UE celebra entrada en vigor del Tratado de Lisboa

LISBOA, PORTUGAL.- Los principales dirigentes de la Unión Europea pusieron en marcha el martes el nuevo tratado del bloque con la intención de lograr una mayor influencia en los asuntos mundiales.

El Tratado de Lisboa entró en vigencia después de años de polémicas negociaciones sobre sus disposiciones entre los 27 países de la unión.

La ceremonia, con tintes fastuosos, fue realizada en un recinto temporal construido especialmente para el acto junto al río Tajo, en las inmediaciones de donde el tratado fue firmado hace dos años antes de la promulgación individual de las naciones integrantes.

El logotipo del pacto fue proyectado sobre un cercano monumento del siglo XVI, y un espectáculo de juegos pirotécnicos marcó el fin de la ceremonia que duró una hora entre varios centenares de invitados, incluidos los jefes de gobierno de España y Suecia.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, dijo en un mensaje como titular del organismo rector del bloque que la instrumentación legal del tratado representa el cierre del círculo de 20 años de historia europea desde la caída del Muro de Berlín en 1989 y la consecuente expansión del bloque hacia la Europa Oriental.

“El Tratado de Lisboa es, en ese sentido, el símbolo de la Europa reunida, libre y democrática'', expresó.

Sin embargo, advirtió que el convenio no es un fin en sí mismo. “Nada puede reemplazar el liderazgo, la determinación y la voluntad política'', señaló.

El pacto estipula nuevas reglas para acelerar la toma de decisiones de manera que la UE pueda responder con más agilidad a las cuestiones mundiales como defensa, seguridad energética, cambio climático y migración.

Numerosos europeos han expresado la preocupación de que el tratado pudiera crear un super Estado que desatienda las inquietudes individuales de los países miembros.

El convenio es una versión revisada de un proyecto de Constitución que fue aprobado en el 2004 por los gobernantes de la UE con el propósito de abrir una nueva era en la integración europea. Pero los electores de Francia y Holanda lo rechazaron en referendos al año siguiente.

Los gobernantes del bloque suavizaron el documento y lo rebautizaron, pero luego los irlandeses rechazaron el Tratado de Lisboa en un referendo en junio del 2008, aunque cambiaron de parecer hace dos meses en un segundo referendo.

El belga Herman van Rompuy, que el 1 de enero asume el nuevo cargo de presidente de la UE , dijo en la ceremonia que el acuerdo había tenido "una larga y tormentosa jornada''.

Pero Van Rompuy, futuro presidente del Consejo Europeo del bloque, aseguró que el tratado es “una herramienta poderosa con la cual enfrentar los retos de nuestro tiempo'', que también “nos permitirá ejercer nuestra parte en el escenario mundial''.

El presidente del Parlamento Europeo, el polaco Jerzy Buzek, hizo un llamado a la unión para “enfrentarnos juntos a los retos del siglo XXI''.

Buzek, el primer ciudadano de la Europa Oriental que ocupa un puesto institucional europeo, afirmó que ”tenemos el potencial de tener éxito, vamos a tenerlo'', de acuerdo con la agencia Europa Press.

El primer ministro de Portugal, José Sócrates, consideró - citado por EP - que el Tratado de Lisboa constituye “un nuevo cuadro institucional más apto'' con la creación de los puestos de presidente del Consejo Europeo y de la alta representante de Política Exterior, Catherine Asthton.