Jueves, 13 de Marzo 2025
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Jalisco

Se multiplican los campos de reclutamiento forzado

Colectivos denuncian incremento de desapariciones ligadas a entrenamientos delictivos; exigen justicia y mayor vigilancia para evitar la proliferación de estos delitos

El Informador

Armas, equipo táctico y de comunicación, colchas, colchonetas, artículos de higiene personal, campos de tiro y restos humanos fueron encontrados el 21 de julio de 2017 en dos campos de reclutamiento forzado del crimen organizado en la localidad de Navajas, en el municipio de Tala. Entre 50 y 60 integrantes del grupo delictivo entrenaban a unas 40 personas que fueron plagiadas, pero sólo se encontró a dos de ellas. Del resto no se supo nada, pues a la llegada de las fuerzas de seguridad los predios ya habían sido desocupados.

El hallazgo fue posible gracias a que una de las víctimas recluidas en el lugar logró escapar y dar aviso a las autoridades sobre la ubicación de estos predios. Las personas eran citadas en un domicilio del municipio bajo promesas falsas de trabajo, donde les quitaban sus celulares para después llevarlos al campo de entrenamiento.

El fiscal estatal de entonces, Eduardo Almaguer, reconoció que las víctimas eran contactadas “a través de algunas publicaciones de Facebook. Se hacían invitaciones para obtener trabajo como encuestadores, como escoltas, como policías municipales o de seguridad privada”. Pero desde 2012 ya se acumulaban las denuncias de padres de familia que señalaban que sus hijos habían sido “levantados” por hombres armados.

Las personas que se negaban a seguir las indicaciones del cártel eran asesinadas en el lugar e incineradas. La Fiscalía ya tenía identificados ambos campos por denuncias de desaparición en la zona, pero no fue sino hasta el testimonio del hombre que escapó que las autoridades intervinieron.

Tras aquel hallazgo, esta práctica se ha intensificado. La semana pasada en Teuchitlán, a poco más de una hora de Guadalajara, en la misma Región Valles, se localizó otro centro de entrenamiento criminal, aunque el rancho ya había sido intervenido por elementos estatales y federales en septiembre de 2024. En aquella ocasión se detuvo a 10 personas y se rescató a otras dos, además de que se aseguraron armamento, equipo táctico y dos lotes con restos humanos calcinados.

“(Los reclutamientos) son mediante ofertas de trabajo, ofertas educativas, pues ya se dio el caso de que falsificaron un documento de la UdeG en el que le ofrecían una beca a una chica y otros son los ‘levantones que hace el crimen organizado en conjunto con la Fiscalía del Estado, en estos operativos ilegales donde se agarra a las personas antes de matarlas o llevarlas a estos campos de reclutamiento”, comentó Héctor Flores, cofundador del colectivo de búsqueda de personas desaparecidas Luz de Esperanza.

Como estos campos de reclutamiento en Jalisco hay al menos seis más en las regiones de Valles, Los Altos, La Ciénega y Los Camachos, este último en el Área Metropolitana de Guadalajara. Debido a que la administración anterior negó la crisis de desapariciones y de inseguridad, estos lugares proliferaron y se convirtieron en centros de terror, señaló Héctor.

Urgió a las autoridades municipales, estatales y federales implementar una estrategia concreta contra el reclutamiento forzado, pues el modus operandi se ha repetido desde, al menos, una década atrás. También exigió justicia y una investigación exhaustiva del rancho Izaguirre para que no se repita lo que ocurrió en septiembre pasado.

“Que se empiece a atacar el problema de raíz y que no se encuentren estos campos abandonados con cientos de restos de personas. Esperamos que haya más apertura para que las familias puedan participar como observadores en conjunto con la Comisión de Búsqueda. Hasta la misma Fiscalía ya aceptó que el terreno era muy grande y no tenían personal para trabajarlo. Entonces, para avanzar, esa sería una excelente opción. Y que todo lo que se ha encontrado, los vestigios, la ropa, los zapatos, rápidamente se den a conocer para que las familias podamos salir de la incertidumbre y empezar a reconocer por lo menos los zapatos, tenis, calzado de nuestros familiares con la esperanza de que estén ahí”.

Rancho Izaguirre. Siguen las investigaciones en Teuchitlán para develar todos los crímenes que ocurrieron ahí. ESPECIAL

INVESTIGACIÓN

Siguen apareciendo más vestigios

Desde el miércoles 5 de marzo, cuando integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco acudieron de nueva cuenta al rancho Izaguirre, en Teuchitlán, se realizaron más hallazgos: cinco lotes de restos óseos fragmentados y calcinados, 400 prendas e indumentaria como ropa, calzado y mochilas, 96 casquillos de diversos calibres, tres cargadores, tres libros, una libreta con nombres de las personas recluidas y una identificación oficial.

GUERREROS BUSCADORES

Lamenta colectivo que la FGR no actuara a tiempo

A través de sus redes sociales, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco lamentó que las autoridades federales, especialmente la Fiscalía General de la República, hubieran desatendido el caso del rancho en La Estanzuela, Teuchitlán, donde se encontraron crematorios clandestinos bajo tierra, y que operaba como campo de entrenamiento y exterminio.

