Zapatero, al alza tras el paro aéreo

MADRID, ESPAÑA (12/DIC/2010).- El Gobierno del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, atraviesa el peor momento de los seis años que lleva en el mando, según dicen sus detractores.
 
Hace unos días, el mandatario español salió airoso del mayor caos aéreo vivido en el país en los últimos años.

Después de que la mayoría de los dos mil controladores de vuelo decidieran hacer un paro encubierto y abandonar sus puestos de trabajo al inicio del mayor puente vacacional, que dejó en tierra a más de 600 mil pasajeros, el jefe del Ejecutivo no lo dudó y actuó con medidas severas y contundentes que fueron aplaudidas por los ciudadanos, la prensa y la mayoría de los partidos políticos.

Primero militarizó el espacio aéreo y luego decretó el estado de alarma por primera vez en la historia de la democracia española, bajo el cual los controladores quedan sometidos al Código Penal militar y, en caso de no acudir a su puesto de trabajo, cometen un delito de sedición área. Así logró que en menos de 24 horas los huelguistas regresaran a sus puestos de trabajo, ante el temor a ser despedidos e incluso de afrontar penas de hasta ocho años de cárcel por el delito de desobediencia a la autoridad militar.

Carlos Carnicero, analista político, también alaba la decisión del mandatario y subraya que en raras ocasiones “un Gobierno ha tenido tanto apoyo de los ciudadanos para que no le tiemble la mano, para que sean despedidos los controladores que han participado en este sabotaje y para que se forme rápidamente una nueva generación de controladores civilizados que no utilicen el chantaje de la seguridad aérea para ser la aristocracia de los trabajadores”.

Nadie duda de que Rodríguez Zapatero atraviesa el peor momento de los seis años que lleva gobernando. Las cifras de desempleo superan los cuatro millones y medio, las encuestas le alejan más de 18 puntos del opositor Partido Popular y sus medidas antisociales (acaba de retirar la ayuda de 500 dólares para los desempleados de larga duración) son criticadas desde todos los espectros políticos.

Es tal la gravedad de la crisis económica que vive el país que la semana pasada tuvo que suspender su asistencia a la Cumbre Iberoamericana al alegar los ataques especulativos contra la deuda española, lo que puso en duda la credibilidad de sus medidas de ajuste puestas en marcha para controlar el déficit. El sólo rumor de que España iba a necesitar un rescate como el de Irlanda, hizo tambalear la Bolsa española.

Sin embargo, cuando el país estaba a punto de saltar por los aires a causa de la huelga encubierta de los controladores, Zapatero resurgió y puso en marcha medidas, con la Constitución en la mano, para ganar el pulso a los controladores, un colectivo al que ningún Gobierno se había atrevido a hacer frente.

Los partidos nacionalistas moderados: el Partido Nacionalista Vasco (PNV), Convergencia y Unió (CiU) y Coalición Canaria (CC), le apoyaron con algunas críticas leves, mientras que los partidos minoritarios de izquierda: Izquierda Unida (IU), Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) criticaron la militarización y el decreto del estado de alarma. El opositor Partido Popular (PP) apoyó al Gobierno frente a los controladores, pero a la vez atacó a Zapatero por “improvisar”. “Es su estilo de Gobierno, no hacer nada hasta que no queda más remedio” dijo Mariano Rajoy.

FRASE

“En un momento en que la imagen del presidente está pérdida, en el que se le abuchea en cada acto público, hay que hacerle un elogio ”
Fernando Jáuregui Campuzano,
periodista