Siria buscará solución a conflicto en Conferencia de Ginebra

BEIRUT, LÍBANO (29/MAY/2013).- El ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, afirmó hoy que el Gobierno acudirá a la conferencia de Ginebra 2 con la intención de solucionar el conflicto, pero que el presidente, Bachar el Asad, permanecerá en el poder hasta el fin de su mandato en 2014.

En una entrevista a la televisión libanesa Al Mayadin, Al Mualem señaló que los resultados de dicha conferencia, para la que todavía no hay fecha, dependerán del talante de la oposición.

"Vamos a la conferencia de Ginebra 2 con la confianza popular para encontrar una solución a la crisis, pero para bailar el tango se necesitan dos partes. Dependerá de la segunda y de quién está detrás de ella", dijo.

El jefe de la diplomacia siria subrayó que la delegación del régimen "participará sin condiciones previas mientras que otros no las pongan".

La Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal grupo de la oposición, condicionó hoy su participación en la conferencia de paz a la elaboración de un calendario que incluya la salida de Al Asad.

Respecto a éste, Al Mualem aseguró que es el "presidente de Siria" hasta que termine su mandato en 2014, cuando podrá optar a la reelección.

"Si quiere volver a presentarse lo hará, dependerá de las condiciones en 2014 y de la voluntad popular. Si no quiere, no lo hará, ya que está siempre en comunicación con su pueblo", agregó.

Al Mualem reiteró las denuncias contra Catar, Turquía y Arabia Saudí por apoyar a los "terroristas", como se refiere a los rebeldes, así como contra los ataques israelíes.

"La respuesta será al mismo nivel que la agresión y las armas utilizadas", dijo el ministro sobre los supuestos ataques de la aviación israelí contra objetivos militares en territorio sirio, de los que Israel no se ha responsabilizado.

La conferencia internacional de Ginebra, propuesta por Estados Unidos y Rusia, tiene previsto sentar en la mesa de negociaciones a representantes del régimen y la oposición, con el fin de acordar un gobierno de transición.

Sin embargo, sobre el terreno la violencia no deja de recrudecerse y en el plano político ambos bandos deben salvar una enorme brecha, sobre todo en cuanto al rol que jugará Al Asad en una eventual transición.