Miércoles, 27 de Noviembre 2024
Internacional | Militantes temen se repita la ofensiva que las tropas regulares cometieron contra Homs

Tropas sirias ingresan en Idleb durante misión en Damasco

Ello ocurrió luego de las declaraciones del presidente Bashar al Asad en las que excluyó toda solución política a la crisis

Por: AFP

Annan se reunirá nuevamente con Asad el domingo. AP  /

Annan se reunirá nuevamente con Asad el domingo. AP /

DAMASCO, SIRIA (10/MA/2012).- El ejército sirio tomó por asalto el sábado la ciudad rebelde de Idleb al cabo de un violento bombardeo, a pesar de la  presencia en Damasco del emisario internacional Kofi Annan que expresó su "profunda preocupación" por la sangrienta represión a la revuelta popular.

El anuncio por militantes de la toma de Idleb (noroeste), sitiada desde  hace días por el ejército, ocurrió luego de las declaraciones del presidente Bashar al Asad en las que excluyó, ante Annan, toda solución política a la crisis antes de terminar con los "grupos terroristas", en alusión a los opositores.

Annan, que según un comunicado de la ONU fechado en Nueva York calificó las  conversaciones que mantuvo en este primer encuentro con el presidente sirio como "francas y exhaustivas", se reunirá nuevamente con Asad el domingo.

La violencia dejó este sábado al menos 80 muertos, indicó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Según el presidente del OSDH, Rami Abdel Rahman, "los transportes de tropa  entraron en la ciudad de Idleb mientras continuaban los bombardeos y combates"  entre las fuerzas regulares y los rebeldes.

Desde hace varios días, las tropas del régimen se concentran en esta provincia montañosa y fronteriza con Turquía, por lo que los militantes temen que se repita la ofensiva que las tropas regulares llevaron a cabo contra Baba Amr, el barrio rebelde de Homs (centro), tomado el 1 de marzo al cabo de un mes  de sitio.

Rahman dio cuenta de al menos 15 civiles muertos, decenas de heridos y 150 detenciones en Idleb, uno de los bastiones de la protesta que desde el alba  sufría "los bombardeos más duros desde el envío de refuerzos de tropas esta  semana".

Además, al menos 21 desertores y 19 soldados cayeron en los combates  librados en la provincia de Idleb, agregó. Otros 17 militares disidentes  murieron, según el OSDH, en combates en la región de Damasco, en donde un  coronel del ejército fue asesinado por un "grupo terrorista", según la agencia Sana.

Otros siete civiles murieron en otras localidades del país, según Rahman.

En el primer encuentro de este sábado entre Asad y Annan, que llegó a  Damasco por primera vez desde su nombramiento en febrero como emisario de la  ONU y de la Liga Árabe, el presidente sirio dijo que su país "está listo para  apoyar cualquier esfuerzo sincero destinado a encontrar una solución" a la  situación.

Advirtió no obstante que "ningún diálogo o proceso político podrá ser  exitoso si existen grupos terroristas que actúan para sembrar el caos y la desestabilización, al atacar a civiles y militares", según la agencia oficial  Sana.

A su vez Annan expresó la "grave preocupación" que existe por su violenta represión de las protestas opositoras, informó la ONU en un comunicado.

Annan, ex secretario general de la ONU, "puso varias propuestas sobre la  mesa para poner fin a la violencia" que dejó unos 8 mil 500 muertos en un año en su  mayoría civiles, según cifras del OSDH.

El enviado se reunió además con opositores en Damasco que exigieron "signos  de buena voluntad" del régimen, en particular el compromiso de poner fin a la  violencia antes de iniciar un diálogo y una transición política.

Por las antagónicas posiciones de los protagonistas y las divisiones entre  las potencias mundiales, la misión de Annan no parece sencilla.

Desde el comienzo de la revuelta el 15 de marzo de 2011, las autoridades se  rehúsan a reconocer la amplitud de la protesta y asimilan a la oposición al  régimen con "grupos terroristas" manipulados desde el extranjero.

La oposición por su parte asegura que tomó las armas para defender a los  civiles y rechaza todo diálogo con Asad a quien piden la renuncia.

Según Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, la misión de Annan,  respaldada por las potencias occidentales y Rusia, tiene como prioridad "un  alto el fuego inmediato", hallar una "solución política global" y negociar "un  acceso y una ayuda humanitaria".

Como signo de la persistencia de las divisiones, los ministros árabes y  ruso de Relaciones Exteriores, que divergen sobre la forma de poner fin al conflicto, llamaron, al cabo de una reunión en El Cairo, al cese de la  violencia en Siria, de cualquier origen.

Además, los cancilleres rechazaron cualquier intervención extranjera, pero sugirieron la puesta en marcha de "un mecanismo de supervisión imparcial" y  pidieron que se autorice la llegada de ayuda humanitaria, según un comunicado  conjunto.

El ministro catarí de Relaciones Exteriores, Hamad ben Jasem Al Thani, había estimado antes insuficiente un alto el fuego. "Existe un genocidio  sistemático de parte del gobierno sirio. (...) No podemos aceptar apenas un  cese el fuego", indicó repitiendo que está a favor del envío de fuerzas de los  países de la Liga Árabe e internacionales a Siria.

El canciller ruso Serguei Lavrov, insistió por su parte que su país "no protege a ningún régimen". Moscú se opone a toda injerencia en Siria.

Annan dejará Damasco el domingo tras reunirse con responsables del gobierno  sirio y de la sociedad civil. Un diplomático turco había afirmado que visitaría  los campamentos de refugiados sirios en la frontera sirio-turca.

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