SEÚL, COREA DEL SUR (09/FEB/2017).- Corea del Norte podría tener hasta 45 bombas atómicas en 2020 ante el incremento previsto en sus reservas de uranio enriquecido y plutonio y su ritmo de desarrollo de armas cada vez más acelerado, dijo hoy el representante de un instituto de investigación surcoreano.Se cree que el hermético país asiático podría poseer actualmente unos 280 kilogramos de uranio altamente enriquecido, explicó hoy en un foro celebrado en Seúl, Lee Sang-hyun, vicepresidente del Instituto Sejong, fundación privada cuyo laboratorio de ideas está entre los más influyentes del país.Esto, unido a las existencias de plutonio que ya posee (se estima que en torno a unos 50 kilos) y a que se prevé un incremento en su capacidad para reprocesar este elemento radiactivo empleado en la fabricación de bombas atómicas, hace pensar en un considerable aumento de su arsenal nuclear, según Lee."Dado la cantidad de material fisible en manos de Corea del Norte, el país podría tener entre 22 y 45 armas nucleares", dijo el experto en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Yonhap con respecto a sus proyecciones para los tres próximos años.Lee basa su proyección en la creencia de que Pyongyang, que reactivó en 2013 su centro nuclear de Yongbyon, y ha aumentado aparentemente su producción de material para bombas, podría incrementar su capacidad para reprocesar plutonio a un ritmo de seis kilos anuales y ampliar sus reservas de uranio en 80 kilos al año.Lee apuntó que el régimen de Kim Jong-un aparentemente utilizó uranio enriquecido para su última prueba nuclear en septiembre y que estas mejoras tecnológicas hacen pensar que cada vez se acerca más al desarrollo de armas nucleares capaces de ser ensambladas en misiles balísticos.Además de su test de septiembre de 2016, Corea del Norte realizó otro apenas ocho meses antes, en enero del año pasado, y ambos se suman a los ya ejecutados en 2006, 2009 y 2013.El régimen Juché realizó también más de 20 lanzamientos de prueba de proyectiles balísticos (incluido el de un cohete espacial que la comunidad internacional consideró como un test encubierto de un misil de alcance intercontinental), lo que subraya su creciente interés en potenciar sus programas armamentísticos.