Domingo, 08 de Septiembre 2024
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Jalisco

Tragedia en Zapotlanejo

Una tormenta desbordó una presa y un río, dejando saldo de un muerto y dos lesionados, además de 137 casas y negocios afectados

El Informador

Un muerto y dos personas arrastradas por el desbordamiento del río Zapotlanejo se registraron ayer en ese municipio, luego de que la crecida del arroyo alcanzó hasta dos metros en algunas zonas de la localidad. 

La Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos de Jalisco (UEPCB) y el Ayuntamiento de Zapotlanejo contabilizan 137 viviendas y negocios afectados en diversos grados. Otros 10 vehículos y dos gasolineras también presentan daños. Se reportó un tramo de cinco kilómetros de calles cubiertas por escombros y materiales arrastrados. 

La tragedia fue ocasionada por las intensas lluvias registradas durante la madrugada del miércoles, cuando la presa La Tecata se desbordó y generó inundaciones con la crecida del río mencionado.

“Yo me desperté como a las dos de la mañana porque escuché que estaba lloviendo bien fuerte. Nada más me asomé y toda la calle estaba inundada, muchísimo, más de dos metros. Entonces rápido me levanté y fui a avisarle a mi hermano para que viera… y salgo de mi cuarto y dentro de la casa ya estaba el agua hasta arriba. Yo mido 1.60 metros y el agua me cubría por completo. La chapa de la puerta la rompió y todos los muebles los arrastró. Por suerte, nos alcanzamos a salir y nos subimos en el techo de nuestra camioneta”, relató Rosa Icela, vecina de la colonia La Cruz.

Víctor Hugo Roldán, titular de la UEPCB, señaló que al menos 10 viviendas presentaron daños estructurales graves, mientras que tres son inhabitables. 

Gonzalo Álvarez, presidente municipal de Zapotlanejo, consideró que las lluvias atípicas de la temporada fueron las que causaron el desbordamiento de la presa. “Las presas en lo general están al 80% de su capacidad. Aquí la lluvia atípica hizo que el arroyo se desborde, ya que no soportó la carga de agua”.

En total, seis zonas resultaron afectadas por la crecida del río: Centro, Arcos, La Cruz, Lomas de Huizquilco, Lomas del Valle y Bellavista. En todos estos sitios se realizó un recorrido por parte de las autoridades, quienes prometieron a los habitantes apoyos económicos para que recuperen parte de su patrimonio.

“Sí vino el alcalde después del desastre. Nos dijo que haría todo lo posible por gestionar un apoyo, pero no nos dijo cuándo. Fue demasiada gente la afectada, quienes perdieron sus muebles, sus carros, sus casas…  y todas buscan que les ayuden con algo. Le decía a mi esposo: ‘Este mes terminamos, al fin, de pagar los muebles que compramos’. Pero mira, todo se lo llevó la corriente, no nos dejó nada”, lamentó Viridiana Aguilar, vecina afectada. 

El Ayuntamiento evacuó a 40 personas y se encuentran en un refugio temporal. 

“Seguiremos trabajando hasta normalizar los servicios”, agregó el presidente municipal de Zapotlanejo.

Víctimas del temporal 2024

Con el fallecimiento del joven de 21 años de edad en Zapotlanejo, que intentó cruzar el río a bordo de una motocicleta, la cifra de víctimas mortales por las lluvias ascendió a 16 en Jalisco.

La presa y el canal se desbordaron por la lluvia constante. EL INFORMADOR/J. Urrutia
Elementos de emergencia acudieron para apoyar a la población. EL INFORMADOR/J. Urrutia

Padecen horas de horror 

Tres horas de horror, incertidumbre y tragedia se vivieron ayer, luego de que el arroyo Zapotlanejo se desbordó debido a las intensas lluvias registradas durante la madrugada. Desde las 02:00 hasta las 05:00 horas, cientos de personas perdieron prácticamente todo su patrimonio: muebles, vehículos y hogares.

“Mi hermana me habló bien temprano y me dijo que toda su casa estaba inundada, todos los muebles arrastrados, el refrigerador descompuesto y todo estaba perdido. No, imagínate, se escuchaba tan triste que en cuanto pude tomé el primer camión y me vine para acá. Vengo a ayudarle en lo que podamos hacer las dos para sacar el agua, recuperar lo poco que podamos y esperar que no pase a mayores”, comentó, cabizbaja y melancólica, Griselda Pérez, quien salió a las 07:00 horas de Guadalajara para auxiliar a su hermana Mónica, vecina de la colonia Bellavista, a recuperar lo poco que quedó dentro de su hogar luego de que el agua alcanzó los dos metros de altura.

Después de la tragedia, un joven de 21 años falleció luego de que intentó cruzar el arroyo Zapotlanejo con su motocicleta, en compañía de otras dos personas, las cuales fueron rescatadas. Con esta víctima, el número de decesos por el temporal de lluvias en Jalisco ascendió a 16.