“Fiscalía General de la República, ustedes tuvieron que haber intervenido ¡tener acciones inmediatas!, porque hubo personas del Gobierno Federal en ese enfrentamiento que fueron atacadas, porque estamos hablando de uno de los peores delitos de desaparición y reclutamiento”, compartió el colectivo en una de sus publicaciones, en referencia a que fue la Guardia Nacional quien intervino en primer lugar el “Rancho Izaguirre” en septiembre pasado, dando a conocer el hecho a través de un comunicado, el día 20 de ese mes.

El colectivo lamentó que en todo ese tiempo se hubieran desestimado indicios clave, como las prendas de ropa, calzado y maletas, además de que fue tiempo perdido porque no se habían localizado los crematorios sino hasta que ellos intervinieron el pasado 3 de marzo.

El colectivo de familias en búsqueda, que ha trabajado en campo por más de tres años, señaló que esta ha sido “la peor atrocidad que ha visto en el estado de Jalisco”.

Comentó, según voces de testigos y sobrevivientes que se han contactado con la organización, que se trataba de “un infierno en vida”.

eritos siguen buscando restos humanos en el rancho Izaguirre. ESPECIAL

CRONOLOGÍA

Los hallazgos

Tala (2017)

El descubrimiento de dos campos de reclutamiento en este municipio se dio en la recta final del sexenio de Aristóteles Sandoval, gracias a que una persona logró escapar y dar aviso a las autoridades. Se localizaron armas, equipo táctico y de comunicación, colchas, colchonetas, artículos de higiene personal, campos de tiro y cientos de restos humanos calcinados. Entre 50 y 60 integrantes del grupo delictivo entrenaban a 40 personas recluidas.

Ahuisculco (2017)

Días después de localizar los dos campos de reclutamiento en Tala, la Fiscalía de Jalisco dio a conocer el hallazgo de tres centros más en las zonas montañosas de la localidad, perteneciente al municipio de Tala. Estos predios, de difícil acceso, estaban rodeados por “casas de seguridad del cártel”, donde las víctimas eran llevadas antes de ser trasladadas hasta los centros de entrenamiento ocultos en la sierra, reconoció entonces la Fiscalía.

Cañadas de Obregón (2018)

Agentes de la Fiscalía de Jalisco descubrieron otro campo de entrenamiento, esta vez en la región Altos Sur, en las inmediaciones de la Forrajera El Chaparral. El Gobierno estatal reconoció en su momento que exguerrilleros colombianos y militares de distintos países entrenaban a los reclutas para integrarse a las filas del cártel. 

Talpa de Allende (2018)

Francisco, nombre ficticio de un presunto sicario, reveló en entrevista que fue reclutado por uno de los hijos de un líder criminal. En este municipio hay un campo de entrenamiento en el que el “bautizo” es asesinar a una persona para “no dejar evidencia del delito”.

Lagos de Moreno (2020)

Otro campo de adiestramiento criminal fue localizado en Lagos de Moreno, en el cual se aseguró arsenal, según dio a conocer el pasado gobernador de Jalisco. Sin embargo, no se informó sobre personas detenidas ni rescatadas.

Lagos de Moreno (2023)

Aunque de manera extraoficial, Héctor Flores, cofundador del colectivo de búsqueda Luz de Esperanza, señaló en 2023 que en Lagos de Moreno hay al menos dos centros de reclutamiento forzado, esto luego de que Roberto, Diego, Uriel, Jaime y Dante fueron interceptados por hombres armados. Posteriormente fueron asesinados en una finca ubicada en la colonia Orilla de Agua.

El Universal dio a conocer que en Tuxpan, al Sur de Jalisco, en los límites con Colima, había otro campo de entrenamiento. Exguerrilleros colombianos y sicarios, provenientes de Cancún, llegaron a Guadalajara para trasladarse hasta el municipio para entrenar a los nuevos reclutas.

Teuchitlán (2025)

Autoridades estatales y federales localizaron un campo de este tipo en la población de La Vega. En el lugar se hallaron cargadores y cartuchos de arma de fuego, radios de comunicación, equipo táctico y precursores químicos para elaborar drogas sintéticas. En total, 36 personas se encontraban en el centro de entrenamiento criminal contra su voluntad, donde eran sometidos a torturas. Dos personas fueron vinculadas a proceso por desaparición forzada y privación de la libertad. 

Teuchitlán (2025)

El rancho Izaguirre ya había sido intervenido por la Guardia Nacional en septiembre de 2024. Se detuvo a 10 personas y se rescató a otras dos, presuntamente privadas de la libertad. También se localizó armamento y equipo táctico, así como un cadáver emplayado. 

Sin embargo, desde el 19 de septiembre de 2024 las investigaciones no continuaron. Ahora, luego de que el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco intervino de nueva cuenta el predio el miércoles 5 de marzo, se han localizado seis lotes con restos óseos en cuatro espacios del terreno.