Rechazan manifestantes hondureños injerencia internacional

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Grupos afines al presidente Roberto Micheletti se manifestaron hoy aquí en demanda de que la comunidad internacional mantenga las manos fuera de los asuntos internos de Honduras.  

La manifestación fue convocada por el Movimiento Paz y Democracia (MPD) y la Unión Cívica Democrática (UCD), integradas por los sectores empresariales, iglesias evangélicas y católicas, y fuerzas políticas contrarias al depuesto presidente Manuel Zelaya.  

La actividad se efectuó en el Parque Central, en pleno centro de Tegucigalpa, lo cual causó el cierre de negocios y la alteración del tráfico ante el temor de posibles enfrentamientos con grupos que apoyan a Zelaya.  

Los grupos de manifestantes acudieron al mitin vestidos de blanco y gritaron consignas en favor de la democracia y contra la intervención de la comunidad internacional en la política interna de Honduras.Los manifestantes gritaron la consigna de que 'los buenos somos más'.  

El repudio, que gritaron y además plasmaron en pancartas, tuvo como blanco principal al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y al de Nicaragua, Daniel Ortega, por considerar que han intervenido 'descaradamente' en Honduras.  

Algunos manifestantes aclararon que no apoyan a Micheletti, quien fue designado por el Congreso en sustitución de Zelaya, que el domingo fue detenido por militares y expulsado del país.  

El propósito de la actividad 'pacífica' fue 'exigir el respeto a la democracia y a la soberanía e independencia de Honduras, dijo Armida López Contreras, dirigente de la UCD.  

Expresó el sentir 'de la mayoría de los hondureños' que respaldan las decisiones de los diputados y magistrados de la Corte Suprema que resolvieron destituir a Zelaya por violar la ley al pretender convocar a una consulta popular  

La consulta tendría el objetivo de decidir sobre las elecciones generales se instalará una urna para realizar una Asamblea Nacional Constituyente.  

Los adversarios alegan que dicha Constituyente tenía el fin de redactar una nueva Constitución que permitiera la reelección de Zelaya, en virtud de que la actual prohíbe esta práctica.