En tanto, Gonzalo Álvarez, presidente municipal de Zapotlanejo, señaló que la presa La Tecata se desbordó debido a las atípicas lluvias registradas en la localidad, lo que causó una situación de emergencia nunca antes vista en el municipio.

Mónica estaba aún más derrotada, desconsolada, con los ojos llenos de tristeza y rencor. Miraba a todas las personas que corrían, desesperadas, intentando limpiar sus hogares; al afluente del río, causante de su temor y desesperación, apenas encontró las palabras para describir lo que vivió cuando saltó de su cama durante la madrugada.

“No, hijo, el agua llenó casi toda mi casa. Yo tenía un miedo que de verdad pensé que aquí me iba a morir ahogada. No podía abrir mi puerta para irme porque estaba como atascada y el agua ya me llegaba casi al cuello. De verdad que me sentí tan desesperada e impotente, te digo, pensé que iba a morir. Gracias a Dios aquí sigo, ¿verdad? Pero toda mi casa y mis cosas, ¿qué? ¿Qué les hago, a dónde me las llevo? ¿O cómo compro más? No le deseo esto a nadie, es de verdad terrible”, agregó, aguantando, estoica, firme, serena y valiente, las inmensas ganas de llorar.

Entre el lodazal que hizo resbalar a más de uno, cientos de personas hundieron sus zapatos, tenis, chanclas y pies descalzos para sacar toda el agua que aún quedaba en sus viviendas, mientras hacían un recuento de los daños que el arroyo Zapotlanejo causó en sus vidas, después de que la presa colapsó y se llevó todo a su paso.

Rubén, alto, delgado, irascible, vecino de la colonia Lomas de Huisquilco, que oscila entre los 40 y 50 años; lanzó una mirada desafiante y amenazante, agradeció, con los ojos hacia el cielo, que nadie de su familia falleció; pero el consuelo pronto terminó cuando su mirada se dirigió a su vehículo, totalmente destrozado.

“Mira mi carro ya no sirve, ¿ahora qué hago? Estamos limpiando por limpiar, porque va a seguir lloviendo y las cosas van a seguir igual. Solo vinimos para hacer algo, para entretenernos después de esto y no pensar, pero aquí, ¿qué se puede hacer? ¿A dónde se va a ir mi mamá? Yo sé que tú no sabes, pero ojalá alguien me pueda decir”, por fin, después de minutos que para el hijo fue una eternidad, Rubén mostró un signo de debilidad, de vulnerabilidad ante el escenario que se abrió ante sus ojos.

Por todos lados se aventaba el lodazal, los colchones, los muebles de madera que habrían de pudrirse a la calle, mientras elementos de la Guardia Nacional ayudaban en las labores de saneamiento y limpieza de los hogares. “¿Qué otros lados con afectaciones tienen? Apunta, rápido”, masculló el teniente al mando de los elementos de seguridad federal que atendieron el siniestro, que prefirió mantenerse en el anonimato.

“¿Un puente derrumbado, en dónde? A ver, ¿en qué vienen? Súbanse, mejor”. En la parte trasera de una camioneta estilo pick-up de la Guardia Nacional, los rostros de angustia y desesperación son fugaces, efímeros; pero los daños son cuantificables, casi palpables.

El vehículo atravesó el campo, el terreno irregular, empedrado, hasta llegar al causante de todo: la presa que no contuvo la gran cantidad de agua generada por las lluvias. “Pues aquí está, tomen sus fotos y vámonos. ¿En dónde más tiene puntos de afectación? Pero rápido, para tenerlos a la mano”, vociferó el teniente de la Guardia Nacional, con voz de mando, fuerte, potente, que hasta a los civiles hace cuadrar.

Entre la maleza y el terror, la camioneta estilo pick-up terminó su recorrido en la colonia La Cruz, donde Teresa Aguilar, asustada y con ojos vidriosos, aceptó hablar sobre la situación que afrontó.

“A mí me hablaron como a las dos y media de la mañana que se había caído la barda de mi terraza. Ya sabrás, yo: ‘¿Cómo que se cayó, hacia dónde; cómo, por qué?’.  Llegamos mi esposo y yo a ver y no había paso, el agua casi cubría nuestra camioneta, entonces no quisimos pasar. Fue como hasta las cinco de la mañana que ya pudimos venir aquí y mira, ya no hay nada; el agua tumbó la puerta y todas mis cosas se fueron, no sé a dónde. Yo sé que vienes a ver nada más, pero vieras qué feo se siente, llegar a tu casa y que ya no haya nada. Mi esposo se aguanta e intenta arreglarlo todo, pero yo nada más veo y digo: ¿Ahora qué? Debemos empezar de cero, otra vez”.

El Ayuntamiento de Zapotlanejo, en coordinación con la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos de Jalisco, hasta el corte de esta edición, contabilizó 137 viviendas y negocios afectados.

