Pide caravana en Miami reforma migratoria y cese a deportaciones

MIAMI, ESTADOS UNIDOS (01/MAY/2013).- María Cristina Ibarra, una anciana mexicana indocumentada de 77 años de edad, no dudó ni un momento cuando le dijeron si quería participar en una caravana de autos para pedir una reforma migratoria y un cese a las deportaciones.

"Las deportaciones son muy tristes para los niños, que se quedan sin sus padres y sus madres, porque los agarra la migra trabajando", dijo a Notimex Ibarra, originaria de Guadalajara, en el estado mexicano de Jalisco, y con 13 años de vivir en Estados Unidos.

"Queremos que se apruebe una reforma migratoria para tener mejores condiciones de vida, poder trabajar libremente y una licencia de conducir", dijo Ibarra, quien tiene tres hermanos que también son indocumentados.

Ibarra fue una de las participantes de una caravana de autos, más simbólica que numerosa, que congregó 15 vehículos en apoyo de otras manifestaciones en diversos puntos del país.

Aprovechando el Día del Trabajo, el objetivo del grupo es presionar para que se agilice en el Congreso la aprobación de una reforma migratoria que saque de las sombras a 11 millones de indocumentados.

La caravana, convocada por la Coalición de Organizaciones Latinas, partió desde la Iglesia St. Michael the Archangel, en la céntrica calle Flagler, y tenía planeado llegar frente a las oficinas de los congresistas cubanoamericanos republicanos, el senador Marco Rubio y el representante Mario Díaz-Balart.

"Queremos acciones concretas, que el presidente (Barack) Obama pare las deportaciones y que los congresistas aprueben una reforma migratoria integral y que tenga un camino a la ciudadanía", dijo Francisco Portillo, director de la Organización Hondureña Francisco Morazán.

"Son mil 200 personas deportadas casi a diario", agregó Portillo, antes de partir en la caravana.

Los congresistas Rubio y Díaz-Balart son miembros clave de grupos bipartidistas en el Congreso que diseñan una reforma migratoria. Hasta el momento el anteproyecto del senado plantea una espera de 10 años para solicitar residencia permanente.

Los participantes de la caravana tenían planeado trasladarse por la noche a una vigilia de agradecimiento y una asamblea informativa sobre la reforma migratoria en la Casa de la Cultura Haitiana.