Pronostican observadores dificultades constantes para Funes

SAN JOSÉ, EL SALVADOR.- El gobierno que el presidente electo de El Salvador, Mauricio Funes, asumirá este domingo, estará marcado por dificultades constantes, generadas esencialmente a nivel nacional, indicaron analistas locales.  

Consideraron que el hecho de que la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) deje el gobierno de El Salvador, tras haberlo ejercido sin interrupción durante dos décadas, no significa que la derecha salvadoreña esté dejando el poder.  

Aún fuera del gobierno, la derecha conserva, por ejemplo, el dominio de la economía del país, convulsionado 12 años (1980-1992) por la guerra interna que cobró por lo menos 80 mil vidas, y Funes tendrá que negociar casi constantemente con ese sector ideológico.  

El dirigente sindical costarricense Albino Vargas y el politólogo José Luis Vega coincidieron, en declaraciones por separado a Notimex, en que habrá un permanente y decidido boicoteo de la derecha contra el gobierno de Funes.  

El nuevo gobierno de El Salvador 'es una prueba de fuego para un partido originado en una guerra civil', planteó Vargas, en alusión al ex guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que encabezó la coalición que postuló a Funes.  

'Esperamos que logren la suficiente cohesión interna', y que el FSLN 'mantenga una posición política fuerte, serena, clarísima, que le permita sortear la estrategia opositora que yo creo que va a buscar hacerlo fracasar de cualquier forma', expresó.  

'Esa presidencia va a ser boicoteada de distintas formas por esa derecha que es de las derechas más asesinas de América Latina', agregó Vargas en alusión a la señalada vinculación de Arena con los escuadrones paramilitares que operaron durante la guerra interna.  

'Funes va a tener siempre que dormir con un ojo abierto porque la derecha controla la política económica y controla también parte de los medios de comunicación'.  

Esa derecha 'buscará desacreditarlo, golpearlo, debilitarlo', advirtió el dirigente de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP).  

Por su parte, Vega indicó que con la llegada de Funes a la Presidencia 'no se trata de un ascenso al poder', porque 'el poder sigue en manos de la derecha', de modo que 'ahí va a haber una mezcla de negociación y confrontación, con la derecha que va a ser un calvario para el gobierno'.  

El analista aseveró que la derecha 'controla importantes resortes no solamente dentro del gobierno', tales como 'aparatos represivos del gobierno', sino que 'además controla los grandes centros del poder económico y corporativo'.