Jalisco | Entre veras y bromas por Jaime García Elías — Matute El sitio que a Matute, por justicia, le corresponde, está en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres... donde hay, por cierto, al menos media docena de advenedizos Por: EL INFORMADOR 18 de enero de 2011 - 04:25 hs Por cierto —“ya encarrerado el ratón...”—, ya que se hará al ingeniero Jorge Matute Remus el homenaje de ponerle su nombre al “puente atirantado” que en fecha muy próxima, si el diablo no mete la cola, será inaugurado y puesto en operación en el cruce de las avenidas Lázaro Cárdenas y López Mateos, ¿no sería ésa la ocasión propicia para enmendar el entuerto de haberle dedicado uno de los monumentos más lamentables que hay en la ciudad, y que ha servido, desde su inauguración, mucho más para que vándalos y majaderos hagan escarnio de su efigie que para que tanto lugareños como turistas ponderen su estatura como académico, político y científico, y evoquen con respeto la huella de su paso por estas tierras que algo conservan aún —pese a todo— de su señorío y su grandeza pretéritas...? —II— Matute Remus fue rector de la Universidad de Guadalajara (1949-1952) y presidente municipal (1953-1955) de la ciudad que lo vio nacer el 17 de febrero de 1912, y morir el 6 de julio de 2002. Como alcalde, concretó su propio proyecto de abastecer de agua a Guadalajara, trayéndola del Lago de Chapala. Como ingeniero, concibió y realizó la que en su tiempo (1950) fue considerada una proeza: desplazar 17 metros y dejar perfectamente alineado el edificio de la Telefónica (Av. Juárez y Donato Guerra), para ampliar la Avenida Juárez... sin demoler el edificio y sin suspender el servicio telefónico en la ciudad, que pasaba apenas del medio millón de habitantes. (Matute, por cierto, solía decir que mover el edificio no había sido ninguna hazaña. “Hazaña —decía con gracejo— fue convencer a las dueñas del predio hacia el que había que recorrer el edificio, de que lo vendieran”). —III— La anécdota pinta de cuerpo entero al personaje: serio, sí..., pero no solemne ni afectado. Lo cual, sin embargo, no significa que Matute Remus estuviera conforme con que la estatua dedicada a su memoria —más parecida a “El Borracho” de la Lotería de cartones que al caballero que fue Don Jorge— encajara en la definición de Jardiel Poncela: “Pieza escultórica que sirve para poner en ridículo a un hombre ilustre y a un escultor”. El sitio que a Matute, por justicia, le corresponde, está en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres... donde hay, por cierto, al menos media docena de advenedizos —oportunistas en vida, intrusos después de su muerte— usurpando su lugar. JAIME GARCÍA ELÍAS / Periodista y conductor radiofónico. Temas Jaime García Elías Entre veras y bromas Lee También Sociales: Las Rosas de Oro 2024 Sociales: Celebran a Karla Carillo con encantador Baby Shower Sociales: 21° Torneo Adolf Horn de American Chamber México | Capítulo Guadalajara Operación Enjambre, ¿golpe o estrategia? Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones