Martes, 22 de Octubre 2024
Jalisco | Entre veras y bromas, de Jaime García Elías

— “Asegunes”

La estadística, hábilmente manipulada, puede ser una de las formas más acabadas de la mentira

Por: EL INFORMADOR

La divisa de Goebbels, el ministro de propaganda de Hitler, ha sido adoptada como regla de oro, como máxima definitiva, como mandamiento supremo, por infinidad de advenedizos en el mester —tan prestigioso en la teoría, tan desprestigiado en la práctica— de gobernar: “Repite una mentira suficientemente, y acabará por convertirse en verdad”.

—II—


La estadística, hábilmente manipulada, puede ser, ya se sabe, una de las formas más acabadas de la mentira. Así, al cacareo oficial porque en Jalisco se crearon 55 mil empleos durante 2010; porque en enero, en vez de declinar —como ocurre de manera cíclica— se incrementaron las cifras del empleo formal, y porque Jalisco tiene un nivel de desempleo (5.9%) inferior a la media nacional, faltaría contraponer, para bajarle el tono triunfalista, unos cuantos “asegunes”...

Primero, la insuficiencia de los empleos ofertados para estar a la par con la demanda; (simplemente, el alto porcentaje de egresados de la Universidad de Guadalajara que no encuentra un trabajo adecuado para ejercitar las capacidades que desarrollaron en aulas y laboratorios... o que no encuentra trabajo: punto). Segundo, los salarios que se devengan en los empleos que se festinan, se quedan, vía de regla, por debajo de los que en un pasado reciente se perdieron. Tercero, los empleadores —nada tontos— se suscriben, cada vez más, a la fórmula de pagar “por honorarios”, para escamotear al trabajador los derechos derivados de una contratación formal. Cuarto, la chapucera “manita” que da a las cifras alegres el propio Gobierno, al convertirse en uno de los principales empleadores... sin demostrar la productividad de los afortunados a los que cobija con su sombra generosa. Etc.


—III—


Mientras se proclaman las cifras sobre la supuesta eficacia gubernamental para la promoción del empleo, en la calle pasan cosas... Por ejemplo, la maestra de escuela, recientemente despedida de su trabajo, que, desesperada por su situación económica, echó de la casa al hijo mayor... y quitó la vida a los dos menores. O la anciana que, a sus 80 y tantos años, decidió salir a pedir limosna en un crucero del Periférico, desplazándose entre los automóviles... en una silla de ruedas. Y cuántos casos más de prójimos que —con la venia de Don Flavio Romero de Velasco en una de sus “Reflexiones”— se ganan el sustento en la calle, implorando una limosna con expresiones que “parecen pedir perdón por el hecho de estar vivos”.

(En efecto: “Injusticias que claman al Cielo”, diría un creyente).


JAIME GARCÍA ELÍAS / Periodista y conductor radiofónico.

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