Jalisco es terreno fértil para las distintas industrias, es así que la de la moda ha jugado un papel importante en el ecosistema de negocios de la entidad a través de organismos como la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CANAIVE) Delegación Jalisco, plataformas como Intermoda y Punto Expo Moda, así como las distintas escuelas de diseño con gran reconocimiento internacional como el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) y el Centro Internacional de Innovación en Diseño (CIIND), entre otros.Sin embargo, para que toda esta maquinaria funcione, la materia prima es esencial y en ese sentido, el Estado también es semillero de creativos que han puesto el nombre de Jalisco por lo alto y en distintos mercados. En el del lujo destacan los nombres de Benito Santos, Rosario Mendoza y Alfredo Martínez, entre otros. Pero también están los creativos diversos que le hablan a públicos más contemporáneos donde la ropa no tiene género, es el caso de Aviesc, Raúl Orozco, Mauricio Mosqueda, Jonathan Morales y Daniel von Teese. Además, hay otros diseñadores jóvenes que siguen desarrollando moda clásica y de vanguardia como Miguel Pánuco, Paulina Luna y Jacobo Sin A. Para hablar de la evolución de la industria de la moda en Jalisco, EL INFORMADOR conversa con Yoli Sánchez, Directora del Centro Internacional de Innovación en Diseño (CIIND): “Hoy día, para que la industria de la moda mexicana pueda internacionalizarse, necesitamos tener una marca bien posicionada, porque así el producto se va a vender. Las famosas casas de moda venden no tanto por el producto, sino por el posicionamiento de marca, ahora se emplea demasiado dinero en esa comunicación y eso hace que la industria se regenere, que la economía se mueva y que nos podamos sostener por medio de la marca, porque cuando tú la conoces, estás dispuesto a pagar más por el producto, pero antes has tenido que trabajar en un marketing importante”.En cuanto al terreno creativo, confiesa Yoli que los diseñadores jaliscienses marcan pauta, “creo que de toda la República Mexicana somos los número uno en proteger a las industrias creativas. Sin embargo, a los diseñadores sí les ha costado mucho trabajo el posicionamiento de marca, porque ellos lo que quieren es ser vistos y vender. Piensan que si están en una revista van a hacerlo, pero en realidad es que cuando van bien dirigidos a un mercado en específico, es que la gente voltea a verlos y es cuando comienzan a posicionarse como marcas, pero también hay diseñadores que se enamoran tanto de sus prendas que apenas se están dando a conocer y al estar vendiendo, suben demasiado sus precios, así que el diseñador mexicano tiene que analizar muy bien el mercado al que va dirigido y sobre eso ver el tipo de textiles y manufactura que va a ofrecer para poder dar un precio justo”.Además, también observa que hay algo que se está haciendo muy fuerte en la industria de la moda mexicana y ese es el consumo local, es decir, que los mexicanos están consumiendo cada vez más lo hecho en México, “cada vez le damos más valor y estamos dispuestos a generar una inversión en los nuevos diseñadores siempre y cuando encontremos algún producto que nos haga sentir únicos y diferentes de todas las personas. Presumimos mucho del país y no nos vestimos de éste, pero también es increíble que los precios sean tan altos”.En cuanto a generar industria, Yoli resalta que la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey son las ciudades que mejor posición tienen, “pero a Jalisco yo le apuesto como el número uno en cuanto a desarrollo de innovación y creatividad”. Sin embargo, en cuanto a consumo, expresa que la Ciudad de México sigue siendo un mercado muy importante, pero en relación a que es una urbe más grande.Jalisco ha quedado marcado por grandes momentos de coyuntura en el universo de la moda. Por ejemplo, entre las décadas de 1940 y 1950, se establecieron los almacenes como Chalita y Fábricas de Francia, los cuales fueron desarrollados por extranjeros, libaneses y franceses, por ejemplo, que llegaron a radicar a Guadalajara. Sin embargo, también los locales eran parte del ecosistema como Almacenes Zaragoza.La moda europea estaba muy marcada en Guadalajara para ese tiempo, sin embargo, cuando irrumpió el estilo norteamericano, acentuado también por la industria de cine hollywoodense, la confección de prendas que se hacían en México se influenció del mercado estadounidense.Jorge Lupercio, uno de los autores de la biblia de la moda jalisciense, “Relatos de un