Zelaya cumple un mes derrocado y sus seguidores siguen exigiendo su regreso

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Manuel Zelaya, presidente depuesto de Honduras, cumplió hoy un mes expulsado del país intentando regresar para recuperar el poder, ahora por la frontera con Nicaragua, aunque le esperan policías y militares para detenerlo.

Pero Zelaya, quien se encuentra desde la semana pasada en Ocotal (Nicaragua), recibió hoy dos buenas noticias: la suspensión de visados diplomáticos de EU a cuatro funcionarios del Gobierno de Roberto Micheletti y la autorización de este para que su familia, que estaba retenida de camino a la frontera, pueda viajar al país vecino por carretera.

Dos de los afectados por la suspensión de los visados, anunciada en Washington, son el magistrado Tomás Arita, quien ordenó a los militares la detención de Zelaya el día del golpe de Estado, y el jefe del Parlamento, Alfredo Saavedra, dijo a la prensa en Tegucigalpa la vicecanciller, Martha Alvarado.

El Gobierno insiste en que si Zelaya regresa será detenido, porque sigue vigente una orden de captura por delitos cometidos en relación con una consulta que iba a celebrarse el 28 de junio, para promover una Asamblea Constituyente, pero que fue declarada ilegal por varios órganos del Estado y quedó frustrada por su derrocamiento.

Los militares expulsaron a Zelaya hacia Costa Rica y poco después el Parlamento designó en su lugar a Micheletti, hasta el 28 de junio jefe del Parlamento, cargo en el que ese día fue nombrado Saavedra.

Al cumplirse hoy un mes de su derrocamiento, un grupo de seguidores del depuesto presidente, aglutinados en el Frente Nacional contra el golpe de Estado, celebró una nueva marcha de protesta en un bulevar de Tegucigalpa, donde sus movilizaciones han sido continuas desde su defenestración.

La principal protesta de hoy en la capital hondureña se centró frente al centro comercial más grande de la ciudad y a un lujoso hotel de una cadena internacional, ambos separados por dos calles.

Los manifestantes corearon consignas contra "los golpistas" que asumieron el poder tras el derrocamiento de Zelaya.

Rafael Alegría, dirigente campesino y uno de los miembros del movimiento que exige la restitución de Zelaya en el poder, expresó a Efe que "a un mes del golpe la lucha sigue" y que "los golpistas deben de salir del poder".

"Aquí nadie se rinde", dijo Alegría, mientras los manifestantes quemaban neumáticos y coreaban consignas a favor de Zelaya, como "¡Urge Mel!" y "¡Viene Mel!", que el derrocado presidente utilizó en su campaña en 2005, cuando fue elegido para el período 2006-2010.

Los manifestantes también expresaron duros mensajes contra el Gobierno de Micheletti.

Los hondureños cumplen hoy un mes de tener dos presidentes, Zelaya en el exilio, y Micheletti al frente del poder, aunque sin reconocimiento internacional.

En cumplimiento de una orden judicial, las fuerzas de seguridad permitieron hoy que la familia de Zelaya, encabezada por su esposa, Xiomara Castro, y su madre, Hortensia Rosales, pudiera viajar hacia Nicaragua por carretera, tras estar varios días parada en un retén a unos 15 kilómetros de la frontera.

Aunque, según la Policía y testigos, ya son muy escasos, los seguidores del depuesto presidente que también estuvieron retenidos varios días podrán dejar el retén.

La Policía y los militares están facilitando transporte para que los simpatizantes de Zelaya -algunos de los cuales se retiraron por cansancio- regresen a sus lugares de origen.

El Gobierno de Micheletti mantiene la zona fronteriza con Nicaragua bajo toque de queda permanente desde el viernes, cuando Zelaya cruzó brevemente la frontera de Nicaragua y tras estar cerca de dos horas en la zona neutral, regresó al país vecino.

Ese fue el segundo intento de Zelaya por volver a Honduras, pues el 5 de junio quiso aterrizar en un avión venezolano en el aeropuerto de Tegucigalpa, pero los militares se lo impidieron al colocar obstáculos en la pista.

Junto a los colaboradores y seguidores que lograron llegar desde Honduras, el depuesto presidente organiza desde Ocotal (Nicaragua) la "resistencia" contra el Gobierno de Micheletti, según ha dicho a la prensa.

El depuesto mandatario se trasladó hoy a la cercana finca Las Colinas, a seis kilómetros de la línea fronteriza, para esperar a su esposa y sus familiares. EFE