Domingo, 24 de Noviembre 2024
Jalisco | Entre veras y bromas por Jaime García Elías

— Ícono

Lo dijo cuando él era alcalde de Guadalajara, y el puente apenas un espectacular dibujo: “Será un ícono de la ciudad”.

Por: EL INFORMADOR

En algo acertó —“¡Lotería...!”— el hoy, modestamente, precandidato panista a “la grande”: el flamante “puente atirantado” adquirió, ya, carta de ciudadanía en el ánimo de los aldeanos, tanto nativos como “arrimados”. Lo dijo cuando él era alcalde de Guadalajara, y el puente apenas un espectacular dibujo, como de ilustración de novela de ciencia ficción, celosamente guardado en un cartapacio: “Será un ícono de la ciudad”.


—II—

El puente ya está en operación...

Pese a los embotellamientos que se registraron en él a pocas horas de la inauguración oficial, funciona. Pese a que se trata de la pieza más espectacular —sin duda— de un rompecabezas aún inconcluso, da una idea de lo que puede ser la Avenida Lázaro Cárdenas una vez que se construya el túnel que sacará el tráfico desde San Ignacio hasta Niño Obrero, y de lo que puede ser cuando se supriman los semáforos que permiten las vueltas izquierdas en Santa María del Pueblito, y se mande todo el tráfico de la avenida Vallarta hasta el Periférico: una especie de viaducto que eventualmente haría insostenible la ocurrencia de la Vía Exprés de cuota. Pese al contraste, por su magnificencia primermundista, del “Matute Remus”, con su hermano gemelo (es un decir), el de El Álamo, por su austeridad tercermundista rayana en la indigencia, aquél no regala a los criticones ningún resquicio —hasta ahora, al menos— para recriminarle al Gobierno que la obra pública, vía de regla, no sólo se distingue por cara, sino por algo peor: por mal hecha.


—III—
No es el caso. Es de justicia decirlo...

Lo que falta, en gran medida, corre a cargo de los ciudadanos, teóricos beneficiarios de los afanes gubernamentales (“Gobernar es ayudar al pueblo”, dice la frase central de la ostentosa —y onerosa, seguramente— campaña del precandidato... pagada, según dicen, con fondos públicos). Lo que falta es dar mantenimiento puntual y sistemático al arbolado, a los jardines, a las bancas, a la fuente, a los elementos ornamentales del “parque lineal” y a la pista para patinaje que se dejaron bajo el puente. Lo que falta es que los “cholos” y los vándalos respeten la flamante construcción y se abstengan de grafitearla...
Lo que falta, en fin, es que se entienda que lo que se hace con el dinero del pueblo —dinero que con tanto esfuerzo se gana... y con tanta ligereza se gasta— debe ser para uso y disfrute del pueblo. Amén.


JAIME GARCÍA ELÍAS / Periodista y conductor radiofónico.

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