Sigue siendo Fidel Castro 'líder moral' en Cuba

LA HABANA, CUBA.- Fidel Castro cumplirá este miércoles 82 años de edad alejado del poder pero, a decir de la prensa oficial, como 'líder moral' de la Revolución, cuyo futuro está ligado al accionar de su hermano y sucesor Raúl Castro.  

El ex presidente cubano, desde su lugar no revelado de convalecencia, encontró en la prensa estatal y en un 'blog' de internet cómo mantenerse presente en la vida nacional, aunque sólo le queda el cargo de primer secretario del Partido Comunista.  

Castro llega a su 82 onomástico 140 días antes de que se celebre el 50 aniversario de la Revolución que lo llevó al poder en 1959 y a la que Estados Unidos y la irreflexiva burguesía de la época le pronosticó pocos meses de subsistencia.  

Mientras Raúl asume una cautelosa transición, con un equipo de su confianza, y adopta medidas dictadas por un elemental sentido común en medio de crecientes expectativas en la población, Fidel no ha abandonado del todo la escena pública.  

El perfil ´sui géneris´ del régimen cubano, con mínimo espacio para conocer qué ocurre en lo más alto del poder, genera variadas especulaciones, entre ellas que Fidel, aunque no gobierna, filtra, fiscaliza y se opone a algunas medidas adoptadas en los últimos meses.  

Raúl, quien asumió la Presidencia institucional el 24 de febrero pasado tras año y medio de interinato, ha prometido cambios de conceptos y estructuras pero alerta que las cosas se harán poco a poco y dependiendo de la situación económica del país.  

El 26 de julio de 2007 Raúl dijo: 'habrá que introducir los cambios estructurales y de conceptos que resulten necesarios', pero en el discurso en igual fecha de este año se abstuvo de mencionar nuevas medidas y auguró una etapa de más austeridad económica.  

Críticos del gobierno, dentro y fuera del país, opinan que en esta omisión ha tenido mucho que ver la opinión de Fidel, al que Raúl le consulta los problemas claves de economía, política internacional y defensa, según comunicó al Parlamento el 24 de febrero pasado.  

Académicos en Miami, como Brian Latell, autor del libro 'Después de Fidel', sostienen que Raúl mantiene las riendas del poder en sus manos pero evitará hacer cambios radicales que pudieran afectar la imagen histórica de su hermano.  

Los cambios prometidos por Raúl son 'dentro del socialismo', sin contemplar aperturas políticas como exigen Estados Unidos y la Unión Europea, pero estimulando el debate de los graves problemas nacionales a través de la prensa y reuniones 'entre revolucionarios'.  

'Todos quisiéramos ir más rápido, pero es necesario actuar con realismo', ha dicho el general de ejército de 77 años, que acompañó a su convaleciente hermano en el ataque al cuartel Moncada, la expedición del yate Granma y la lucha guerrillera en Sierra Maestra.  

Quienes ven divergencias entre los hermanos, citan las advertencias de Fidel de que a Estados Unidos no le interesa negociar con Cuba y su recordatorio de que él se opuso en el pasado a los pactos de derechos humanos en la ONU que ahora firmó La Habana.  

Sin embargo, Fidel ha negado la existencia de pugnas dentro de la cúpula gobernante y elogiado los 'esfuerzos' de Raúl 'en los temas de la unidad, la productividad del trabajo, los incrementos de la producción agrícola y el ahorro que son de gran importancia'.  

Faltándole poco para cumplir medio siglo en el poder antes de caer enfermo, argumenta que en estos momentos coopera 'reuniendo noticias y datos y haciendo análisis sobre los más agudos problemas internacionales que aporta a la dirección del Partido y del Estado'.  

Durante su presidencia Raúl ha cambiado algunas cosas, entre ellas la eliminación de 'prohibiciones obsoletas' como que los cubanos no podían reservar en hoteles, rentar autos de turismo y celulares y dispuso entregar tierras ociosas en usufructo a campesinos.  

Para los dispersos grupos de disidentes internos, que no han podido darse a conocer entre la población ni establecer un liderazgo común, e infiltrados por la Seguridad del Estado, poco o nada ha cambiado en realidad durante la sucesión.  

'Gran parte del pueblo cubano se pregunta dónde quedaron las promesas de cambios realizadas el 26 de julio de 2007 y el 24 de febrero pasado', afirma el economista disidente Oscar Espinosa Chepe, quien goza de licencia extrapenal en su condena de 20 años de prisión.  

Para el socialdemócrata Manuel Cuesta Morúa, 'las reformas están detenidas' porque, en su criterio, Fidel Castro no se siente satisfecho con ellas y encabeza a los sectores 'duros' del liderazgo preocupados por las implicaciones de los cambios.  

Fidel nació el 13 de agosto de 1926 en Birán, provincia oriental de Holguín; el 26 de julio de 1953 asaltó el cuartel Moncada; en diciembre de 1956 desembarcó en oriente con 81 hombres para derrocar al dictador Fulgencio Batista y en enero de 1959 entró victorioso a La Habana.  

Sobrevivió a más de 600 complots contra su vida, enfrentó la hostilidad de 10 gobiernos de Estados Unidos, una invasión de exiliados y una crisis coheteril que pudo desembocar en guerra nuclear.  

Además, la desaparición del bloque comunista en la última década del siglo pasado y la peor crisis económica y social en la historia de Cuba.