maniquí”, externa que había importantes costureras locales, como la maestra María Martínez Rodríguez, contratada por la empresa Singer y que justo había otra destacada mujer en el ámbito de nombre Bertha Zarkin, quien fue alumna de María Martínez y quien años después se convertiría en diseñadora. Además, entre los años 60 y 70 tuvo una tienda en auge, donde incluso desarrolló todo lo que tiene que ver con tejidos. Y que justo hacia la década de los años 80 tuvo su boom más importante, pues en Providencia enseñaba a las señoras a hacer suéteres, generando piezas únicas que se volvieron una tendencia para las mujeres de la alta sociedad.Además, en la ciudad también estaba la boutique Modas Tessa de la señora Teresa Sánchez Pillot, la cual era un referente para las mujeres que buscaban vestidos para eventos sociales, y también fue recurrente para las reinas de los certámenes de belleza. Y justo, en la década de los años 60, en el municipio de Tlaquepaque también se encontraba un establecimiento muy en boga, “El águila descalza”, donde se hacían diseños en manta con detalles mexicanos.Otro momento de gran auge para Guadalajara que marcó un hito de modernidad, fue la llegada de los centros comerciales como la emblemática Plaza del Sol, el cual para esos años era uno de los más importantes de América Latina. Se inauguró en 1969 y en las boutiques que se establecieron ahí, los tapatíos podían acceder a prendas más modernas que llegaban de Estados Unidos.Ya en un momento más contemporáneo, plataformas como Intermoda han marcado un fuerte auge en la profesionalización de la moda y también en convertirse en un vínculo importante entre empresarios, clientes y diseñadores. Así también Minerva Fashion marcó un parteaguas en su momento.Yoli Sánchez señala que la moda siempre ha estado presente en el desarrollo de las sociedades. Y que si bien la época del Porfiriato es un parteaguas en México y Jalisco para que el mercado comience a impulsarse, éste ya existía “desde que tenemos uso de razón”, acota. “La moda ha jugado un papel importante porque se trata de cómo somos y cómo nos damos a conocer en la sociedad. Los que tenían el oficio de la sastrería, iban a tocar a las casas y las personas más pudientes se mandaban a hacer prendas una vez por semana, luego comienza la industria con la entrada de la máquina de coser, con la cual inició la producción en serie”.Recuerda que antes la ropa se hacía sobre medida y se sigue haciendo para el mercado de la alta costura, pero con la industrialización, para democratizar los precios y enfocándose en un mercado al que ahora se le llama “fast fashion”, se desarrollaron prendas sobre patronaje “para que una misma talla le quede a diferentes personas”. Tras este proceso histórico, comienzan a darse los talleres de costura, luego las casas de moda y después las marcas.Yoli Sánchez comparte que Jalisco también ha marcado pauta en tendencias, por ejemplo en los cortes de los pantalones de mezclilla, los cuales llamaron la atención a nivel internacional.También expresa Yoli que ahora hay una tendencia clara y en auge que es la ropa sin género, donde cada vez más hay propuestas novedosas sobre prendas unisex y eso abre la puerta a que más personas consuman en este mercado que es diverso y que se democratiza cada vez más.En cuanto a la lista de las celebridades en el terreno de la moda, desde siempre grandes figuras han estado en auge a través de los años, por ejemplo, Julio Chávez, quien tiene un libro llamado “Vestidas y desvestidas: el modisto de las estrellas”. La diseñadora y empresaria Rosario Mendoza con su firma Takasami sigue siendo un referente de la moda mexicana que promueve la tradición y la cultura desde lo vanguardista.Hacia los años 80 otras figuras resaltaron en el panorama local como Ricardo Santana, Jesús Ochoa, Juvenal Ramírez, Manuel García de Alba y Martha Arias. Mientras que en la década de los años 90 destacaron Julia y Renata y Macario Jiménez, quienes han dejado una gran escuela, así como Sandro Cruz y Jorge Lupercio, autores de “Relatos de un maniquí”, quienes también tuvieron gran auge en la misma época con un showroom con ropa unisex, generando alanzas con Felipe Rentería y Gerardo Campos.En la actualidad hay creativos en boga como Jonathan Morales y su marca internacional No Name, Liberal Youth Ministry o Benito Santos que sigue en los cuernos de la luna con sus vestidos de novia, sus vestidos de lujo y sus piezas listas para llevar.Entre las principales escuelas de diseño que destacan en Jalisco se encuentran: