LONDRES, INGLATERRA (22/AGO/2016).- Un informe encargado por el Gobierno británico divulgado hoy ha recomendado establecer unidades especiales en las cárceles de Inglaterra y Gales para los islamistas extremistas a fin de evitar que puedan radicalizar a otros presos.El documento, en el que se detectó que existe "complacencia" ante el "creciente problema" que plantea el extremismo islámico en las cárceles del país, también aconseja retirar libros y material educativo con contenido extremista de las bibliotecas de las cárceles.Según el informe, un documento clasificado del que solo se ha difundido un resumen por motivos de seguridad, elaborado por el antiguo gobernador de prisiones Ian Acheson, ha habido "una timidez institucional" a la hora de confrontar las posturas extremistas en las cárceles ante el temor de muchos funcionarios de ellas a ser considerados racistas.Una de las recomendaciones del documento, que encargó el pasado año el entonces ministro de Justicia, Michael Gove, es "incapacitar" a los extremistas violentos, manteniéndoles apartados de otros prisioneros en unidades especiales en cárceles de máxima seguridad.En un correo electrónico enviado a la cadena británica BBC, Acheson dijo que había concluido que el llamado Servicio Nacional de Gestión de Ofensas -responsable de los servicios correccionales en Inglaterra y Gales- "está muy lejos de ser efectivo tanto a la hora de entender cómo debe reaccionar adecuadamente a la obvia amenaza que representa el Estado Islámico (EI)"."Esto debe cambiar a fin de proteger al personal, prisioneros y la sociedad en su conjunto", apuntó.El Gobierno británico ha confirmado que ya se están adoptando medidas para establecer esas unidades especiales en prisiones de máxima seguridad en las que aislar a los presos extremistas más peligrosos. La ministra de Justicia, Lizz Truss, indicó hoy a los medios locales que "el extremismo islamista es un peligro para la sociedad y una amenaza a la seguridad pública, que debe ser derrotada donde sea que se encuentre"."Estoy comprometida a enfrentarme a la propagación de esta ideología venenosa en las cárceles", añadió la política.El informe encontró evidencias de que el extremismo islamista es "un problema creciente" dentro de las cárceles británicas, que puede manifestarse de varias maneras.Entre ellas, se han detectado casos en los que algunos presos defienden el apoyo al Estado Islámico mientras que otros prisioneros "carismáticos" ejercen "una influencia radical y controladora" sobre la comunidad musulmana.También se detectaron oraciones colectivas no supervisadas, a veces durante los viernes de oración, así como presiones a los funcionarios de prisiones que supervisan a los presos para que abandonen la sala de oración.
