Lunes, 25 de Noviembre 2024
Jalisco | Entre veras y bromas por Jaime García Elías

— Deuda pública

Lo que el ciudadano común sí alcanza a comprender, es que con los recursos de que dispone el municipio no le alcanza para obra pública y servicios de más calidad

Por: EL INFORMADOR

Émulas de “La Bartola” de la canción, que con los dos pesos que puntualmente recibía de su galán de cabecera, pagaba “la renta, el teléfono y la luz”, solventaba “lo del gasto” y guardaba el resto para que el susodicho galán se echara “su alipús” (mexicanismo con que se designa a las “aguas de las verdes matas” merced a cuyos benéficos efectos el mortal común consigue hacer más o menos llevadero su tránsito por este Valle de Lágrimas), las abuelas de antes enseñaban: “Si gastas menos de lo que ganas, siempre tendrás dinero; si gastas más, siempre estarás endeudado”.

“Palabras sabias”, analizadas desde la perspectiva de la economía doméstica. “Necedades”, vistas desde el ángulo de la administración pública...

—II—

Caso concreto: al ciudadano común le resultan “helicópteramente circunstanciales” —para decirlo con un culteranismo— los pleitos de perros y gatos (sin ánimo de ofender a tan nobles mamíferos) en que se enfrascan los vividores del Presupuesto que ejercen como tales a nivel municipal. El ciudadano común no compra insomnios innecesarios preocupándose porque las administraciones pasadas, en Guadalajara, se dedicaron alegremente a endeudar a las administraciones futuras. Si se le pregunta si recuerda qué uso se dio al dinero que las autoridades municipales pretéritas pidieron prestado, el ciudadano común difícilmente sabrá responder. (El ciudadano común, de hecho, para una pregunta de ese calibre, es posible que ya tenga una respuesta, prefabricada tanto en nombre del desprestigio de los políticos cuanto de su propia experiencia de que la ciudad estaba mejor gobernada en el pasado remoto que en el pasado cercano:
“¡Pues se lo habrán robado...!”). Para el ciudadano común, la cifra de los mil 595 millones de pesos que constituyen el monto del endeudamiento municipal actual, es demasiado abstracta. Al ciudadano común tampoco le queda claro el efecto real de que el municipio destine 235 millones de pesos anuales al pago de la deuda heredada por quienes dejaron más huella en las arcas que en las calles de la ciudad.

—III—

En cambio, lo que el ciudadano común sí alcanza a comprender, es que con los recursos de que dispone el municipio no le alcanza para obra pública y servicios de más calidad, pero sí para el pago de la nómina y el “gasto corriente”... (Y se consuela: “Mejor que estos cuates cobren puntualmente su quincena en el Ayuntamiento, y no que se sumen a las hordas de aparta-lugares o rateros de espejos y polveras de automóvil”).

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones