— ''Civismo''

Las “consignas” iban de la ironía a la ofensa. Las primeras rimaban “lana” (dinero, en sentido figurado), con “hermana”. Las segundas aludían a los destinatarios de la marcha como a “los que roban la nación”... Al final de la jornada, un dirigente sindical de la Universidad de Guadalajara, Roberto López González, aseveró que la manifestación masiva del lunes —y la de ayer, por lo consiguiente..., y la de mañana, y las que aún faltan por ocurrir— fue “una clase de Civismo, para que (los estudiantes) luchen por sus derechos”.

—II—

Civismo, por quien ya lo hubiera olvidado o por quien nació cuando esa asignatura ya no formaba parte de los tormentos chinos a que se sometía a los estudiantes de Primaria, además de significar “celo por las instituciones o intereses de la patria” o “celo y generosidad por los derechos de los demás ciudadanos”, era una materia que se orientaba a informar sobre los derechos y obligaciones de la persona que vive en comunidad; es decir, del ciudadano.

En el caso de las “vencidas verbales” entre los dirigentes universitarios y el gobernador de Jalisco, las posiciones están diametralmente enfrentadas: las primeras han planteado, en todos los tonos y por todas las vías posibles, que de la asignación de “más recursos” (520 millones de pesos, de los que ya han recibido 130) depende la viabilidad financiera de la casa de estudios; el segundo ha puesto en duda la pertinencia del manejo del Presupuesto por parte de aquéllas. “Habría que preguntarle a los directivos de la U. de G. —dijo—, si se está utilizando el dinero en las cosas prioritarias”.

—III—

Con respecto a las marchas, habría que cuestionar, de entrada, si el tono, entre irónico y ofensivo, concuerda con el precepto legal (Artículo 9o. de la Constitución) que condiciona el derecho de reunión a que no se injurie a la autoridad, ni se le amenace “para intimidarla u obligarla a resolver en el sentido que se desee”. Habría que cuestionar, a continuación, también, su pertinencia: ¿sirven de algo...? Finalmente, si quien tiene, en última instancia, la responsabilidad de asegurarse de que el dinero del pueblo se gaste con escrupulosa honestidad en beneficio de éste, tiene dudas al respecto, ¿no dispone de los recursos legales idóneos para someter a “los directivos de la U. de G.” a un esquema de rendición de cuentas creíble para él y, en último análisis, para la sociedad que aporta dichos recursos...?