Strauss-Kahn finaliza su 'annus horribilis'

PARIS, FRANCIA (27/DIC/2011).- El año 2011 pasará a la historia personal del político francés Dominique Strauss-Kahn como su particular 'annus horribilis', en el que su honor quedó en entredicho, perdió la dirección del FMI y sus aspiraciones a la Presidencia de Francia.  

'Perdí todo en esta historia. Lo pagué duramente y lo sigo pagando', comentó Strauss-Kahn, conocido como DSK, en la única entrevista concedida a los medios, tras ser acusado de intento de violación el 14 de mayo pasado por una camarera del hotel Sofitel de Nueva York.  

En 2011, DSK, uno de los hombres más poderosos del mundo y más populares en Francia, hasta el punto de ser el máximo favorito a disputar la Presidencia en 2012 a su titular, Nicolas Sarkozy, perdió el puesto en el FMI, la candidatura, la popularidad y la honra.  

El escándalo sexual que provocó su descenso estalló a mediados de mayo pasado en Nueva York y generó una conmoción y un apasionamiento en Francia sin precedentes, así como la noticia más morbosa y mediática a nivel mundial de todo el año.  

La presunta agresión sexual por la que DSK llegó a pasar una noche en un reclusorio neoyorkino y varios meses de 'reclusión' forzosa en una lujosa casa de la ciudad de los rascacielos, creó una expectación y debates inusitados por su mezcla de sexo y poder.  

Más allá del presunto delito, la prensa y gran parte de la sociedad norteamericana vio en la historia un choque entre la vulnerabilidad de la presunta víctima, inmigrante de origen africano, frente al director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), poderoso, acaudalado y protegido.  

En Francia, una parte importante de la prensa y de la sociedad creyó en la inocencia, en una imprudencia de DSK o incluso en un complot de la derecha contra el que estaba llamado a ser en 2012 el candidato socialista a la Presidencia del país europeo.  

En su única comparecencia ante un medio de comunicación, en la principal televisora francesa, TF1, en septiembre pasado, Strauss-Kahn calificó de 'falta moral' el acto de sexo oral que practicó con Nafissatou Diallo, pero 'sin violencia, ni con carácter delictivo' según sus palabras.  

'Fue no solamente una relación inapropiada, sino también una falta hacia mi mujer, mis hijos y mis amigos y también hacia los franceses', admitió el máximo favorito -según las encuestas a principios de año- a desbancar Sarkozy de la Presidencia en 2012.  

Su absolución penal por las contradicciones de su acusadora y presunta víctima, Nafissatou Diallo, sobre lo ocurrido en la suite 2806, no pudo evitar que Strauss-Kahn se viera obligado a dejar el FMI ni que fuera excluido por su partido como candidato.  

Tampoco despejó la imagen de 'depredador sexual' con la que el denominado como 'el perverso' por parte de un tabloide neoyorkino comenzó a ser percibido en su propio país, asentada cada vez más en rumores y nuevas denuncias.  

La última se refiere al hotel Carlton, en la norteña ciudad francesa de Lille, un establecimiento hotelero de lujo y 'sede' de una presunta red de proxenetismo con la que se relaciona a Strauss-Kahn, según varios sms de DSK interceptados por la policía francesa.  

El caso abrió además la caja de pandora de otros presuntos abusos sexuales cometidos anteriormente por Strauss-Kahn, como el de la periodista y escritora Tristane Banon, quien decidió denunciarle ante la justicia francesa por un intento de violación en 2003.  

La denuncia de Banon contra Strauss-Kahn, político de 62 años, de origen judío y casado en terceras nupcias, fue clasificada en octubre pasado por el procurador de París, porque los hechos habrían prescrito.  

Sin embargo, el fiscal reconoció en su veredicto como 'agresión sexual' los 'actos' cometidos contra Banon por Strauss-Kahn, a quien el propio FMI había investigado en 2008 por una relación extramatrimonial con una economista de la institución financiera.  

El año 2011 concluye para DSK en medio de una alta cota de impopularidad en su país, pese a su absolución y con la paradójica elección de su esposa, la célebre conductora de televisión Anne Sinclair, como la mujer del año para los franceses.  

El político galo apenas sale de su lujosa residencia en la plaza parisina de los Vosgos y mantiene una postura de perfil bajo sólo rota por su participación en una conferencia en diciembre en China, en el que alertó sobre el riesgo de 'hundimiento' del euro.