línea del Macrobús... Señales, todas ellas, de la probada incapacidad de los gobernantes para ganar credibilidad, lograr consensos, persuadir y respaldar con voluntades ciudadanas sus mejores (?) proyectos.

—III—

Moraleja de la historia: “La burra —sin ánimo de ofender a la susodicha— no era arisca...”.

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