MARAWI, FILIPINAS (01/JUN/2017).- Los yihadistas del Grupo Maute, afín al terrorista Estado Islámico (EI), usan mujeres y niños como escudo humano durante los combates contra el Ejército de Filipinas en la sureña ciudad de Marawi, declaró hoy un portavoz militar.Los islamistas, entre 50 y 100 combatientes, se encuentran atrincherados en varios barrios céntricos de la población y mantienen como prisioneros a un número indeterminado de civiles.Restituto Padilla, portavoz del Ejército, señaló en rueda de prensa que el campo de batalla es "volátil" y que realizan ataques aéreos "precisos" para neutralizar las defensas del enemigo.Al menos 10 soldados murieron y siete resultaron heridos "por fuego amigo" durante un ataque aéreo realizado por el Ejército contra supuestas posiciones de yihadistas, confirmó esta mañana el ministro de Defensa, Delfin Lorenzana.Padilla elevó la cifra de muertos por el ataque "accidentado" a 11 y aseguró que los rebeldes cuentan con francotiradores, que, además de a las tropas terrestres, disparan a los helicópteros del Ejército.El portavoz militar explicó que la resistencia de los islamistas complica el avance de las fuerzas gubernamentales sobre el terreno.Las tropas combaten casa por casa para tratar de liquidar al reducto de militantes del Grupo Maute, que el pasado día 23 iniciaron un asalto en Marawi.Al menos 139 personas han muerto, según cifras oficiales, en nueve días de batalla entre el Ejército y los islamistas, apoyados por varios islamistas foráneos.El recuento del Gobierno incluyen las defunciones de 19 civiles, mientras que, según declaraciones a Efe del portavoz del Comité de Gestión de Crisis de la provincia de Lanao del Sur, Zia Alonto Adiong, "el número de bajas civiles rondaría el centenar".Los combates comenzaron el martes de la semana pasada, al fracasar una operación militar para capturar a Isnilon Hapilon, líder del grupo yihadista Abu Sayyaf, también vinculado al EI, y quien permanecía guarecido por miembros del Grupo Maute.Los islamistas contraatacaron y tomaron parcialmente la ciudad y prendieron fuego a una comisaría, un colegio, una cárcel y una iglesia, donde secuestraron a un cura y 13 feligreses que mantienen cautivos.Los soldados actúan al amparo de la ley marcial, declarada por el presidente filipino, Rodrigo Duterte, en toda la región de Mindanao el mismo día que se desató el conflicto.