Recuerda Alemania 'con verguenza' quema nazi de libros

Berlín.- El presidente alemán Horst Köhler recordó hoy 'con verguenza' la quema de libros en hogueras públicas al inicio de la era del nazismo, política que desembocó en el Holocausto y en el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

En una ceremonia en la Academia Alemana de las Artes en Berlín, a un lado de la Puerta de Brandenburgo y del Parlamento, Köhler habló sobre ese acontecer en el que fueron arrojados a las llamas en todo el país los libros de judíos, pensadores de izquierda y pacifistas.

Lanzó un llamado para que a nivel mundial se defienda la libertad de la palabra y de la cultura, al tiempo que aseveró que quien prohibe libros, películas, piezas de teatro o caricaturas va por el camino erróneo.

El 10 de mayo de 1933, así como en los días siguientes, fueron quemados más de 20 libros en hogueras públicas. Los autores fueron satanizados por los nazis como 'no alemanes' o 'arte enmascarado' (Entartete Kunst).

Alrededor de 70 mil alemanes, entre ellos estudiantes y catedráticos, se reunieron en la Plaza de la Opera en Berlín esa fecha para vitorear y festejar mientras arrojaban los libros de muchos autores.

Entre ellos figuran Sigmund Freud, Karl Marx, Kurt Tucholsky, John Dos Passos, Ana Seghers, Jack London y Joachim Ringelnatz. Unos fueron encarcelados, algunos asesinados y otros huyeron del país.

Aunque el acto no fue organizado por los nazis, se trató de una muestra de plena aceptación de esa ideología. Berlín era en ese entonces la capital de Alemania, de ahí que la quema de obras literarias tuviera el efecto de ser una señal.

En Berlín y Munich se llevarán a cabo este sábado lecturas públicas de las obras que en ese tiempo fueron destruidas. Köhler dijo que el suceso fue un escalón previo al Holocausto, ya que de la quema de libros sólo hubo un pequeño paso para la quema de seres humanos.

'Fue una renuncia voluntaria del intelecto que no tiene paralelo en otros países civilizados', dijo y subrayó que no se trató tampoco de un 'espectáculo espontáneo', sino de una acción cuidadosamente planeada con anticipación.
Destacó la ironía de que hayan sido justamente académicos los que llevaron a cabo el acto en contra de las ideas de quienes consideraban 'no alemanes' y agregó que si se habla de 'atentados contra el intelecto', el del 10 de mayo de 1933 es el mejor ejemplo.

En la ceremonia de la Academia de las Artes estuvieron presentes los directivos de la Asociación de Librerías Alemanas, los del PEN Club en Alemania, así como la Asociación de Escritores Alemanes.

El jefe de Estado alemán manifestó que los libros simbolizan como ningún otro medio el pensamiento individual, la ilustración y la educación, por lo que bibliotecas públicas deben ser bien dotadas y estar presentes en las ciudades de todo el país.

En tanto, la Universidad de Postdam, en los alrededores de Berlín, puso en marcha el proyecto 'La Biblioteca de los Libros Quemados'.

Reeditará muchos de los títulos que fueron pasto de las llamas y los entregará a cuatro mil escuelas del país con el fin de que las ideas de quienes fueron prohibidos durante el nazismo, encuentren amplia difusión entre los alumnos alemanes de esta época.

NTX 09-05-08 IJALH