Príncipes de Asturias presiden funeral de guardias civiles muertos en Afganistán

LOGROÑO, ESPAÑA (26/AGO/2010).- El heredero de la Corona española, el  príncipe Felipe de Borbón, y su esposa, Doña Letizia, presidieron este jueves  en Logroño (norte) los funerales por los dos guardias civiles asesinados el  miércoles en Afganistán en un ataque reivindicado por los talibanes.

Don Felipe, de uniforme militar, y Doña Letizia, madrina de la unidad de la  Guardia Civil a la que pertenecían los fallecidos, se acercaron a consolar a  los familiares de los guardias en el cuartel logronés en el que estaban  destinados ambos militares.

El heredero de la Corona española condecoró al capitán José María Galera y  el alférez Abraham Leoncio Bravo, con la Cruz al Mérito Militar con distintivo  rojo, antes de dar paso a la misa oficiada por el obispo castrense Juan del  Río, quien recordó la labor en favor de la paz de los dos fallecidos.

"Los valientes guardias civiles, servidores de nuestra propia seguridad,  buscaron la paz y encontraron la guerra, lucharon por la libertad y fueron  víctimas de los tiranos, enseñaban a otros y les pagaron con la muerte", dijo  monseñor del Río en su homilía, que escucharon, entre otros, el ministro del  Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la titular de Defensa, Carme Chacón.

En el patio del cuartel de la Unidad de Acción Rural de la Guardia Civil,  presidido con una imagen de la Virgen del Pilar, patrona de ese cuerpo, el  obispo castrense recordó que "el vil atentado terrorista que acabó con la vida  de estos jóvenes guardias civiles es ante todo un acto que ofende a Dios,  repugna a la razón, degrada a la humanidad y enfrenta a los pueblos".

Los cuerpos de los dos guardias civiles y del intérprete asesinados a tiros  habían llegado por la mañana en un avión de la Fuerza Aérea española a la base  de Torrejón de Ardoz (centro de España), donde fueron recibidos por el  presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, varios ministros,  miembros de la Guardia Civil y familiares.

El intérprete asesinado será despedido el viernes en una ceremonia privada  por expreso deseo de la familia.

El capitán Galera y el alférez Leoncio Bravo, así como su intérprete, el  iraní nacionalizado español Ataollah Taefik, de 54 años, fueron asesinados a  tiros el miércoles en la base española de Qala-i-Naw (noroeste de Afganistán)  durante un curso de formación de policías afganos.

Fueron tiroteados por el conductor de uno de los guardias civiles.

Los talibanes reivindicaron el ataque el miércoles en un comunicado en su  página en internet en el que indicaron que el autor de los hechos tenía "una  conexión especial" con ellos.

El conductor "siempre decía que se vengaría de los soldados ocupantes  después de haber visto con sus propios ojos las injusticias y la conducta de  los ocupantes hacia los residentes inocentes", según el portavoz talibán  Zabihula.

El ministro Rubalcaba manifestó el miércoles que "se trata de un atentado  terrorista", aunque dijo desconocer si fue obra de los talibanes.

Además estimó que la misión de la OTAN de formación de la policía afgana a  la que pertenecían los fallecidos es "imprescindible antes de poder abandonar  Afganistán" y aseguró que los efectivos españoles que la realizan continuarán  con ella.