LONDRES, INGLATERRA (11/JUL/2017).- La polémica visita de Estado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Reino Unido fue pospuesta hasta el año 2018, en medio de amenazas de manifestaciones ciudadanas contra su presencia en este país europeo.Después de varios meses de incertidumbre, la prensa británica reportó este martes que la visita de Estado, en la que Trump sería recibido por la reina Isabel II, fue pospuesta para el próximo año.La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, extendió la invitación a tan solo una semana de que Trump asumió el poder, en enero de 2017.Analistas políticos argumentaron que la invitación fue hecha demasiado pronto en comparación con otros jefes de Estado como Barack Obama, quien visitó Reino Unido después de dos años en el poder.En febrero pasado, políticos de izquierda solicitaron que la visita del presidente Trump fuera cancelada, mientras que una petición ciudadana reunió en febrero más de un millón 800 mil firmas en rechazo a la visita del mandatario estadunidense.El líder de la oposición británica, Jeremy Corbyn, se pronunció a favor de que la visita de Trump sea cancelada."Mi posición es que Donald Trump no debe venir a Reino Unido", aseguró Corbyn.El presidente de la Cámara de Diputados, John Bercow, se opone a que el presidente estadunidense dirija un mensaje al parlamento británico debido a sus comentarios "racistas y sexistas", y al veto migratorio impuesto a siete países de mayoría musulmana.Los británicos rechazan la visita oficial de Trump debido a sus controvertidos pronunciamientos misóginos, la amenaza de construir un muro en la frontera sur de su país, y más recientemente, tras el retiro de Estados Unidos del Acuerdo climático de París.La semana pasada tuvo fuerza la versión de una sorpresiva visita del mandatario estadunidense a Reino Unido, quien llegaría a este país después de participar en la Cumbre del Grupo de los Veinte, en la ciudad alemana de Hamburgo, o antes de los festejos del Día de la Bastilla, el próximo 14 de julio en París, Francia.En semanas anteriores trascendió que durante una conversación telefónica con May, el mandatario estadunidense le informó que no vendría a Reino Unido mientras exista la amenaza de protestas callejeras en su contra.
