CARACAS, VENEZUELA (01/OCT/2016).- El arroz es uno de los cereales más escasos en Venezuela, y las pocas importaciones del grano que el gobierno realiza se encuentran muy lejos de satisfacer la demanda nacional, aseguró el dirigente agrario Luis Ríos."Las compras externas de arroz paddy registraron este año una caída de 72.0% con 13 mil 874 toneladas, en comparación con las 771 mil 495 toneladas del año anterior", precisó el presidente de la Asociación de Productores de Arroz, del estado central de Guárico.En diálogo, Ríos dijo que la misma tendencia se evidenció en las importaciones de arroz para procesamiento industrial (semiblanqueado, blanqueado y pulido) que disminuyeron 35% en los primeros seis meses de este año."Según cifras manejadas por esta asociación gremial se importaron sólo 18 mil 242 toneladas de este tipo de arroz, mientras que en el primer semestre de 2015 ingresaron al país 28 mil 74 toneladas", observó el ex directivo del extinto Instituto Agrario Nacional (IAN).Indicó que aunque la producción local de arroz mostró una importante recuperación en la cosecha el año pasado, todavía era insuficiente para atender la demanda, ya que los estímulos oficiales a los productores de arroz lejos de incrementarse, desaparecieron."Esta situación, aunada a una drástica disminución en las importaciones, tuvieron un efecto negativo en el abastecimiento de arroz de mesa, cuyas fallas se evidencian en los anaqueles de abastos y supermercados de todo el país", alegó.Explicó que motivado a esta dramática escasez las industrias que procesan alimentos a para bebés, como cremas de arroz, atoles y chichas, dejaron de producir estos productos y otras cerraron sus operaciones en Venezuela y se mudaron a Colombia, Panamá y Brasil."Es obvio que el gobierno prefiere importar arroz en lugar de estimular e impulsar la producción nacional, la cual se encuentra muy menguada debido a la falta de apoyo oficial para la adquisición de maquinarias e insumos", dijo.Agregó que los productores de arroz poco a poco han abandonado el campo debido a los secuestros, las extorsiones y el cobro de vacuna (cuota de protección), por parte de una delincuencia muy bien organizada que el gobierno ha sido incapaz de combatir.