Sábado, 23 de Noviembre 2024
Jalisco | Entre veras y bromas, de Jaime García Elías

— Desplante

El desplante de don Juan López Arias se incorpora al vasto anecdotario de ocurrencias de los hijos más representativos de esta ciudad

Por: EL INFORMADOR

El desplante de don Juan López Arias se incorpora al vasto anecdotario de ocurrencias con que los hijos más representativos de esta leal ciudad, custodiada por los espíritus de irreverencia, desparpajo y socarronería, le han puesto, ocasionalmente, un granito de sal —justo la dosis necesaria para darle sabor al caldo— al rutinario, anodino y fatigoso oficio de vivir.

—II—

La noticia del día consistía en el “madruguete” de las “h.” (“whatever that means”) autoridades a los vecinos de Ávila Camacho y Circunvalación. A la vista de la resuelta oposición de moradores y comerciantes de la zona aledaña a la Glorieta Minerva, al proyectado túnel vehicular bajo uno de los iconos más característicos de la ex Perla de Occidente, y el consiguiente aborto del proyecto de marras, en el caso del que ayer mismo comenzó a construirse, irrumpió el incidente: don Juan, con excelente talante, con sus 87 años —según confesión propia— a cuestas y una silla en ristre, se plantó frente a la motoconformadora que arrancaba, inmisericorde, pedazos del pavimento que fueron timbre de orgullo y motivo de presunción de alguna administración municipal pretérita, y decidió que de ahí no se movería hasta que los funcionarios que les prometieron formalmente una explicación prolija de las particularidades de la obra y un compromiso de que las afectaciones para los vecinos serán mínimas, cumplieran su palabra.

—III—

De la misma manera como el joven que se plantó frente a los tanques de guerra en la Plaza de Tiananmén, en Pekín, en 1989, asumió un riesgo calculado, por más que acompañara su bravata con el consabido desafío de “¡Sobre mi cadáver, malditos...!”, don Juan sabe su cuento: está en el entendido de que (inciso a) ni el conductor de la motoconformadora lo arrollará con su armatoste; (inciso b) ni el director de Obras Públicas del municipio le dará la orden perentoria de hacerlo; (inciso c) ni el alcalde de Guadalajara amenazará a los dos con despedirlos.

Y decir que don Juan sabe su cuento es decir que sabe también en qué va a terminar: en que el puente vehicular se construirá, a pesar de todos los pesares... y de que sus nietos ya tendrán algo que contarles —cuando los tengan—, entre risas, a los suyos:

—¿Ven este puente?... Pues cuando comenzó a construirse, allá por febrero de 2011, cuando Guadalajara aún no era una ciudad tan sucia, violenta y descompuesta como ahora, mi abuelo... (etc., etc.).

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