Terroristas abaten a policía en España

MADRID, ESPAÑA.- Un coche bomba estalló cerca de la ciudad vasca de Bilbao, causando la muerte a un inspector de policía que ocupaba un cargo relevante en la lucha contra Euskadi Ta Askatasuna (ETA).

El presidente del Gobierno vasco, Patxi López, condenó rotundamente el atentado, que atribuyó a la organización armada ETA, y convocó a la sociedad vasca a una manifestación de repulsa en Bilbao.

“Ellos (ETA) nos han enseñado el camino del dolor, nosotros les vamos a enseñar el camino de la cárcel”, dijo López en una declaración. “Voy a lanzar un aviso claro a ETA: vamos a acabar con ellos”.

El consejero vasco del Interior, Rodolfo Ares, explicó que el atentado tuvo lugar en un estacionamiento de automóviles en el municipio de Arrigorriaga, muy cerca de Bilbao.

La bomba estaba adosada a los bajos del vehículo en el que viajaba el agente de Policía Eduardo Antonio Puelles García, quien falleció en el acto.

La fuerte explosión redujo el automóvil a cenizas, provocando un enorme incendio que se extendió a otros coches aparcados en la zona.

Desde Bruselas, donde asistía a una reunión de la Unión Europea, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero calificó el ataque de cobarde y manifestó su firme voluntad de acabar con ETA.

“Sabíamos que podía volver a ocurrir, aunque la organización terrorista está más débil que nunca”.

De confirmarse la autoría de ETA, sería el primer atentado de la agrupación separatista desde que el Partido Socialista de Patxi López asumiera el poder en el País Vasco el pasado mayo, después de 30 años de gobiernos nacionalistas. (AP)

Azote de etarras

El inspector de la Policía española, Eduardo Antonio Puelles García, participó en una decena de operaciones que concluyeron con la detención de más de 70 miembros o colaboradores de la organización terrorista.

Puelles, descrito por sus compañeros como “un gran profesional”, se incorporó a la Brigada Provincial de Información de la ciudad de Bilbao en septiembre de 1997.

Entre las operaciones más recientes en las que había intervenido la última víctima mortal de ETA figura la detención en febrero de 2008 de ocho miembros de un grupo que, además de realizar acciones de “kale borroka”, recababan informaciones para la banda de cara a futuros atentados.

Colaboró también en la detención de Jorge Etxebarrieta Urrutxua, reclamado por la Justicia española para juzgarlo por intentar atentar en 2000 en una zona industrial de Guernica (Vizcaya).