“Mira, hijo, hasta dónde llegó el agua. Mira cómo quedó todo. Trabajé tantos años. ¿Para qué? Todo ya está inservible y va a seguir lloviendo, ¿qué va a pasar en la otra inundación cuando ya no se pueda llevar nada?”, mencionó, finalmente derramando una lágrima que se escurría por su mejilla.

Así quedaron las viviendas afectadas. EL INFORMADOR/J. Urrutia

Suman 16 muertes en este temporal

Ayer se reportó el fallecimiento de un hombre que fue arrastrado por la corriente, luego de que se desbordó una pequeña presa en Zapotlanejo. Se trató de un joven de aproximadamente 20 años, quien, de acuerdo con la información preliminar de las autoridades municipales, circulaba a bordo de una moto en compañía de otras dos personas, cuando intentaron cruzar la crecida del agua. Dos pudieron salir, pero el tercero ya no.

Con esta suman, de manera preliminar, al menos 16 víctimas relacionadas con la actual temporada de lluvias, de acuerdo con las autoridades estatales y registros hemerográficos.

La primera de las víctimas fue un hombre en situación de calle, de entre 25 a 30 años, quien fue arrastrado por la corriente del arroyo Seco en la colonia Valle de la Misericordia, en Tlaquepaque, mientras que la segunda víctima fue un hombre de 62 años, también arrastrado por el arroyo Seco, pero a la altura de Chulavista, en Tlajomulco de Zúñiga.

La tercera víctima fue un joven de 15 años arrastrado por la corriente de un canal en La Higuera, en Zapopan, mientras que la cuarta víctima fue una menor de solo 16 años de edad, quien fue arrastrada junto con su camioneta en los límites de las colonias Mariano Otero y Santa Ana Tepetitlán, en Zapopan, por donde corre el arroyo El Garabato.

La quinta y la sexta víctima fueron una pareja de adultos mayores que fue arrastrada por la corriente del arroyo El Chirimoyo mientras circulaban en su camioneta por calles de la colonia San Sebastián, en el municipio de Tlajomulco.

Una familia de cuatro integrantes se convirtió en las víctimas siete, ocho, nueve y 10, luego de ser arrastrados por la corriente del arroyo El Amparo, en el municipio de Etzatlán. Las víctimas fueron un hombre de 25 años, una mujer de 30 y dos menores de siete y 12 años de edad.

La víctima número 11 fue un motociclista de entre 30 a 35 años, quien fue arrastrado por la corriente de un arroyo en Tepatitlán, mientras que la víctima 12 fue un hombre a quien le cayó un rayo en Puerto Melaque, en el municipio de Cihuatlán.

La víctima número 13 fue un menor de solo ocho años de edad, quien fue arrastrado por la corriente mientras circulaba, tras una fuerte tormenta, en una cuatrimoto con otro menor y un joven de 18 años. Estos dos pudieron salvarse, pero el menor de ocho no corrió con la misma suerte.

Las víctimas 14 y 15 fueron dos adultos: una mujer y un hombre de entre 30 a 35 años de edad, a quienes les cayó un rayo en la comunidad de Tequesquite, en el municipio de Tomatlán, Jalisco.

Incluso el campo de béisbol quedó arruinado por la tormenta. EL INFORMADOR/J. Urrutia

RECOMENDACIONES

Evita accidentes en inundaciones

No cruces corrientes de agua. Es crucial evitar cruzar cualquier corriente de agua, ya sea a pie o en vehículo, durante una inundación. Aunque parezca que el agua no es profunda, incluso una corriente de 15 cm puede derribar a una persona, y 60 cm de agua pueden arrastrar un automóvil. Siempre busca rutas alternativas y nunca subestimes el poder de una corriente de agua.

Busca refugio en lugares elevados. Si te encuentras en una zona inundada, busca inmediatamente refugio en lugares elevados. Evita permanecer en sótanos, u otras áreas bajas donde el riesgo de quedar atrapado por el agua es mayor. Si estás en casa y el agua comienza a subir, dirígete al piso más alto y prepara una ruta de escape en caso de que la situación empeore.

Sigue las indicaciones de las autoridades. Mantente informado a través de fuentes confiables, como las autoridades locales de protección civil o servicios meteorológicos. Si se emiten órdenes de evacuación, sigue las instrucciones de inmediato. No esperes hasta que sea demasiado tarde; las decisiones rápidas pueden salvar vidas.

Desconecta la electricidad. Cuando el agua comienza a entrar en tu hogar, corta la corriente eléctrica para prevenir riesgos de cortocircuitos, incendios o descargas eléctricas. Esto es especialmente importante si el agua alcanza enchufes, cables eléctricos o electrodomésticos. Asegúrate de conocer la ubicación del cuadro de interruptores en tu hogar y cómo desconectar la electricidad de manera segura.